Análisis Songs for a Hero, plataformas y acción al estilo Wonderboy (PC)

No es un dato tan conocido como los juegos más famosos de lugares como Estados Unidos o Japón, pero resulta que si hay un país donde la Master System aguantó hasta… realmente hasta la actualidad (aunque se dejaron de hacer juegos de manera oficial a finales de los 90, se siguen vendiendo versiones de la consola hasta la fecha de hoy), es Brasil. Allí nombres como Alex Kidd o Wonderboy son tan importantes como puedan serlo Mario, el Jefe Maestro o Crash Bandicoot. Por eso no es de extrañar que de allí salgan proyectos como este Songs for a Hero, llamado en su momento A Lenda do Herói (ahora actúa como subtítulo), y que en su desarrollo intervengan dos partes. Por un lado el estudio Dumativa Game Studio, creador del plataformas y acción Shieldmaiden, y por otro lado los hermanos Castro (no hablamos de los políticos), un par de personalidades muy influyentes en sistemas de transmisión digital por internet para territorios de habla portuguesa.

Gracias a esta unión nos encontramos con que Songs for a Hero es un juego muy conocido en el territorio brasileño, pero no tanto por nuestras tierras, a pesar de ser un título muy interesante.

Un sentido homenaje a Wonderboy

Lo primero que llama la atención de este Songs for a Hero es que es claramente un homenaje a la saga Wonderboy, en concreto a la parte de Monster World. Posiblemente, si tuviéramos que elegir un título de la saga al que se parezca más sería Monster Land (el primer Monster World), aunque tiene cosas de juegos posteriores, como Monster World III.

Lo segundo, y aquí es bastante único (por no decir absolutamente original, porque algún juego lo hizo antes de alguna manera, como Skullmonkeys), es un juego en el que constantemente nos van narrando las andanzas de nuestro protagonista vía canciones en inglés, escritas y cantadas. Si, al empezar la partida dice eso de "Me presento a mi mismo, soy el héroe de esta canción", y para acabar una conversación cantada entre los diferentes personajes respecto al enemigo final al que se van a enfrentar. Y así todo el juego. Cada enemigo nuevo, cada situación distinta, cada cosa que pase durante la partida tendrá su contrapartida cantada.

Lo cierto es que más allá de este interesante añadido, lo mejor de Songs for a Hero es que es un gran juego de plataformas y acción. En él manejamos a un guerrero que tiene una misión en teoría convencional: Rescatar a la princesa. Más allá de que tenga homenajes a otros juegos (y hasta aquí podemos leer), en Songs of a Hero nos enfrentamos a un mapa con nuee escenarios (y alguna sorpresa), cada uno de ellos divididos en varias fases y un jefe final. Cada fase funciona de manera diferente, pero al final la tarea principal es conseguir llegar al punto que nos permite continuar la partida, y de paso conseguir todos los extras que nos permitan hacer nuestro avance más fácil, de manera que podremos encontrar nuevos movimientos, magias, aumentar nuestra vida, nuestra energía, y además podemos almacenar monedas que se pueden canjear por estos y otros elementos, como botellas para regenerar nuestra vida.

La jugabilidad básica es bien sencilla: con un botón atacamos, con otro saltamos y con otro nos protegemos con el escudo, pero conforme vayamos avanzando podremos ir aprendiendo nuevos movimientos que requerirán de otras pulsaciones de nuestro mando, como ataques a distancia, doble salto o movimientos de carga, además de otros que ya descubriréis si os adentráis en sus entrañas. El combate está muy bien llevado, ya que los enemigos, hasta los más sencillos, intentan ofrecer algo de reto sin ser demasiado complicado, de manera que veremos a las serpientes del inicio abalanzarse sobre nosotros, a las abejas lo mismo pero mientras vuelan, y los monos dirigir su ataque hacia nuestra posición, de manera que si bien uno a uno ninguno de estos enemigos resulta una complicación excesiva, si nos relajamos nos encontraremos con algo menos de energía de la prevista.

Lo mismo pasa tanto con el plataformeo como con la exploración, y no será raro que repitamos fases al ver que no hemos podido alcanzar todos los secretos, que demos vueltas a aquellas que sean menos lineales, o que nos entretengamos a buscar si en las paredes u otras zonas del mapeado hay cuevas secretas o ítems que de otra manera no podríamos disfrutar. A todo esto añadir que además cuando consigamos otros movimientos podemos volver a pasar por los diferentes niveles buscando a ver si ahora si conseguimos todos los objetos.

Otro punto importante son los enfrentamientos con los jefes finales, que tienen un toque clásico tan marcado que no será extraño que mientras nos enfrentemos a ellos nos vengan usos y costumbres ya vistas, lo cual no queda como algo poco innovador, sino como una agradable sensación de estar en casa, y de esperar poder dar respuesta al patrón de turno que seguramente ya hayamos visto anteriormente a poco que llevemos un poco de tiempo en esto de los videojuegos.

A nivel visual se encuentra a un nivel intermedio entre lo que vendría a ser un juego independiente con estilo pixel art, y obras tan trabajadas como Monster Boy o el remake de Wonderboy The Dragon's Trap. Sus escenarios son bonitos y cuenta con varios planos de parallax, lo que queda muy bien, tiene efectos especiales a lo largo y ancho de su mapeado (y esto incluye alguna sorpresa y algún homenaje que os harán seguramente bastante ilusión), los enemigos son entre simpáticos y entrañables en muchas ocasiones (cuando no sean directamente amenazadores), y cuenta con un buen número de movimientos. A pesar de todo, el juego tiene un toque retro propio de una época en la que los juegos tenían menos recursos visuales, de manera que como hemos dicho anteriormente no alcanza los niveles de las obras anteriormente citadas. Recuerda, de hecho, a otro juego brasileño también analizado aquí, Gryphon Knight Epic, pero en este caso siendo un plataformas en vez de un matamarcianos.

A nivel sonoro es una salvajada. Todo el juego, prácticamente, está cantado, y no sólo es que las canciones sean muy graciosas (en inglés o portugués, eso sí) , sino que cada una tiene su ritmo al más puro estilo de los bardos medievales. A esto hay que añadirle las músicas de fondo y los efectos especiales, que evidentemente no destacan al lado de la constante sonata que nos acompaña en la partida.

Conclusiones

Songs for a Hero es un plataformas de acción y exploración mucho más interesante de lo que pueda parecer en un primer instante. No sólo es muy divertido y cuenta con detalles como el hecho de tener canciones a lo largo y ancho del título (no es demasiado largo pero sí lo suficiente para este tipo de juego, entre 5 y 10 horas), sino que hay sorpresas y homenajes constantes a lo largo de la partida, está muy bien construido, y a nivel visual sin ser del más alto nivel es perfectamente disfrutable. Si os gusta el género y queréis disfrutar de una propuesta que no es de las más conocidas, ésta es una magnífica elección.

Hemos realizado este con un código proporcionado por Dumativa Studios.