Análisis de Sam & Max Season One (PC)

Los defensores de la ley más peculiares que haya contemplado nunca tanto el mundo del cómic como el de los videojuegos, han atravesado un verdadero calvario para regresar a las pantallas de nuestros PCs más de una década después. La creación humorística de Steve Purcell, reconocida a nivel mundial incluso en mayor medida por Sam & Max Hit the Road, aventura gráfica de LucasArts editada para PC allá por 1993, que por sus historias originales en formato de tira cómica, comenzadas en 1987, es ahora una obra apadrinada por Telltale Games, empresa americana que cuenta en su plantilla con antiguos miembros de la prestigiosa sucursal de videojuegos de George Lucas, y que ha nacido para potenciar, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, el género de su especialidad y predilección: la aventura gráfica.

Sam y Max no son policías o agentes de la ley al uso. Bajo la denominación de "Freelance Police" (que se vendría a traducir como "policía independiente"), estos seres antropomórficos reminiscientes a un perro y un conejo se ganan la vida en la ciudad de Nueva York mediante un negocio de agencia de seguridad privada. Siempre bajo previo encargo telefónico de un nunca revelado comisario, Sam y Max asumen roles propios de detectives privados y se echan a la calle para resolver el problema en cuestión, aunque ello implique hacerlo de la manera más rocambolesca posible. Sam es el cerebro del grupo, de carácter calmado y dotado de grandes capacidades de deducción y dialéctica, siempre aportando el toque de raciocinio y perspicacia propios de un detective. Max, en cambio, es la pequeña bestia del dúo. De carácter hiperactivo y mentalidad ácida, no duda en humillar a quien le plazca o recurrir a la violencia física si se hace necesario, siendo su compañero Sam la única persona con la que realmente tiene una relación cordial y amistosa.

Con todo, no es ningún secreto que el trasfondo en el que se mueven Sam y Max sea de humor y comedia, con especial hincapié en los diálogos satíricos y en la autoparodia general que se hace de la sociedad americana. Quizás sea por ello por lo que la adaptación de los personajes al mundillo de los videojuegos, utilizando el género de la aventura gráfica, fuera tan satisfactoria en su día. Lejos ya de las exigencias de elevados beneficios de mercado en los que se amparaba LucasArts y que dieron con la ruptura de relaciones entre la compañía y los personajes de Steve Purcell, los chicos de Telltale Games no han dudado en brindarles una nueva oportunidad, y lo han hecho de una manera que está muy de moda últimamente gracias al crecimiento de los medios de distribución digitales: mediante contenido dividido de forma episódica.

Sam & Max Season One, que acaba de llegar a las tiendas españolas, no es un juego nuevo en el sentido más estricto. Lo que nos ocupa es realmente una recopilación de los seis episodios que han conformado la primera temporada de las nuevas andaduras de Sam & Max de la mano de Telltale Games. Estos episodios empezaron a distribuirse periódicamente y de manera digital a finales de 2006, concluyendo la primera temporada a mediados de 2007. Desde entonces, cualquier aficionado ha podido disfrutarlos gracias a servicios de descarga como GameTap o Steam, pero es ahora, con esta ansiada llegada a las estanterías de las tiendas españolas, cuando lo podremos hacer por primera vez con una localización al castellano.

Así pues, este producto físico es lo que vendrían a ser seis juegos en uno, y es algo que cualquiera puede apreciar nada más finalizar la instalación. Tendremos a nuestra disposición los seis episodios de la primera temporada para ser jugados de manera individual e independiente, pues esta compilación realmente no los une en un único juego a jugar de principio a fin, sino que los sigue manteniendo como programas separados con sus propios accesos ejecutables. No obstante, y aunque tengamos plena libertad de empezar cada episodio cuando nos plazca, se recomienda seguir el orden natural de los episodios. Aunque a priori no lo pueda parecer debido a la fragmentación y dado que cada episodio nos encarga un caso distinto a solucionar, estos siguen una progresión cronológica y mantienen unas conexiones argumentales muy básicas que al final acaban conformando un trasfondo temático común para todos ellos.



Sam & Max Season One, en sus seis capítulos que lo conforman, es una aventura gráfica de corte clásico, controlada vía puntero manejado por el ratón. El jugador asumirá el papel de Sam, mientras que Max le acompañará automáticamente por los distintos escenarios. En un interfaz bastante simplificado respecto a lo acostumbrado en las representaciones más clásicas del género, exento de comandos específicos para realizar acciones, bastará con señalar con el puntero el correspondiente elemento del escenario para que Sam interactúe con el mismo siguiendo una manera lógica, ya sea describiéndolo, recogiéndolo, activándolo, o comenzando una conversación en el caso de que se trate de un ser racional. Viene siendo habitual últimamente el que las nuevas aventuras gráficas apuesten por este interfaz de control de carácter intuitivo, posiblemente para hacerlas más amigables a los jugadores en general evitando los frecuentes atascos por no saber que hacer, pero a su vez lo tornan en juegos más asequibles y menos retantes para los jugadores más experimentados.

No obstante, este juego episódico está cargado de motivos que invitan a que los jugadores en general, no importa la veteranía que tengan en el clásico género, le den una oportunidad. El nivel de mimo y cuidado que ha empleado Telltale Games a la hora de adaptar el mundo de Sam y Max es más que notable, siendo algo que se puede apreciar nada más comenzar el primer capítulo, con Sam y Max aburridos en su oficina, sin haber tenido encargo alguno desde bastante tiempo, hasta que suena el... ¿teléfono? ¿Pero dónde está el teléfono? Un absurdo rescate de su propio teléfono será lo primero que tengan que hacer los policías independientes antes de conocer la misión que tienen para ellos, y también lo que tenga que hacer el propio jugador, a ritmo de composiciones musicales de Jazz, para adaptarse a las premisas más básicas del juego sin salir ni siquiera de la oficina de Sam y Max.

Lejos de las combinaciones de modelados poligonales con planos bidimensionales a la que siguen recurriendo todavía determinados juegos, Sam & Max Season One muestra entornos y personajes recreados de manera totalmente tridimensional, y sin resentirse ni un ápice la calidad gráfica por ello, con un progreso de la jugabilidad constantemente seguido por planos de cámara dinámicos que en ningún momento ocasionarán estorbo alguno al jugador. Bien es cierto que no nos encontramos ante un juego puntero en cuanto a despliegue técnico se refiere, y ni siquiera lo era ya cuando se empezó a lanzar en formato de distribución digital a finales de 2006.

Tampoco pretende ser un referente gráfico de todas formas, y a falta de comprobar como hubiese podido quedar el título que nos ocupa utilizando la consagrada técnica de "cel-shading", cumple perfectamente con su intención de adaptar los dibujos de Steve Purcell a las 3D completas, empleando fielmente la característica estética "cartoon" utilizada por el ilustrador en sus cómics, haciendo gala de unos personajes perfectamente caracterizados y redondeados en su constitución, demostrando un excelente trabajo de diseño en lo que a la recreación de los escenarios y a las tonalidades de color empleadas se refiere, y en definitiva, quedando un acabado visual muy agradable y resultón. Y todo ello, sin requerir un equipo demasiado potente para ejecutarse de manera suave y fluida, aspecto que será muy de agradecer para muchos usuarios sin PCs a la última.

De la mano de Sam y Max, los jugadores recorrerán distintos enclaves de esta caricaturesca Nueva York conforme van avanzando en los diferentes episodios, viéndose obligados también a visitar a otros lugares del panorama norteamericano como la Casa Blanca, e incluso habrá que viajar a la Luna. Siempre habrá una base común en la que empezará cada episodio, sin embargo, y será el barrio donde están emplazados la oficina de Sam y Max, la tienda (o "desatienda") de utensilios de Bosco, y el constantemente cambiante negocio de Sybil. A partir de ahí, y gracias al incombustible coche DeSoto de los personajes, estos se extenderán a nuevos escenarios según el episodio correspondiente. No será para lo único que se utilice el vehículo, pues también se podrá tirar de él para un minijuego de conducción en el que normalmente habrá que perseguir a alguien o se tendrá que esquivar obstáculos, a la par que se recorre una interminable avenida. Incluso en esta modalidad no se estará exento de resolver problemas recurriendo a la deducción e inteligencia en lugar de a la mera conducción de habilidad.



Si la ejecución de acciones a desempeñar en el entorno se realiza de manera intuitiva, el uso de los objetos recogidos tampoco será algo tedioso. Telltale Games ha recuperado, a modo de inventario, la clásica caja de cartón del Sam & Max Hit the Road de LucasArts, un guiño que todos los jugadores de aquel título reconocerán instantáneamente. El juego, que sigue un desarrollo lineal sin demasiadas ramificaciones, no suele cargar al jugador de una lista interminable de objetos a manejar para salir adelante, siendo unos pocos los que habrá disponible en cada momento y que serán necesarios averiguando previamente la combinación necesaria para su uso correcto, en otra muestra más de favorecer el progreso a la media de jugadores.

La relevancia del diálogo en Sam & Max Season One es absoluta. Sumando la totalidad de los seis episodios, el juego cuenta con un variopinto elenco de personajes con bastantes líneas de diálogo cada uno. Las conversaciones que tanto Sam como Max entablan con otros personajes hacen gala de un destacado humor inteligente a la par que absurdo, cargado de líneas satíricas, expresiones cómicamente rebuscadas, e incluso notorias muestras de humor ácido y picaresco, teniendo que llegarse a los malos modos en más de una situación, aunque realmente no se llega a recurrir a lenguaje soez, ya que todo se expresa vía dialéctica de terminología inteligente. Las referencias al modo de vida norteamericano, tanto de hoy como de ayer, estarán presentes una vez sí y otra también, hasta el punto de contemplarse incluso algunas parodias de costumbres típicamente foráneas según la situación.

Como ya se ha mencionado, la llegada a España de este título supone también la oportunidad de poder ser jugado por primera vez en nuestro idioma. Si bien hay que recalcar que la localización al castellano, aspecto que llegó a ser consensuado públicamente mediante una encuesta dirigida a los usuarios en general por parte de la distribuidora del juego en España, Nobilis Iberica, no es completa, incluso si anteriormente se prometió que así sería. A los textos y subtítulos en castellano, localizados de manera más que correcta y acertada, acompañan las voces originales en inglés de los personajes, lo que quizás eche para atrás a más de un jugador poco amante de la lectura de subtítulos.

El doblaje norteamericano, sin embargo, es de una gran calidad de entonación e interpretación, en un aspecto que también ha cuidado especialmente bien Telltale Games. Aunque los dobladores angloparlantes de Sam y Max no son exáctamente los mismos que participaran en la antigua aventura gráfica de 1993, estos tratan de mantener para ambos personajes un tono de voz muy similar al de aquellos, en pos de complacer a los seguidores, e incluso si Telltale Games como tal no tuvo nada que ver con aquel juego. De hecho, el doblador de Max, por motivos de salud, es cambiado del primer episodio al segundo y en adelante, no notándose prácticamente la diferencia. El resto de personajes no desmerecen tampoco en su actuación, siendo un doblaje bien compensado y que resulta agradable en líneas generales, y quedando para la incógnita si el doblaje al castellano que se hubiese hecho hubiera podido, no ya superarlo, sino como mínimo igualarlo.

Ha tardado en llegar, pero la primera temporada de las nuevas aventuras de Sam y Max no decepciona en absoluto. Quizás se le puede achacar algo más de dificultad y una mayor duración en líneas generales, sobre todo comparado con obras maestras atemporales del género al que pertenece, pero aún con ello, Sam & Max Season One cumple con lo prometido, ofrece diversión a raudales, y supone un gran y remarcable regreso de estos personajes al mundo de los videojuegos, al nivel de lo que hubiese podido hacer LucasArts en sus mejores tiempos, así como también uno de los mejores lanzamientos que vamos a tener este año en cuanto a aventuras gráficas se refiere. Y lo mejor está todavía por llegar, pues hace poco menos de dos meses que terminó la segunda temporada de Sam & Max en calidad de distribución digital, encontrándose ya a la espera de su recopilación en formato físico. Incluso se ha anunciado el desarrollo de una futura tercera temporada para 2009, además de adaptaciones consoleras de todas ellas. Con la esperanza de que podamos recibir en nuestro país las siguientes temporadas de la manera que nos ha llegado en formato físico la que aquí nos ocupa, no sólo podemos decir que Sam y Max han vuelto, sino que lo han hecho para quedarse, porque todavía queda ración episódica de policías independientes para rato.