Análisis de Seven Kingdoms 2 (PC)
Hace más de dos años salía, de la mano de Trevor Chan y su compañía de Hong Kong Enligh Software, un juego de estrategia en tiempo real que mezclaba interesantes elementos de producción de bienes y combate, junto con un nuevo elemento de espionage. El juego era sencillo y adictivo. ¿El nombre? Seven Kingdoms. Aunque recibió buenas críticas en todas partes, por alguna extraña razón el jeugo no fue un bombazo comercial, pero tuvo cierto éxito de ventas, y bastantes fans (entre ellos, yo). Ahora ha salido ésta segunda parte que riza más el rizo en la guerra de las antiguas civilizaciones por la supremacía del mundo, pero un nuevo y poderoso enemigo hará que olviden casi todas las diferencias, los Fryhtans.
Los principios básicos del juego son los mismos que los de su antecesor (siempre que juegues como los humanos). Tus ciudades han de estar dominadas por un fuerte para defenderlas y que no se rebelen, contruyes minas y fábricas para producir bienes, junto con mercados para venderlos y exportarlos. En el Seat of Power invocarás al Dios de tu pueblo para que te ayude, y en las torres de ciencia desarrollarás nuevas tecnologías, que además de armas (catapultas, ballestas, cañones) también podrán ser de combate (combate cuerpo a cuerpo avanzado, a larga distancia, etc..), de producción (minería avanzada, agricultura avanzada...), espionaje (robo, soborno, etc...) y unidades especiales (una por cada pueblo).
El factor de espionaje, uno de los grandes aciertos del primer juego, se ha mejorado y especializado. Tendrás que desarrollar las tecnologías de espionaje en tu torre de ciencia y entrenar a tus espías en los colegios de espías.
Tus espías irán ganando en habilidad con el paso del tiempo, a no ser que los cojan y les cuelguen.
Un nuevo tipo de personaje de guerra se ha introducido en el juego, que es el héroe. Estas unidades de combate tienen un poder que una unidad normal no puede alcanzar y ciertos items especiales que les dan mayor habilidad (que también pueden utilizar las otras unidades). Los héroes pueden realizar gestas como luchar 1 contra 20 y ganar, y tienen nombres reales de los héroes de cada raza (veréis a Alejandro Magno, Julio Cesar, Germanico, Ramses II...).
Habrá doce "razas" para elegir, que són:
- Razas mediterraneas: Cartagineses, Griegos y Romanos.
- Razas del norte de Europa: Celtas, Normandos y Vikingos.
- Razas del medio oriente: Egipcios, Persas e Indios.
- Razas del lejano oriente: Mongoles, Chinos y Japoneses.
Cada raza tendrá cosas en común como los gráficos de los edificios, pero cada una de ellas tendrá un Dios, una unidad especial y ciertas ventajas particulares.
En cuanto al juego como los Fryhtans, un nuevo concepto, además del dinero, es introducido. Los puntos de vida, necesarios para la creación de nuevas unidades o estructuras, que solo pueden obtenerse de dos maneras:
1) Matando humanos (que mal rollo).
2) Con una estructura especial que convierta recursos o dinero en puntos de vida (solo si eres minotauro).
Entre las razas Fryhtans están los Minotauros, los Kerassos, los Exovum, los Ezpinez y algunos más... aunque el nucleo del juego es sin duda jugar como una raza humana.
Los Fryhtans consiguen dinero esclavizando ciudades, de forma que te pagan un tributo anual fijo según el liderazgo del general que tengas en el fuerte Fryhtan.
Además del típico juego simple, que presenta posibilidades infinitas (creación de escenarios aleatorios) pero acaba haciendose repetitivo, están los modos escenario, en que tendrás que llevar a cabo una misión concreta, campaña, un modo muy interesante en el que tendrás que hacer que tu reino sea el victorioso en una larga cadena de escenarios (las posibilidades también son infinitas), crear un escenario, partida multijugador... Vamos, que hay juego para rato.
El aspecto gráfico del juego no está a la altura de las nuevas generaciones de juegos, pues están en una perspectiva 2D isométrica, pero eso también es bueno ya que los recursos exigidos son mínimos y la calidad gráfica aún así es alta. Tanto las unidades como los edificios son fácilmente reconocibles y tienen gran detalle.
El aspecto sonoro está a un gran altura, con diferentes voces para cada pueblo y bien hechas, aunque algunas son EXACTAS a las del 7K1. En cuanto a la música, eso si que es lo que a mi me ha gustado, ya que tiene melodías que recuerdan a cada pueblo y que cambian según el ambiente. Tiene calidad CD y le da muchos enteros al aspecto sonoro. El sonido FX no destaca pero acompaña bien a las acciones, por lo tanto cumple su función.
La jugabilidad es lo mejor de este juego. El control de todas las facetas del juego es muy intuitivo y fácil de aprender. Su jugabilidad tiene el patrón de todos los buenos juegos de estrategia: Fácil de controlar, dificil de dominar. Así que os costará cada vez más llevar a la gloria a vuestro reino según crezca el nivel de dificultad, que puede llegar a ser desesperante, pero nunca imposible.
Sobre la diversión hay poco que decir. Simplemente te engancha, y no puedes dejar de jugar hasta que tu reino se haya quedado sólo en el mundo tras acabar con los demás. Asi de sencillo. El juego es prácticamente infinito ya que los mundos y las campañas las genera aleatoriamente el juego, así que dejaréis de jugar cuando estéis hartos de tantas batallas de la edad antigua.
En total, un juego muy recomendable a todos los amantes de la estrategia en tiempo real, sobre todo para aquellos que no tienen un super equipo con tarjeta 3D, y quieren un juego que les mantenga enganchados mucho tiempo.