Análisis de Sid Meier's Starships (PC, iPhone)
Si hay un diseñador o creativo capaz de reinventar década tras década -y título tras título- el contexto y el género de los simuladores estratégicos, ese es Sid Meier. El padre de Civilization nos ha ido deleitando con numerosas entregas, secuelas y versiones de algunos de sus más famosos juegos y sagas, adaptando su jugabilidad a los nuevos tiempos a los requisitos de unas audiencias cada vez más especializadas. Tras el excelente Sid Meier's Civilization: Beyond Earth, que cambiaba la clásica ambientación histórica de la franquicia por otra más futurista y volcada a la conquista especial, Sid Meier y su equipo deciden dar un paso más y lanzar un spin-off basado en el mismo universo, pero centrado en la conquista planetaria en los confines del universo de una humanidad que hace mucho tiempo que olvidó la Tierra.
El universo en nuestras manos
Civilization Beyond Earth ya coqueteó con los albores de una humanidad en el espacio. Tras un éxodo masivo provocado por un colapso ecológico planetario, los seres humanos deciden trasladar la civilización a los sistemas más lejanos del planeta Tierra, en una búsqueda de reiniciar la sociedad más allá de las estrellas. Los comienzos son complejos, arduos y dificultosos, y el juego de Sid Meier, precisamente relataba eso. Sid Meier´s Starships avanza varios cientos de años para contarnos los dimes y diretes del hombre en las numerosas galaxias ocupadas tras la salida del planeta azul, contándonos y preparándonos para los inherentes conflictos y conquistas ligados al ser humano.
En Sid Meier´s Starships no tendremos que comenzar nuestro imperio desde cero, ni gestionar los recursos, ni estar preocupados por los dimes y diretes de la democracia en nuestro país, continente o planeta de origen como en otros juegos de la saga Civilization. De hecho, aunque comparten algunos factores y características jugables, podríamos decir sin temor a equivocarnos que Sid Meier´s Starships es un simulador de flotas galácticas, con un fuerte componente militar y táctico.
En el juego empezaremos eligiendo cualquiera de las diferentes colonias y federaciones existentes, escogiendo planetas con unos recursos concretos y lanzándonos a la conquista de sistemas, satélites y galaxias vecinas. El objetivo, siguiendo la jerga habitual de la saga Civilization, consiste en lograr la supremacía militar y táctica, conquistando y controlando -al menos- más de la mitad del territorio disponible en una partida.
Para ello, antes de adentrarnos en el frío y vasto espacio, Sid Meier´s Starships nos propone algunos elementos de ayuda y modificadores de nuestra partida, que nos concederán determinadas ventajas en función de nuestra elección. Cada afinidad -Pureza, Supremacía y Armonía- supone un comienzo de partida diferente, condicionando en buena medida nuestro juego. Sid Meier´s Starships nos ofrece una cartera de objetivos para ganar la partida que van desde la Dominación, a la victoria por Población, pasando por la que versa sobre construcción base de Maravillas o el uso intensivo de las tecnologías a través de la Ciencia.
No hay que olvidar que nuestro planeta natal será la base de todas nuestras operaciones de expansión e investigación, y desde el que partirá al comienzo nuestra flota. Avanzar en una partida normal de Sid Meier´s Starships no es, en principio, demasiado fácil. Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que, aunque hablamos de un juego centrado en la conquista planetaria y en menor medida, diplomacia y relaciones comerciales entre imperios -si es que somos menos belicosos-, debemos permanecer muy atentos a los recursos y materias primas disponibles en cada planeta.
Por eso, en Sid Meier´s Starships, hay que cuidar con ahínco todos los planetas que decidamos conquistar o controlar mediante relaciones diplomáticas, expandiéndonos únicamente cuando lo veamos estrictamente necesario. Tener varios planetas controlados bajo nuestra presencia militar -en los que podemos, o mejor dicho, debemos fundar sendas ciudades cuando nuestros recursos lo permitan-, significarán un mayor avance en el desarrollo de tecnologías e ingenierías, abriéndonos la puerta a una flota mejor equipada, más potente y puntera -que es la base de la expansión en el título-. Pero para ganar, en Sid Meier´s Starships siempre hay que arriesgar, y en más de una ocasión, un ataque rápido, arriesgado -o preventivo-, es la mejor opción para triunfar.
El juego presenta una interfaz y un mapa bastante intuitivo, dividido en galaxias y sistemas, que nos invita a enviar nuestras naves y cruceros en una continua exploración y demostración de poder espacial. Es esta vertiente militar y de combate, quizás lo más destacado de Sid Meier´s Starships, en la que revela todo su potencial como juego, aunque creemos que no está del todo aprovechado como debería. En Sid Meier´s Starships no combatiremos contra razas alienígenas, ni contra imperios de inteligencias artificiales milenarias. Lo haremos contra otros imperios y federaciones de humanos, sin entrar en las operetas clásicas de la ciencia ficción más mundana. Una vez tengamos que asediar y combatir por un planeta o planetoide en concreto -su tamaño varía, y con ello, los distintos premios y recursos que podemos obtener-, el juego pasará a una pantalla dividida en hexágonos, como si de un juego de mesa se tratase.
Cada mapa -en relación a cada sistema o batalla a librar- tiene una serie de objetivos, y una cartografía espacial concreta -llena de agujeros negros, asteroides…- que deberemos valorar antes de entrar en combate. Podemos usar la disposición de cada escenario a nuestro favor, utilizando los asteroides y rocas para cubrirnos y esconder nuestras naves, etc. Durante cada turno, podemos disponer de una serie de movimientos concretos, que variarán según la velocidad que tenga nuestra nave. En Sid Meier´s Starships también debemos tener en cuenta las armas a larga y corta distancia -así como de si tenemos una línea de disparo clara o no- o los índices de defensa, obligándonos a conocer nuestra flota antes de batirnos en duelo, y a crear escuadras bien balanceadas con distintos tipos de cazas -hay algunas naves nodrizas que pueden desplegar pequeños escuadrones- o fragatas militares.
Podemos desarrollar un cierto número de naves, y mejorar profundamente las que vayamos consiguiendo, perfilando sus características conforme vayamos desbloqueando tecnologías y amontonando créditos, pero poco más. Las batallas, pese a que son divertidas, son extremadamente limitadas, y al poco tiempo, una vez tengamos un número ingente de naves rondando por ahí, veremos como las misiones se repiten una y otra vez y no ofrecen demasiados retos de cara al jugador. El mayor reto a la larga en Sid Meier´s Starships supondrá el tener la suficiente influencia en una pléyade de sistemas enorme a controlar, el de ir rotando de permisos a los tripulantes de nuestras naves -y así otorgarles el descanso y premio necesario por sus servicios- y el de afrontar con cabeza las reparaciones de la flota.
Más allá de los combates, es precisamente en estos terrenos -en la gestión de recursos de los distintos planetas, en la construcción y reparación de flotas, en las bonificaciones obtenidas por las relaciones comerciales-, en los cual Sid Meier´s Starships se siente más cómodo y completo con respecto al jugador, y en los que de verdad, podemos vislumbrar los profundos grados de estrategia que siempre han impregnado los títulos de Sid Meier.
Técnicamente, Sid Meier´s Starships es un título agradable, pero que no termina de explotar en ningún momento. Su diseño es bastante mundano, con naves, planetas y menús que nos dicen poco o nada, si bien a su favor hay que decir que se mueve con soltura en todo momento. En un videojuego en el que las naves tienen un papel predominante y absolutamente protagonista, creemos que tendrían que haber apostado más fuerte por el uso de un diseño más arriesgado y rompedor -como el que transpiran y ofrecen algunas de las naves del maestro Chris Foss, por ejemplo-, y no el uso tan conservador de modelados y texturas que finalmente se ha visto. Sí, tenemos en cuenta que Sid Meier´s Starships es un juego que también sale en iOS, pero no habría estado nada mal alguna que otra opción extra en PC -cuyas opciones de configuración gráficas son paupérrimas-. El juego está completamente traducido al castellano -que no doblado-.
Conclusiones finales
Si nos dejamos llevar por su simplicidad, Sid Meier´s Starships se revela como un juego muy entretenido y capaz de encandilar al usuario más táctico y sosegado. Aunque Sid Meier´s Starships nos ha producido ciertas sensaciones encontradas por culpa de sus pocas y limitadas opciones jugables -pensadas en demasía para las interfaces táctiles del iPad o el iPhone, plataformas en las cuales también se lanza el juego-, y no se puede comparar con otros títulos de Firaxis más grandes, profundos y redondos, nos demuestra que en su fondo, reside un buen título de estrategia.