Análisis de Punch Club (PC, Android, PS4, iPhone, Switch, Nintendo 3DS, Xbox One)

A mediados de 2014 un par de amigos de San Petersburgo publicaron un vídeo acerca de un juego que se llamaba Video Hero Story. Anteriormente habían hecho otros juegos no demasiado conocidos como Rabbit Must Die (una especie de juego de estrategia de perspectiva lateral), Fairy Kingdom HD (un juego para móvil y tabletas del tipo de otros éxitos estilo Clash of Clans), o Jungle Rush (otro juego que funciona bastante bien en dispositivos táctiles).

Como veis, un currículum no demasiado notable (al que se le añaden algunos juegos aún más pequeños, en Flash y similares), pero que no es óbice para que un publisher independiente destacado como es Tiny Build haya confiado en lanzar su siguiente juego (con cambio de nombre de la empresa y del título), causando un cierto revuelo.

El comienzo del año no es el momento ideal para hacer grandes ventas, pero a la vez es un buen momento para evitar pesos pesados que puedan tapar el lanzamiento de un desarrollo independiente como el que nos ocupa. En el caso de Punch Club la gente de Tiny Build ha ideado una campaña de promoción al estilo "Twitch Plays", en este caso con el juego que aún no había aparecido en tiendas, de manera que hasta que los usuarios de esta plataforma de vídeos no lo finalizasen no saldría al mercado.

Este sistema se ha demostrado como realmente eficiente para promocionar este juego, y ha acabado atrayendo a más de 5.000 usuarios de manera concurrente, y convirtiéndose en uno de los lanzamientos destacados de este comienzo de año.

¿Pero qué es exactamente Punch Club, y por qué es tan interesante? Suponemos que conoceréis juegos del estilo de Game Dev Story, en el que manejamos una empresa y tenemos que hacerla mejorar, gestionando recursos y tiempo, para poder convertirnos en la mejor empresa desarrolladora de videojuegos. Este tipo de juegos, llamados tradicionalmente tycoon (magnate en inglés, pero hubo varios juegos famosos de este estilo a principios de la década de los 90), son muy adictivos, de los que te pones a jugar y se te olvida el tiempo que estás invirtiendo en ellos, además de no parar de pensar en ellos ni durmiendo.

Pues Punch Club es una mezcla de juego de estrategia y gestión con un simulador de vida del más puro estilo Tokimeki Memorial. Títulos que no suelen salir de Japón y donde interpretamos a un estudiante durante un curso (es importante este punto, pues el calendario es el que nos marca lo que va a ocurrir en cada momento) y en el que suele haber una serie de objetivos, como puede ser superar unos exámenes o conseguir ligarse a unas compañeras (podéis pensar en la parte que no es de combates de los últimos títulos de la saga Persona, o en algún juego no demasiado conocido como Sprung, de Ubisoft para Nintendo DS).

La premisa de Punch Club es la venganza, de una manera parecida a la de Shenmue. Nuestro protagonista es el hijo de un luchador, que en un momento dado muere bajo las malas artes del malo maloso de turno. Nuestro padre ya nos advirtió en vida que seríamos mejor luchador que él, y por ello dejó encargado de nuestro entrenamiento a un buen amigo suyo.

El juego comienza en nuestra casa, con nuestro personaje recibiendo una llamada de ese amigo. Le comenta que debemos encontrar un trabajo, pero sobre todo que como nuestro padre le dejó al cargo, el hará lo posible en ayudarnos en las diferentes facetas de nuestra vida de luchador.

Como juego de estrategia manejamos una cantidad relativamente pequeña de variables, pero está trabajado de manera que no podemos dejar desatendida ninguna de ellas. La razón de esto es que nuestras estadísticas cada día bajan, y esto nos obliga a no parar de entrenar para conseguir aumentar la fuerza, rapidez y aguante, que son las tres características que marcan nuestra calidad como luchador.

Estas se pueden entrenar en cualquier momento, pero el mejor lugar para hacerlo es el gimnasio, el cual tiene un módico coste. Si tenemos ganas de ahorrarnos el gimnasio nos lo podemos montar en casa, pero también hay que tener en cuenta que si siempre hacemos el mismo ejercicio éste pierde su eficacia, al igual que si nos entrenamos estando cansados.

Es importante, pues, mantener a nuestro luchador en buen estado, y eso implica que tendrá que comer, ya sea en casa, el gimnasio u otros lugares (el bar a veces puede ser un sitio magnífico), y dormir (o hartarse a bebidas energéticas, que no es buena idea), algo que tendrá que hacer en su casa. El desplazamiento de un lugar a otro puede costar tiempo, o un poco de dinero.

Para conseguir dinero puede realizar trabajos, que no están demasiado bien remunerados, o dedicarse a peleas no tan legales como las que hace en el gimnasio. Hay que tener algo de cuidado, porque estas peleas, además de ser más difíciles, nos pueden costar bastante salud.

Además de todo lo que os hemos comentado, la parte de los combates es especialmente importante. Al principio nuestro luchador es una especie de boxeador no demasiado técnico, y podemos pegar puñetazos y cubrirnos. Pero conforme avancemos iremos consiguiendo una serie de puntos que podemos canjear ya sea en nuevos movimientos, o en características que tiene nuestro personaje. Por ejemplo, puede ser más rápido, esquivar mejor, realizar contraataques, o incluso aprender nuevos estilos de combate.

Una característica que nos parece muy útil es la que impide a la fuerza, habilidad o energía bajar de cierto punto, pues a partir de ahí podemos centrar nuestra atención en otros puntos del juego, que tiene muchos. Durante cada round no podemos influir, de manera que nuestro personaje realizará las acciones que hayamos seleccionado para él en la pantalla de antes de la pelea, pero según veamos si nos va bien o mal podremos variar la estrategia para tener un resultado mejor. Además, vemos cuáles son las características del personaje rival, así que podemos intuir por dónde están sus puntos fuertes y débiles, y no será demasiado raro ver combates donde la balanza acaba cayendo de nuestro lado a pesar de creer que no teníamos ninguna opción, y viceversa.

Un detalle importante es la relación que podemos tener con otros personajes. Así, hay una chica con la que podemos establecer relación sentimental, otros luchadores con los que podemos ser amigos, u otros personajes que nos pueden dar misiones, y con cada relación en la que avancemos podemos abrir nuevos arcos argumentales con los que ampliar las posibilidades de nuestra partida.

Destacar de todo esto que hay homenajes a bastantes mitos de los 80 y 90, y así ya he reconocido detalles de El club de la lucha, Las Tortugas Ninja o Rocky, por poner varios ejemplos. La historia, pues, va avanzando conforme vayamos completando metas, con ramificaciones según si cumplimos o no esas misiones secundarias, estando todo ello reflejado en un bonito árbol que ya nos indicará desde bien pronto lo largo que puede llegar a ser esto.

A nivel visual es muy bonito sin caer excesivamente en lo retro. De hecho, si tenemos ganas de volver a la época de la Mega Drive incorpora un filtro que nos deja ver bien definidos los pixels, pero en ningún caso nos ataca con paletas de colores que no sirven para ofrecer imágenes adecuadas en cualquier situación. Las animaciones están muy bien trabajadas, y son muy variadas, y todos los diferentes elementos en pantallas son muy intuitivos.

El sonido también tira de lo retro y de la época de los 80-90, pero en este caso sí que puede resultar un poco excesivo, pues son melodías machaconas sin demasiada gracia y unos efectos de sonido que podrían funcionar sin problemas en una Master System en la mayoría de los casos. No es que moleste, y de hecho funciona bien en casi cualquier situación, pero sin duda un poco más de esfuerzo por parte de los desarrolladores hubiera sido de agradecer.

Como dato final, comentar que la versión de salida del juego a veces falla, de manera que nos podemos encontrar con que no podemos tocar algo que está en pantalla, o incluso que desaparezca el personaje en pantalla. Como el guardado automático está a la orden del día la manera de arreglarlo es apagar y volver a encender, pero de nuevo hubiera sido un detalle haber dejado perfectamente arreglado el juego antes de lanzarlo (algo que siempre es muy difícil).

Conclusiones

En resumidas cuentas Punch Club es un juego divertidísimo y muy recomendable. Es tan adictivo que os recomendamos adquirirlo sólo si no tenéis exámenes o algo importante delante, porque es de esos juegos que cuando te atrapa no te suelta con facilidad. Esperamos, de paso, una versión para tableta, porque le iría perfectamente a este juego.

Este juego se ha analizado gracias al código que nos ha hecho mandar su editor, Tiny Build. Se ha hecho sobre una versión de prueba justo antes y durante el lanzamiento del juego.