Buen currículo
Dado que la estrategia está un poco aletargada en la masificación de los ETR o los Sim-Lo que sea (aunque éstos tienen mucho de simulador), siempre es interesante encontrar un titulo como Republic: The Revolution. Los estudios que lo han creado (Elixir) se han fundado alrededor de este juego y están capitaneados por el creador de la I.A.de Black and White: Demis Hassabis. Con estas premisas es fácil entender que es un juego basado bastante en la I.A, pero expliquemos detalladamente las premisas de éste.
El juego nos introduce en una republica ex comunista llamada Novistrana y ubicada (obviamente) en el este de Europa. La URSS se dinamitó a sí misma y ahora las naciones huérfanas de "padrecitos" con bigote o manchas en la cabeza necesitan nuevos líderes que las lleven a la democracia o las devuelvan redil de la utopía marxista. El juego te ubica en una especie de régimen post-bolchevique dirigido por un dictador populista llamado Vasily Kasarov.
Novistrana está dividida en barrios con sectores comerciales, proletarios, funcionariales o simplemente de ocio. Está totalmente representada en 3D al estilo de GTA3 pero con mucha más enjundia (cada edificio, al hacer clic en él, te cuenta una pequeña historia, lo cual tiene bastante mérito habida cuenta de la cantidad de juegos de estrategia "planos" que existen).
Por las calles andan los ciudadanos, estos pueden ser consultados sobre sus tendencias vía clic de ratón pero el miedo imperante (es una dictadura) hace que muchos rehúsen hablar de política.
Para aprendices de Lech Walesa o Vladimir Lenin
Es entonces cuando entra el factor jugador: eres el líder de una facción política en contra del régimen de Kasarov y debes intentar expandirte bajo la vigilancia dictatorial del amado Vasily. Hay algo muy interesante al empezar el juego y es que la ideología de tu facción se decide mediante varias preguntas al estilo de los antiguos libros de Timun Mas. Un ejemplo: alabar las facilidades del libre mercado te llevará a una facción de ideología liberal mientras que elegir métodos represivos te llevará a ideologías nacionalistas o comunistas. Esto es clave, puesto que la ideología de una facción influye en tus posibilidades y habilidades. Una facción comunista tiene muchísimas posibilidades de conseguir apoyo fácil en los obreros explotados, mientras que una liberal tiene el apoyo inmediato de la burguesía emprendedora. Por supuesto los barrios dominados por la iglesia ortodoxa rechazarán cualquiera de las dos doctrinas y se entregarán a cualquier facción tradicionalista.
Nuestro personaje tiene dos habilidades clave: Caza-Talentos y explorar. Caza-Talentos sirve para encontrar personajes afines a tu ideología (no, no intentes hablar a un líder proletario sobre las excelencias del libre mercado…) que puedan servirte con nuevas habilidades. Explorar es simplemente reconocer los barrios para reconocer los apoyos de facciones y los personajes disponibles. Los personajes disponibles es un factor clave en el juego, buenos colaboradores te pueden llevar de manera segura al poder, mientras que unos malos pueden acabar con tu partido desmantelado por la policía política del régimen. Los colaboradores, al ser afines a tu ideología, tienen los métodos propios de ésta. Los partidos liberales pueden realizar campaña, mítines y practicar la extorsión de manera suave mediante calumnias, amenazas, etc... Los partidos comunistas cuentan con la huelga y métodos de extorsión mucho más expeditivos.
Información al detalle
Cada cierto tiempo recibes teletipos sobre la situación política del país para saber a qué atenerte (por ejemplo: hacer un mitin después de una ola represiva solo conducirá a tu pronta eliminación). Aparte, tienes misiones periódicas para que tu facción siga creciendo (encontrar una nueva sede, liberar al Marcelino Camacho de turno para integrarlo en tu facción, etc...). La interfaz muestra a los personajes que controlamos; estos tienen una barra de acciones en la cual se van acumulando éstas (el juego transcurre por ciclos día-noche). Aparte en la esquina superior izquierda están las clásicas estadísticas y a la derecha un mapa. Hay dos vistas de Novistrana: una 2D (más útil) y una 3D (espectacular, pero difícilmente manejable), y debemos alternar entre ellas dependiendo de la que más nos convenga a cada instante.
Los cielos azules de Novistrana
Técnicamente es un juego espectacular, todos los viandantes están representados hasta el mas mínimo detalle (las manos con todos sus dedos, algo raro todavía en la mayoría de juegos) y los edificios no se quedan atrás (es realmente impresionante hacer zoom y encontrarte con floreros en las mesas de las restaurantes). Esto tiene un alto precio en los requisitos técnicos (512 megas de ram… aunque reduciendo la resolución se puede jugar con 256) y en el framerate (totalmente inconstante). Por supuesto, los niveles de detalle más altos son prácticamente imposibles a no ser que tengas la última GeForce o Radeon. A pesar de los requerimientos, el juego en cualquier resolución es totalmente espectacular.
Melodías cosacas de ayer y hoy
La banda sonora del juego es de una gran calidad, conteniendo música original de origen eslavo para los eventos políticos y ciertas armonías estridentes para los sucesos escabrosos (es bastante interactiva, al estilo del antiguo IMUSE de LucasArts). Los efectos de sonido están muy bien también, reproduciendo los claxon de los coches y hablando todos los secundarios en una especie idioma eslavo falso (no creo que sea un idioma, recuerda más a los galimatías de efectos del inolvidable Banjo-Kazooie).
"La Plata-junta"
Un juego tan complejo técnicamente y a la hora de jugar debe contar con una I.A. de altura para que no se preste a trucos baratos. Elixir no defrauda en eso, los enemigos de las distintas facciones son increíblemente astutos y no dudarán en erosionar tu poder de todas las maneras posibles. A estos enemigos se añade Vasily Kasarov, "el hombre que más amamos", autentico dictador estalinista que intentará una y otra vez acabar con tu progresión política. La dificultad se puede elegir al principio de la partida, y recomiendo empezar con una moderada para no sufrir atentados de las facciones enemigas día si y día también.
El control es eficiente, pero quizás se echa de menos un mayor control en factores económicos o de la propia doctrina ideológica (no se pueden modificar los valores mediante los cuales el jugador entra al juego). También es demasiado "personalista", estando más basado en las acciones de los diferentes personajes afiliados a tu facción, que a los movimientos de la facción en si (quizás se ha hecho esto para ser "más fácil" al publico novato). Otra critica podría ser la falta de un mayor número de acciones (éstas son un poco genéricas) y una mayor interactividad entre los personajes (solo hay una batalla dialéctica, un poco confusa, a la hora de cazar talentos). Sufre también de ser demasiado "automático", algo que le pasaba a Black and White, pero es muchísimo más interactivo y fácil de manejar que el anterior.
Ya desde un punto de vista más personal, creo que Republic se centra demasiado en las tramas civiles, quizás porque el objetivo del juego sea uno solo (ser presidente de la nación con el respaldo popular). Para futuras versiones estaría bien introducir el elemento de las tramas militares, el clásico pronunciamiento de una parte del ejército a favor de un partido.
Para paladares exigentes
Republic no es un juego para todo el mundo, cualquiera que se aventure en éste debe tener en cuenta la temática en la que está basado (una república post-comunista) y aquellos que creen que la estrategia es hacer veinte clics en el icono "Conquistador" se van a ver totalmente perdidos en un juego como este. Es un simulador de disidente político que requiere tiempo (los días son eternos y una partida puede durar un mes) y sobre todo astucia maquiavélica (adelantarte siempre a los que te van a dar el golpe). Recomiendo el juego a cualquier aficionado a la estrategia de calidad y a los estudiantes de ciencias políticas, pues éstos pueden llegar a tomar el juego como una especie de "entrenamiento" de cara a un futuro.