Análisis de The Mighty Quest for Epic Loot (PC)
A día de hoy, hay nichos de mercado y géneros, muy atestados, atiborrados y llenos de competencia feroz, que se pelea por los tres o cuatro lugares comunes, las dos o tres mecánicas de siempre, y los mismos intereses. Por eso, cuando se habla de sacar un juego de características similares, comprendemos, prejuicios a un lado, que sea más que normal arquear la ceja en cuestiones de anuncios y presentaciones de videojuegos idénticos. The Mighty Quest for Epic Loot es un MMO free-to-play, como otros tantos cientos que pueblan internet, pero la propuesta de Ubisoft es firme, sólida, divertida y muy entretenida, a la par que fresca. No, no reinventa el género, y tampoco asienta unas bases para que de ahora en adelante todos los juegos futuros deban ir por la marcada senda del título de Ubisoft, pero sí arriesga e intenta ofrecer una nueva arista por la que hacer pasar la luz con un matiz diferente en el atiborrado crisol que nos encontramos en PC.
El más rico del cementerio
The Mighty Quest for Epic Loot no se anda con rodeos, y nos invita, desde el primero momento, a competir, luchar y saquear al rival. Es una práctica muy habitual en los free-to-play, sobre todo en las plataformas móviles, pero funcional. Es decir, en The Mighty Quest for Epic Loot, deberemos competir contra nuestros vecinos y otros habitantes de la región celestial de Opulencia por los recursos, asaltando fortalezas y saqueando y robando hasta la última onza de oro que atesoren y guarden en sus murallas. Si habéis jugado a otros juegos similares, donde clanes y grupúsculos de héroes nos asedian constantemente por nuestras riquezas, sabréis más o menos a qué tipo de mecánica nos referimos. Así pues, en The Mighty Quest for Epic Loot existe una cierta planificación estratégica y de gestión -casi de juego de defensa de torres-, que nos obligará a entablar buenas defensas y trampas, para evitar que los saqueadores y atacantes, se vayan rápidamente con lo deseado.
Todo comienza, como en otros MMO similares, eligiendo a un personaje en concreto con el que liderar nuestra aventura. Tenemos los arquetipos básicos, Mago, Arquero y Guerrero, cada uno con sus propias habilidades y características. Una vez hemos decido -según nuestros gustos y tics jugables-, pasaremos a edificar nuestro castillo en los cielos, escogiendo diseños, paredes, trampas, habitaciones y estancias para nuestra fortaleza. Es cierto que en The Mighty Quest for Epic Loot no deja de lado la habitual personalización del avatar, pero sí debemos hacer hincapié en que la construcción de nuestro palacio, cobra especial protagonismo.
Sí, podemos subir de nivel, buscar y equiparnos con mejores armas, especializarnos y editar casi cualquier aspecto de nuestra apariencia. De hecho, nuestros ataques y saqueos nos llevarán a una suerte de pantalla digna del género más clásico en cuanto a RPG o juego de rol occidental, invitándonos a mancillar, superar y saquear las mazmorras de los otros jugadores rivales, lo que nos lleva al primer punto: diseñar y sufrir castillos propios y ajenos, es lo mejor de la experiencia de The Mighty Quest for Epic Loot.
Robar y no ser robados
Es un placer disfrutar del ingenio de cientos de jugadores, a cada cual más retorcido e inteligente, y sufrir sus trampas, rompecabezas, laberínticas estancias y criaturas mal encaradas. La diversidad de formas es enorme, y lo mismo nos encontraremos con usuarios bien pensados que llenarán de trampas, losetas falsas, pinchos, minas y demás parafernalia mortal los suelos de sus salas, a otros que preferirán interponer entre su tesoro y nuestro héroe, toda una legión de monstruos. Hay algunos diseños por ahí verdaderamente increíbles y divertidos, que nos hacen pensar en que ocultos por ahí, hay auténticos y maquiavélicos diseñadores de videojuegos.
Nosotros, al mismo tiempo, podemos hacer lo mismo. En nuestra mano, y gracias a una buena interfaz -sorprendentemente, pese a los lugares comunes en cuanto a diseño gráfico de las opciones, The Mighty Quest for Epic Loot es un juego muy claro y parco en cuanto a menús e iconos-, tenemos la misma posibilidad. Nuestro bastión es al mismo tiempo, nuestro refugio y centro neurálgico a la hora de mejorar armas, pociones y características con sus habituales mesas y escritorios de investigación. Una vez tengamos las habitaciones, y las estancias para nuestro personaje -así como bien ubicada la sala del tesoro- tendremos que empezar a llevar a las criaturas a su lugar de trabajo. Como si de guardias de seguridad -un tanto embrutecidos-, podemos desplegarlas sobre los lugares que así lo creamos convenientes.
Cíclopes, goblins o demonios -por citar algunos-, tienen un rango de acción concreto, y al mismo tiempo, un número limitado de los mismos a la hora de incluirlos en pantalla. Como otro juego de defensa de torres clásico -o una versión actualizada del famoso Dungeon Keeper-, debemos combinar rapidez, fuerza y posición, con cabeza y premeditación, antes de ir soltando bichos sin ton ni son. Es decir, la construcción de castillos y la planificación de las defensas es una parte indivisible de la mecánica de juego, y no podemos descuidarla. Básicamente, la rutina en el título de rol de Ubisoft se reduce a robar, y no ser robados.
The Mighty Quest for Epic Loot se juega casi, como dos juegos en uno. Por una parte, es un título de gestión y construcción, en cierta manera de título de defensa de torres, donde debemos planificar, construir y preparar nuestra fortaleza, al gusto, ante el empuje de los otros usuarios que compiten con nosotros. Por la otra, el título de Ubisoft es un juego de rol clásico, con perspectiva en tercera persona, muy desenfadado, que insta y empuja al jugador a asaltar otros castillos de otros jugadores en busca de tesoros y recompensas. Por el camino, y en ambos modos de juego -denominados defensa y ataque-, tenemos la obligación de mejorar, personalizar, subir de nivel y mejorar casi todos los parámetros que seamos capaces de imaginar en un juego de esta índole, lo que nos lleva al siguiente punto: hasta qué punto el free-to-play influye en el devenir del ritmo de un videojuego gratuito de estas características.
En primera instancia, podemos subir niveles y desbloquear armas, nuevas piezas y nuevas estancias para nuestra fortaleza y bastión. Será coser y cantar estar en liza y boga en pocas horas, y tener un estatus medio en pocos días. El problema vendrá, como siempre en este tipo de títulos, en función de nuestras ganas de competir y aglutinar riquezas en un corto periodo de tiempo. The Mighty Quest for Epic Loot se divide en varios estratos y niveles, cada uno con una serie de castillos y fortalezas -y por ende, con jugadores- de diferentes estatus.
Estos intervalos están poblados por jugadores según nivel y experiencia, con lo que deberemos ir eligiendo -a vista de pájaro- aquellos que más nos apetezca. Arriba nuestra, los más difíciles, a nuestra altura, los similares según nuestro índice de riqueza, experiencia o poder. Es una empresa arriesgada querer atacar y saquear castillos de los más altos a nuestra condición, pero a veces, es la única manera de avanzar si no queremos caer en una rutina poca sana en base a desembolsos y compras a través de la tienda de Ubisoft. Una vez más, es el jugador el que marca el ritmo de la experiencia, pero nos deja cierto sabor agridulce pensar que The Mighty Quest for Epic Loot, con otro planteamiento menos "saqueador", habría gozado de más resonancia e impacto dentro del panorama para PC.
A nivel técnico, The Mighty Quest for Epic Loot no es exponente de nada, pero funciona de forma ejemplar en cuanto a texturas e iluminación, dando como resultado un conjunto sólido y bien avenido -cuando hay jaleo y mucho movimiento en pantalla, y decidimos dar rienda suelta a nuestros poderes o cambiar de perspectiva con la cámara, no suele resentirse ni un ápice-, sobre todo si tenemos un PC resuelto -aunque cabe decir que no pide demasiado-. Su diseño cartoon y desenfadado es sin duda, lo mejor de todo el apartado y diseño visual. El sonido tampoco es la panacea, pero sí atesora algún que otro tema musical decente algunas mezclas de efectos muy versátiles. El juego de Ubisoft, eso sí, se encuentra en perfecto inglés.
Conclusiones finales
The Mighty Quest for Epic Loot es un buen MMO, con las habituales características que triunfan en plataformas móviles -defensa de torres, gestión y estrategia competitiva-, aderezado con algún toque del rol más clásico y tradicional. Está muy bien conjugado, y su mecánica, de ataque y defensa, se hace adictiva y muy entretenida a las pocas partidas y minutos de desarrollo. Sabe mostrar y explicarse al jugador, y le da rienda suelta a la hora de diseñar niveles y mazmorras, algo que se acaba convirtiendo en una parte predominante dentro del planteamiento del título.
The Mighty Quest for Epic Loot es una fresca alternativa dentro del convulso y aglomerado mundo de los MMO gratuitos para PC, si bien también arrastra ciertas carencias derivadas, paradójicamente, de su propio diseño como juego free-to-play. También nos preocupa, a largo plazo, la vida útil del juego: ¿qué contenidos planea Ubisoft en un futuro? ¿Puede un juego de esta índole sobrevivir al paso del tiempo en un entorno tan competitivo como el MMO? Pese a las dudas y fallos que podamos encontrar tras varias partidas, recomendamos que lo probéis si buscáis algo diferente dentro del género.