Análisis de Synthetik (PC)
Los juegos de acción con vista aérea fueron muy populares a principios de los 90, pero con la llegada del 3D prácticamente desaparecieron. No ha sido hasta la explosión de los desarrollos independientes y estudios especializados en jugabilidad arcade, como Housemarque, cuando hemos empezado a ver más títulos de este tipo, donde exploramos un mapa, apuntamos con nuestra arma en 360º y eliminamos todo lo que se mueve.
A mediados de marzo Flow Fire Games lanzó en PC Synthetik, un intenso shooter con toque rogue-lite. ¿Qué nos hace hablar ahora de él? La actualización Legion Rising, que trae importantes mejoras y, para los jugadores españoles, textos traducidos –aunque tratándose de un juego sin carga narrativa esto apenas influye en los menús y el tutorial-.
Tal y como se podría esperar, Synthetik destaca por un planteamiento similar al de muchos otros juegos de este estilo, pero hace algunos cambios para no simplificar la jugabilidad hasta el extremo de utilizar un botón para disparar y poco más. Lo que no cambia, por supuesto, es que nos enfrentaremos a oleadas de enemigos de todo tipo, soldados, tanques y robots, cada uno con una resistencia y ataques, lo que impide utilizar la misma estrategia una y otra vez. En un rápido vistazo deberás ser capaz de ver las prioridades antes de quedar superado por los oponentes.
Para dar esta profundidad tenemos la cada vez más popular generación por procedimientos que cambia las cajas y su contenido en cada partida, el mapa, la posición de enemigos y demás. Aquí entra un poco el factor suerte, ya que cada arma está diseñada para un tipo de ataque en concreto –más dispersión, más cadencia, etc.- y no es lo mismo disparar con armas que abarcan una zona amplia, tipo escopetas, que otras que requieren una mayor puntería. Por cierto, incluye una mecánica de tiros a la cabeza, habitual en los FPS pero no tanto en juegos con vista aérea.
Probablemente el aspecto más novedoso de Synthetik se encuentra en la recarga de las armas. La mayoría de juegos arcade cuentan con munición infinita y recarga automática, con la opción de recargar manualmente para evitar quedar desprotegidos en una mala posición. Pues bien, en Synthetik primero se utiliza un botón para quitar el cargador y otro para colocar el nuevo; en ambas acciones se tarda unos instantes, y si tiras la munición antes de estar agotada, perderás esas balas –son mucho más escasas de lo que suele ser en los dual-stick shooter más puros-. Inspirado en Gears of War, si tenemos precisión en la recarga se hará rápidamente.
Al principio esta decisión jugable nos extraña e incluso puede molesta, pero queda claro que los desarrolladores han hecho de esto un elemento estratégico más, porque necesitarás buscar coberturas en las que realizar esta operación con seguridad. Synthetik no es un juego tan ofensivo como pueden ser otros arcades, algo lógico dada su naturaleza rogue-lite -avanza por escenarios y evita la muerte-. Un ejemplo de este realismo es que aquí influye nuestro movimiento en la puntería: en posición estática hay más precisión.
También es importante señalar que podemos elegir entre ocho especializaciones de clase, cada una orientada a una forma de jugar. Guardia antidisturbios –buen equilibrio de ataque y defensa-, artillero pesado, ingeniero, francotirador, asesino… Poseen diferentes especialidades de armas, ventajas y velocidad, lo cual cambia drásticamente la manera de jugar. A medida que vamos logrando experiencia, desbloqueamos nuevas ayudas con las que configurar a nuestro personaje o adquirimos nuevas armas, por lo que al cabo de unas horas dos clases del mismo tipo pueden presentar importantes diferencias.
Synthetik es un juego adictivo y bien diseñado. Incluso los gráficos, que podrían pecar de ser un poco simples –pese a que vamos dejando huella con nuestros tiroteos y explosiones-, terminan por dar una imagen clara y limpia que ayuda mucho a reconocer de un vistazo el tipo de enemigo, los misiles que nos lanzan o las trampas. Podría ser mucho más resultón, pero el equipo ha preferido una estética minimalista que es muy práctica. Y la banda sonora –electrónica, pero no muy machacona- acompaña muy bien.
El único inconveniente que encontramos es su naturaleza repetitiva, aunque esto dependerá de nuestra tolerancia con estos desarrollos que se basan en ir logrando nuevas armas o ítems que faciliten la siguiente partida. Nadie espera que llegues muy lejos al principio y necesitarás pulir tu habilidad así como evolucionar al personaje. La generación aleatoria, el gran número de clases diferentes e incluso el cooperativo online ayudan bastante a retrasar la sensación de monotonía, y la verdad es que la jugabilidad, una vez nos hacemos con las peculiaridades de recarga, es muy sólida.
Legion Rising ha aumentado este contenido de armas, enemigos, beneficios pasivos, objetos mejorables, entre otros ajustes. Es una expansión gratuita para aquellos que contasen con la versión original de Synthetik, pero también eleva un poco el precio del juego a la venta, que ahora pasa a llamarse Synthetik: Legion Rising.
Conclusiones
Synthetik: Legion Rising es uno de esos juegos "fáciles de aprender, difíciles de dominar" que te pueden mantener entretenido durante mucho tiempo, y si ya lo habías jugado, la expansión te da más motivos para volver a él.
Aunque está lejos de ser revolucionario, trae suficientes novedades a la fórmula de los shooter con vista superior –todo lo relacionado con una mayor importancia de la táctica- que sin duda merece la atención de los fans del género. El único requisito para disfrutarlo plenamente es tolerar los rogue-lite y aceptar que la frustración es parte de su diseño.
Hemos realizado este análisis en su versión de PC con un código que nos ha proporcionado Jaleo PR.