Análisis de Star Wars: Republic Commando (PC, PS4, Switch, Xbox)
Imagina el universo StarWars sin un Jar Jar Binks bromeando a cada momento. No pienses más en mundos como el de los Ewoks ni creas que las carreras se ganan como lo hace Anakin en el desierto de Tattooine. Esta vez, LucasArts nos transporta al StarWars más oscuro. En una mezcla entre lo que pudimos ver en el recóndito mundo de Dagobah y la macabra cueva de Hoth, tendremos la oportunidad de combatir al ejército de la Federación de Comercio en una guerra sin tregua.
Y es que nuestra historia comienza con la batalla que se libra en el desértico planeta Geonosis. Las fuerzas separatistas se han aliado con los nativos del lugar y han preparado un ejército droide que amenaza la estabilidad de la República. Por supuesto, los dirigentes republicanos no pueden tolerar tal osadía y por tanto, deciden mandar a la zona al recién creado ejército clon.
De esta forma se inicia el primer capítulo de las Guerras Clon; acontecimiento que pudimos ver en el final del Episodio II de Star Wars. Aunque como decimos, Geonosis será el principio. A modo de nexo de unión entre el Episodio II y el cada vez más cercano Episodio III, los jugadores tendrán la oportunidad de vivir algunos de los momentos más apasionantes de esta guerra entre los droides de la Federación de Comercio y las fuerzas republicanas.
Como es lógico, deberemos aprender a controlar a la perfección las acciones de nuestro comando si lo que queremos es salir con vida de todas las batallas en las que no veremos envueltos, aunque hay que dejar clara una cuestión. Republic Commando es un juego de acción en primera persona que utiliza, de manera muy superficial, las tácticas de combate que se pueden apreciar en títulos como Rainbow Six. Sí, está claro que si vamos corriendo sin utilizar el apoyo de nuestros compañeros, los enemigos lo tendrán demasiado fácil a la hora de abatirnos, pero tampoco esperéis poder montar grandes tácticas de combate porque Republic Commando no ofrece eso.
Aquí, el jugador puede ordenar que sus compañeros se parapeten en ciertas posiciones para así, frenar las acometidas enemigas. También tiene la opción de ordenarles que protejan algunas zonas o que ataquen a ciertos enemigos, pero poco más se podrá hacer. De todos modos, esto no quiere decir que el juego no divierta. Si por algo se caracteriza esta nueva producción de LucasArts, es por ofrecer una experiencia de juego de lo más gratificante. Y parte de la culpa la tiene el magnífico control con el que ha sido dotada la versión Xbox.
Utilizando un control muy similar al visto en Halo, el jugador podrá controlar con suma facilidad al escuadrón, por ejemplo: si queremos que nuestras tropas protejan una entrada, pulsamos el botón A y con la cruceta, seleccionamos el comando "Asegurad la zona". De este modo, los tres miembros de nuestro equipo se posicionarán en el lugar deseado y esperarán impacientemente a las tropas enemigas. También podemos ordenar, de la misma manera, que entren en una sala y la limpien a balazos; o que olviden todas las órdenes y se reagrupen a nuestro alrededor.
Pero a parte de esta serie de comandos, el jugador también podrá posicionar a la escuadra en diferentes puntos del mapeado, por ejemplo: podemos ordenar a uno de nuestros soldados que se parapete en unos escombros o que ataque desde detrás de un obstáculo. Para realizar estas acciones, el jugador deberá fijarse en unas zonas marcadas con una especie de puntos. Si miramos esas zonas, veremos como aparece un holograma de uno de nuestros soldados, y justo arriba, la función que realizará si lo colocamos ahí. Pues bien, simplemente pulsando el botón A, uno de nuestros compañeros avanzará hacia esa posición y se preparará para el combate. Según la función indicada, el soldado se convertirá en francotirador, en soldado de apoyo, en granadero, etc.
También, podremos ordenar a nuestros compañeros que se monten en diferentes torretas, que pirateen los sistemas informáticos o simplemente, que se encarguen de abrir las puertas. Por supuesto, el jugador podrá realizar, si lo desea, todas estas tareas, es decir; en vez de ordenar que nuestro equipo reviente una puerta y después, lance granadas, podemos piratear nosotros el panel de control y abrir la puerta sin hacer mucho ruido. También, si queremos, en vez de ordenar a uno de nuestros soldados que se monte en una torreta, podemos montarnos nosotros y encargarnos de los enemigos a base de misilazos. No es un juego muy profundo en cuanto a táctica se refiere, pero al menos, el jugador sí tendrá la sensación de ser un auténtico líder de escuadrón. Y esta, posiblemente, sea una de sus mayores virtudes.
En Republic Commando deberemos ir avanzando por un buen número de localizaciones que pondrán a prueba nuestra habilidad como líderes de comandos: debemos ser rápidos e inteligentes. Una mala táctica nos puede costar la vida a nosotros, y al resto de nuestro equipo. En muchas ocasiones, tendremos que proteger a nuestras tropas mientras se encargan de colocar explosivos. Otras tantas veces, nos tocará coger el rifle de francotirador para eliminar a los enemigos que nos hacen la vida imposible desde la lejanía. Si aparece uno de esos enemigos casi indestructibles, nos tocará combatir con el armamento pesado, pero también, tendremos que ordenar a nuestras tropas que utilicen su arsenal más demoledor.
Y ya que hablamos del armamento, lo mejor que podemos hacer es comentar las cualidades que poseerá nuestro rifle de asalto. Y es que para empezar, este fusil de asalto se puede convertir en un rifle de francotirador y en un lanzagranadas con suma facilidad. Simplemente utilizando la cruceta, el jugador podrá cambiar la función de su arma en cuestión de segundos, facilitando de este modo el cambio a la hora de afrontar las situaciones que se nos vayan presentando: si de repente aparece un droideka, lo mejor que podemos hacer es coger el lanzagranadas, en cambio, si combatimos contra droides de infantería, con el fusil en su estado normal tendremos más que suficiente.
Estas tres opciones de fuego serán obligatorias, es decir; se trata del rifle de asalto estándar por lo que no podremos cambiarlo por otro tipo de armas. Aún así, los jugadores tendrán una cuarta opción. Los enemigos, al morir, dejarán su arsenal tirado por el suelo por lo que el jugador, podrá hacerse con: bazucas, escopetas, rifles pesados, etc. Por supuesto, deberemos emplear sabiamente las armas para no quedarnos sin munición en los momentos más inoportunos: habrá momentos en los que la escopeta será la mejor opción, pero en otras ocasiones, puede ser mucho más provechoso un buen bazuca.
En cuanto a las granadas, el jugador también deberá emplearlas sabiamente si lo que desea es salir con vida de las diferentes situaciones en las que se verá envuelto, por ejemplo: cuando luchamos contra los droides, lo mejor que podemos hacer es lanzar granadas eléctricas, pero si en cambio, luchamos contra enemigos orgánicos, la mejor opción será la de lanzar granadas termales.
También, la mayoría de nuestras misiones consisten en ir del punto A al punto B eliminando a los enemigos que vayan apareciendo y sorteando los obstáculos que se encuentren por el mapeado. No habrá rutas alternativas por lo que la rejugabilidad quedará muy limitada. De todos modos, como decimos, la espectacularidad estará asegura y será por tanto, el elemento que haga que queramos seguir disfrutando de las refriegas en Republic Commando. Y a este efecto ayuda mucho el estilo visual adoptado a la hora de representar la acción.
En LucasArts han utilizado una visión al estilo Metroid Prime, es decir, el jugador tiene la sensación de vivir la aventura desde dentro del traje del soldado al que encarna. Sin duda, la sensación de inmersión aumenta mucho con este tipo de visión, pero lo hace todavía más con detalles como el de las salpicaduras de sangre que se quedarán en la pantalla hasta que un haz de luz las limpie –como si de un limpiaparabrisas se tratara-. También, habrá ocasiones en las que nuestro casco se resquebraje, y otra vez más, el haz de luz reparará las zonas dañadas.
Estos detalles, unidos a la espectacularidad a la hora de representar las batallas, dotan a Republic Commando de un apartado gráfico de lujo. A lo largo de las tres campañas de las que consta la aventura, el jugador combatirá en todo tipo de escenarios: ya sean espacios abiertos, túneles estrechos o grandes salas repletas de maquinaria industrial. Los juegos de luces en los diversos escenarios conseguirán generar un ambiente tétrico: entremezclando zonas oscuras iluminadas por pequeñas fuentes de luz, con grandes espacios soleados. Los enemigos, dotados de una gran inteligencia artificial, atacarán desde todos los frentes, poniéndonos en apuros en más de una ocasión. Serán constantes las grandes aglomeraciones de enemigos en pantalla y en ocasiones, aparecerán las tan temidas ralentizaciones. No son excesivamente molestas, pero sí las notaremos mucho cuando comiencen a llover disparos por todos los frentes.
En cuanto al apartado sonoro, Republic Commando cumple con creces su cometido. Las melodías, extraídas directamente de las películas, acompañarán a la perfección a la acción: en los momentos más tensos, el silencio se mezclará con piezas musicales ambientales; mientras que en los momentos más moviditos, la música resonará con más fuerza que nunca. Los efectos sonoros de las armas, como el de las explosiones, también mantienen un nivel impresionante. Todo aquel que disponga de un buen equipo de sonido, podrá disfrutar de un ambiente bélico increíble: explosiones, gritos y rugidos, disparos láser,… en todo momento tendremos la sensación de estar dentro de una película de Star Wars.
Lo malo es que las voces, a pesar de mantener un gran nivel de interpretación, no han sido dobladas al castellano por lo que constantemente, tendremos que estar leyendo los subtítulos para saber qué objetivos debemos cumplir. Claro, cuando los subtítulos aparecen en medio de las refriegas, será difícil concentrarse por lo que no hubiera estado de más doblar el juego a nuestro idioma.
Y esto será, a grades rasgos, lo que encontraremos en esta nueva producción de LucasArts. Es un gran juego de acción que nos divertirá en las poco más de diez horas que dura. El problema radica en que aparte de ser demasiado corto, es un juego muy poco rejugable. Claro, el modo online podría haber sido un aliciente para dedicarle unas cuantas semanas más al juego pero no es así. Hablamos de una modalidad online demasiado típica. Tenemos pocos mapas para jugar y las partidas suelen ser poco desafiantes. No existe una gran variedad en los modos de juego y aunque en la versión para Xbox el juego posee un multijugador a pantalla partida, no será suficiente aliciente como para dedicarle más horas.
Por lo tanto, serán muy pocos los que quieran dedicarle horas al juego teniendo otros títulos con los que disfrutar con los amigos. De todos modos, y como ya hemos dicho, es un juego muy divertido e intenso. Hablamos de diez horas en las que no pararemos de combatir a todo tipo de enemigos y guste o no el universo Star Wars, cualquier jugador podrá disfrutar de las lindezas de esta nueva obra de la factoría de George Lucas.
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