Análisis de Tales of Monkey Island Chapter 2: The Siege of Spinner Clay (PC)

Monkey Island fue una de las franquicias más reconocidas y divertidas de la época dorada de las aventuras gráficas. Creada originalmente por Ron Gilbert bajo un concepto que potenciaba al máximo la expresividad y el humor, la serie que cuenta con Guybrush Threepwood como protagonista poco a poco se convirtió en una saga que proporcionó incontables horas de diversión y carcajadas a los más dedicados del género. Lamentablemente Monkey Island se tomó un largo -y merecido- descanso tras cuatro entregas a cada cual más disparatada.

Hace unas semanas se estrenó para varias plataformas una adaptación de la entrega original con una remodelada puesta en escena, nueva música y un doblaje fascinante. Sin embargo la cosa no quedó ahí, sino que Telltale Games presentó el primer capítulo de Tales of Monkey Island, la nueva serie de aventuras en formato episódico que ya está disponible para PC y que aterrizará en breve para el sistema de descargas digital de la consola de sobremesa de Nintendo: WiiWare. Hoy le toca el turno al segundo capítulo de esta nueva puesta en escena de los piratas más divertidos del entretenimiento digital. ¿Estás preparado para proseguir las aventuras de Guybrush Threepwood y librar a todo el Caribe de una extraña maldición?

Previously on Monkey Island

El artículo que hoy nos ocupa es el segundo capítulo de Tales of Monkey Island, por lo que aquellos quienes no hayan jugado al episodio piloto se encontrarán algo más perdidos de lo habitual. No es necesario haber jugado a los anteriores juegos numerados de la franquicia, aunque sí es cierto que muchas bromas no se entenderán -o harán menos gracia- si no conocemos el contexto en el que se ha ideado, como por ejemplo la referencia al anillo de Elaine y su maldición en la tercera parte de Monkey Island. Para los que todavía desconozcan el argumento de esta nueva serie de aventuras cabe destacar que Guybrush Threepwood, el astuto pirata, ha trastocado las leyes de la naturaleza mediante un conjuro vudú hecho con artefactos de dudosa calidad. ¿El resultado? El Pirata Zombi LeChuck ha vuelto a la vida -ésta vez en carne y hueso, nada de cuerpos etéreos - y una nube tóxica ha aparecido sobre las islas caribeñas haciendo que multitud de piratas sanguinarios comiencen a sufrir una degradación latente muy poco agradable para la vista.

Así comienza el episodio piloto de estos cuentos de Monkey Island, comenzando el capítulo posterior precisamente donde lo dejamos la última vez, es decir, en alta mar y con Guybrush siendo atacado por un pirata del cual se desconoce la identidad. Dicha pirata no es otra que Morgan LeFlay, una caza piratas que lleva buscando a nuestro protagonista durante incontables años y que, por causas del destino, ha sido contratada por el científico chiflado que quiere la mano infectada de Guybrush, arrebatándosela en una dura -y divertidísima- batalla y colocando, en su lugar, un buen garfio pirata.

De vuelta al objetivo inicial de la aventura, y sin querer destripar demasiado el guión que Telltale Games ha preparado para la ocasión, hay que destacar que este capítulo gira en torno a tres artefactos que tendremos que conseguir para ubicar "La Esponja Grande" y así deshacer el entuerto que hicimos en el capítulo inicial. Pero evidentemente las cosas no serán nada fácil para el protagonista, teniendo que librar ingeniosas batallas contra lo inesperado, ayudando a desconocidos a cambio de una supuesta ayuda en su periplo y, quizá, con un poco de suerte, logre deshacer el brutal hechizo. Sea como fuere, Telltale Games ha preparado un cóctel pirata que asegura risas y diversión a partes iguales, en un guión que pone en entredicho a muchos exponentes del género.

Control bueno

Si hace una década los videojuegos de aventura gráfica se caracterizaban, entre otras muchas cosas, por controlarse íntegramente con el ratón, hoy en día vemos como teclado y ratón unen sus fuerzas para ofrecer al jugador una nueva forma de entender el género. De esta manera el movimiento de Guybrush correrá a cargo del teclado, mientras que con el ratón podremos observar los distintos escenarios en busca de pistas, personas con las que charlar y detalles de interés que nos desvelen nuevos aspectos de la trama. La mezcla es perfecta, y bastarán solo unos minutos (para los no iniciados) para cogerle el truco y comenzar a coger objetos y examinarlos por aquí y por allá.



Combinar objetos, así como recogerlos e interactuar con ellos será tan simple como hacer click, prescindiendo así de la típica interfaz con las cajas de verbos que tanto dieron que hablar hace 15 años. El estilo de juego se ha simplificado para que el único cometido que tenga el jugador sea el de ingeniárselas para resolver los puzles propuestos en esta entrega. Aún así, si el control híbrido no nos convence, siempre podremos hacer uso del ratón íntegramente, dejando pulsado el botón izquierdo del periférico y arrastrándolo para guiar al personaje en la dirección deseada. Por desgracia este control en algunas ocasiones falla debido a la falta de perspectiva en algunos escenarios.

La misma estela

Telltale Games ya ha demostrado en más de una ocasión que no hacen falta unos gráficos con millones de polígonos y unos entornos hiper realistas para representar un universo. Lo hizo con la vuelta de Sam & Max y lo ha vuelto a hacer en esta nueva serie episódica de Monkey Island. Tales of Monkey Island no cuenta con un apartado gráfico despampanante, y, en muchas ocasiones, podría incluso compararse a títulos de la anterior generación, sin embargo, debido a que estamos ante una aventura gráfica, al humor que destilan los diseños y, sobre todo, al buen hacer de los desarrolladores, los jugadores se olvidarán de las carencias gráficas en pos de disfrutar plenamente de una aventura como es debido.

Aún así, tal y como sucedía con el anterior capítulo, los escenarios del juego cuentan con unos colores muy vivos, y un dinamismo que pocas veces se ha visto en una obra de este calibre. Atrás quedaron los escenarios estáticos donde el movimiento brillaba por su ausencia. Telltale Games se ha adaptado a la nueva generación de una manera asombrosa, llevando incluso los nuevos diseños de los personajes a otro nivel, como por ejemplo una nueva raza de personajes que mezclan rasgos característicos humanos con los del mundo marino.

La música, sin duda alguna, es uno de los platos fuertes del producto, presentando unas melodías originales que pondrán los pelos como escarpias a más de uno. La composición de las melodías es perfecta, obra de Michael Land, como no podía ser de otra manera, mezclando temas conocidos de la serie y adaptándolos a los nuevos tiempos. Las voces, por su parte, cuentan con un excelente Dominic Armato a la cabeza para representar fielmente al protagonista, así como un buen elenco de actores de doblaje para presentarnos al elenco de personajes que componen este segundo capítulo de la saga. A día de hoy sería impensable un juego de Monkey Island sin la voz del señor Armato para caracterizar los excelentes diálogos de Guybrush, y eso los jugadores lo saben desde los primeros minutos de juego.

Cerrando un nuevo capítulo

No podríamos estar más contentos con el regreso de una de las franquicias más querida en la década de los noventa. La vuelta de Guybrush Threepwood y compañía ha despertado el interés de multitud de fans que esperavan con impaciencia la vuelta al caribe más divertida y alocada del mundo de los videojuegos. Es cierto que existen algunos aspectos que pueden no contentar al jugador más clasicista, como son el control o los gráficos en tres dimensiones, recordando así el sabor agridulce que dejó a muchos la cuarta entrega de la serie. Pese a todo, este segundo capítulo se presenta como un título redondo que pondrá a prueba nuestro ingenio y manera de pensar durante las tres o cuatro horas que dura como máximo el episodio. Lamentablemente uno de los aspectos más importantes del juego es la aventura, y, por el momento, se presenta en completo inglés, tanto en sus textos como diálogos, algo que sin duda hará que el jugador se lo piense dos veces antes de comprar la obra. Se espera que con el lanzamiento del último capítulo se ponga a la venta el pack con todos los capítulos juntos, incluyendo, entre otros extras, el idioma de Cervantes, como ya sucedió con la compilación de Sam & Max.