Análisis Obey Me, un 'brawler' infernal (PC, PS4, Xbox One)
La batalla entre el Cielo y el Infierno es uno de los temas más socorridos de los juegos de acción y Obey Me del estudio argentino Error 404 Game Studios vuelve a echar mano de esta manida historia en su nuevo juego de acción 3D, un brawler de vista cenital con rasgos de Devil May Cry y otros beat'em ups clásicos versión indie. Pocos aspectos del juego nos resultarán sorprendentes, pero está claro que la desarrolladora no busca innovar en el género sino ofrecer otra alternativa más y con opción de cooperativo, lo que sin duda hace más entretenida a cualquier aventura.
Obey Me está protagonizado por Vanessa, una "cazadora de almas" acompañada por Monty, un cerbero, atrapados en una conspiración y la guerra entre las fuerzas divinas e infernales que se está jugando en la Tierra.
El argumento –con textos en varios idiomas, entre ellos español- no es que sea el punto fuerte del juego, pero realmente nos basta con cualquier disculpa para eliminar demonios y todo tipo de criaturas monstruosas. No pedimos más.
Dos personajes, doble acción
Como hemos mencionado, el juego opta por una exploración 3D del mapa, lo que en principio permite más libertad que los brawler 2D clásicos. Obey Me es algo irregular en la ejecución y hay aspectos que no siempre sacan todo su potencial, y este es uno de ellos, pues los niveles realmente son muy lineales, callejones con bifurcaciones que como mucho nos llevan a alguna recompensa extra escondida entre pequeñas trampas del entorno, pero no esperes un diseño complejo en el que perderte o investigar por tu cuenta: el camino es siempre el más obvio. Se pudo exprimir más con algún tipo de puzle, plataformas o secretos que ampliasen las localizaciones y la jugabilidad.
No obstante, lo que realmente importa en este juego es el sistema de combate, que presenta aciertos y algunos fallos. Se inclina por un control sencillo, con combos y opciones que facilitan la evasión de ataques en las arenas del juego. En esto funciona de manera muy similar a los slash'em up de Capcom: al avanzar por el camino, en muchas zonas se bloquea el camino y nos obligan a acabar con los enemigos de la zona, que en ocasiones pueden llegar en varias oleadas; al final, consigues una valoración según tu eficacia de la partida. Estos enemigos hacen gala de sus habilidades infernales, toxicidad, cuerpos explosivos… Son de inteligencia más bien básica y fáciles de mantener a distancia, pero por supuesto, caer en una emboscada –sobre todo en espacios cerrados- supone un gran problema. Los jefes son más interesantes, con más estrategias y agresividad, y piden que demuestres dominar los movimientos ofensivos y defensivos.
¿Qué podemos hacer para acabar con los enemigos? Además de ataques físicos rápidos y otros con carga, también disponemos de armas como cuchillos para lanzar a modo de proyectiles, útiles a la hora de ir frenando el avance de enemigos o activar barriles explosivos. La manera de combinar esto con movimientos de teletransporte y otras habilidades, como la fusión con nuestro perro –mediante la recarga de una barra- permite, sobre el papel, que podamos ser creativos en el combate. Hay árboles de progreso de múltiples aspectos, así que poco a poco vas ampliando tu arsenal de combos o potenciando los que ya tienes –hacer que las dagas atraviesen a varios enemigos, por ejemplo-. Monty, por cierto, ataca automáticamente cuando jugamos en solitario, así que siempre puede ayudar a limpiar las zonas mientras tú te ocupas de los enemigos más problemáticos; también tiene su rama de evolución y puede desbloquear nuevas formas, hace su trabajo decentemente incluso si prefieres jugar en solitario.
En la práctica Obey Me cumple, pero la jugabilidad queda un poco corta, y esto en un género con tanta competencia y calidad es un problema para destacar. No es tan fluido y rápido como nos gustaría, ni el control ofrece una precisión suficiente como para hacer virguerías de un auténtico slash’em up; pide a gritos una diversión más arcade. La mayoría de ataques cargados no resultan viables en situaciones con tres enemigos a nuestro alrededor –nos van a dañar e interrumpir el ataque casi seguro-. El uso de armas refresca un poco la jugabilidad y divierte si no somos muy exigentes, pero es demasiado superficial en todo lo que toca y podrás superarlo en 6 o 7 horas.
Luchando en callejones oscuros
Otra de las pegas de Obey Me es que visualmente impacta poco. Y que no se nos malinterprete, hay algunos escenarios donde la combinación de noche, luces de neón y criaturas infernales le da un toque resultón. Demasiadas veces visto –y de manera más espectacular-, pero que aprueba sin problemas para tratarse de una producción independiente. La lástima es que apenas hay variaciones de temáticas y no están muy inspiradas, se hace difícil reconocer una calle de otra: misma decoración decadente, cajas, suciedad, etc. La cámara tampoco ayuda mucho a apreciar el detalle puesto en diseños de personajes y escenarios, se aleja mucho de la acción. Y sin embargo, dentro de lo limitado que es en aspectos gráficos, sufre unas molestas ralentizaciones –al menos en la versión jugada- prácticamente garantizados al romper cristales de coleccionables o durante instantes del combate. Afean la experiencia y afectan de alguna manera a la suavidad del combate. Mejor impresión deja el sonido, con una música intensa.
Conclusiones
Una pena que Obey Me no consiga destapar todo su potencial, porque incluso pasando por alto aspectos como su narrativa o los problemas técnicos –que quizás tengan solución con parche-, el planteamiento se siente un tanto simple pero sin la diversión directa que ofrecería un juego más arcade. Se encuentra en un punto intermedio en el que quiere hacer muchas cosas de un auténtico slash’em up –es interesante la evolución de personajes, con habilidades para aprender que amplían el repertorio-, pero no aprovecha las posibilidades de la exploración y el combate no termina de enganchar como debería. Al menos se puede jugar en cooperativo local, algo que por desgracia cada vez es más una rareza, y dentro de sus limitaciones se disfruta sin problemas.
Hemos realizado este análisis en PC con un código que nos ha proporcionado Plan of Attack.