Análisis de Talent Not Included (PC, Xbox One)
Algo tienen los juegos que transcurren dentro de una obra de teatro que nos gustan tanto. Puede que sea el tono desenfadado que casi siempre les acompaña, puesto que se ve "el truco" al escenario –enemigos que cuelgan de cuerdas, el motor de las trampas-, o que en esta ambientación encontramos estupendos juegos como Dynamite Headdy, el más moderno Puppeteer o Super Mario Bros 3 –Miyamoto confirmó la teoría de que transcurre en un escenario-. Son sólo algunos ejemplos de estas supuestas representaciones en el mundo de los videojuegos a las que se suma una nueva: Talent not Included.
Al ver las primeras imágenes da la sensación de ser una aventura de plataformas de temática teatral, y si bien es cierto que hablamos de un juego inspirado en este género, con una jugabilidad muy clásica, hay que matizar algunas cuestiones.
El juego comienza contando una historia con tres mediocres actores convertidos en guerreros que superan retos para regocijo del público. Esperábamos una narrativa más interesante, o incluso una historia contada mediante nuestras andanzas, pero una vez comienza la partida el argumento pasa a un segundo plano y prácticamente se olvida; ni siquiera el humor que sus creadores han recalcado es demasiado destacable.
No es que nos importe mucho en un título de este tipo, pero esperábamos algo que explotase un poco más la puesta en escena –nunca mejor dicho-.
La segunda sorpresa con Talent not Included es que no se trata de un juego de plataformas de progreso horizontal, sino que todo transcurre en la pantalla del escenario. Una serie de rodillos en el suelo actúan de maquinaria para cambiar el decorado y las trampas en cada "pantalla", así que todo transcurre en ese reducido espacio, frente al público que vitorea y hace ruido mientras jugamos.
Es un juego divertido. Arriesga muy poco, pero se apoya en una base conocida por todos: saltos, saltos dobles, salto en paredes, rebotadores, trampas de pinchos, sierras móviles, cañones, enemigos con un patrón de movimiento definido y recolección de caramelos para aumentar nuestra puntuación. El objetivo en cada pantalla es alcanzar un símbolo de engranajes para que el paisaje se desmonte y aparezca una nueva prueba. La salud se mantiene a lo largo de cada escena, lo que supone que no debes cometer demasiados errores si quieres evitar arrastrar una vida baja más adelante.
Los personajes se manejan muy parecidos pero tienen diferencias en cuanto a habilidad especial. El caballero dispone de un impulso que puede ejecutar en tierra o saltando; con él realiza un desplazamiento horizontal que corta a los enemigos que se cruzan en su camino. La chica del grupo dispone de una voltereta durante la cual se activa una invencibilidad –puede pasar por trampas que en condiciones normales dañarían-, y el mago dispone de teletransportación, planeo en el aire y cambia el arma blanca por proyectiles de magia.
El número de corazones se va reduciendo con cada personaje desbloqueado –el mago el que menos-, por tanto sus fases son más difíciles, aunque para el momento en el que lo conseguimos ya dominaremos, más o menos, en qué consiste el juego. Talent not Included no es demasiado largo, en un par de tardes podrías ver casi todo lo que ofrece y tampoco es un juego difícil pese a que en la recta final se vuelve más exigente.
Cada héroe tiene una serie de niveles propios, pues el diseño de la partida está pensado para aprovechar sus habilidades exclusivas, y tras una serie de escenas aparece un jefe. Estos enfrentamientos son muy tradicionales, con un villano que realiza un patrón de ataque que debemos aprender; a veces hay que huir de rayos o embestidas, y después muestra su debilidad en una reducida ventana de tiempo. Tampoco es que sean nada de otro mundo, pero se agradecen después de una sesión de fases plataformeras.
¿Entretiene? Por supuesto que sí. Es una sucesión de pruebas con saltos y enemigos sencillos –por eso nunca se convierte en un juego de acción pura- de buen ritmo. Realmente no hay demasiada presión por jugar rápido, pero el recorrido está suficientemente bien planteado para que se pueda jugar al estilo speedrun, conectando el movimiento de saltos y golpes sin interrupciones. Eso no significa que la jugabilidad apueste por la locura frenética de un Super Meat Boy, porque la velocidad no es tan acelerada ni hay muertes instantáneas. Sólo en algunas fases aparece un tiempo límite para que recojamos, por ejemplo, todos los objetos posibles.
Lo que nos ha dejado un gusto amargo es que la idea de Talent not Included ha perdido el espíritu aventurero en favor de una sucesión de pruebas. Gustará a quien busque un desarrollo más arcade, basado en récords, y a los interesados en un título con cooperativo local para dos jugadores –en los mismos escenarios que el modo solitario-. Pero también es verdad que recuerda a las típicas fases de bonus que encontrábamos en los juegos de 16 bits, colocadas una detrás de otra sin mucho más contexto. Hay una buena cantidad de fases, son varios estilos de juego y la calidad más que aceptable; la cuestión es que había potencial para convertirlo en algo más ambicioso.
Esta limitación en variedad de juego también la encontramos en su ambiente. Buena música de estilo medieval, pero se hace un poco repetitiva. La decoración cambia en el mundo de cada protagonista, sin embargo no deja de ser un tapiz con diferente paisaje –bosque, nieve…- y un tipo de objetos ligeramente cambiado para las plataformas y árboles. Los enemigos, al menos, sí presentan comportamientos y resistencias diferentes, de manera que los más básicos sucumben con un golpe pero otros van protegidos y necesitan más impactos.
Conclusiones
Talent not Included demuestra que el estudio detrás del proyecto sí tiene talento, y que son capaces de abordar un género tan simple en apariencia y tan complicado de resolver con soltura como son las plataformas. Como experiencia desenfadada, en partidas cortas, cumple sobradamente con lo que se puede pedir.
Una lástima que, una vez más, los valores de una producción independiente se hagan notar no tanto en los gráficos y el apartado técnico, sino en el contenido. Queda a un paso de causar más impacto, de recibir una merecida ovación.
Hemos realizado este análisis en su versión de PC con un código de descarga que nos ha proporcionado Frima Studio.