Análisis Minoria, el sucesor espiritual de Momodora (PC, PS4, Xbox One, Switch)

En el mundo de los juegos independientes los motivos y las maneras en las que cada creador realiza su obra son absolutamente dispares. Uno de los ejemplos más curiosos es el de Rdein, que es por el nombre al que se le conoce a Guilherme Martins, un desarrollador brasileño que cualquiera diría que es nipón, ya que su estilo haciendo videojuegos recuerda mucho al de las obras japonesas, y sus dos distribuidores de sus obras comerciales son de allí.

Y decimos comerciales por separar de algunas creadas sin este ánimo, como las dos primeras partes de Momodora y Bunny Swordmaster Story. Su fama empezó a subir gracias a la tercera parte de Momodora, y acabó de eclosionar con la cuarta, Momodora: Reverie Under the Moonlight. Por desgracia hay una quinta entrega de la que se han podido ver algunos vídeos, pero que en este momento está cancelada ya que al ser en tres dimensiones una notable parte del público no la aceptó, y su autor acabó cancelándola.

Y decimos autor y no equipo de desarrollo porque a pesar de que Bombservice es un equipo, ha rotado todo alrededor de la figura de Rdein (y de manera secundaria en Temmie Chang, autora de todas las carátulas de la saga y artista del juego Undertale), de manera que en cada juego se ha incrementado la cantidad de gente que ha trabajado.

El heredero espiritual de Momodora

Toda esta introducción es necesaria para entender qué es Minoria. Sus autores lo definen como "el heredero espiritual de Momodora", cuando dejando de lado el cambio de editor (dato curioso, Dangen podría ser considerado "el heredero espiritual de Active Gaming Media", el editor de la cuarta entrega de Momodora y de donde salen los fundadores de Dangen, además de ser los editores de la versión de Switch), hablamos de la misma gente. Seguramente el hecho de considerarlo "heredero espiritual" es para evitar tener que ir con cuidado con los aficionados de Momodora, que ya han demostrado alguna vez un exceso de celo con la saga, ya que se nota mucho en la trama que sus autores no han querido dejar demasiado de lado lo que pasa en la otra saga.

Dicho esto, Minoria es un juego de exploración y combate en dos dimensiones en el que manejando a la hermana Semilla participamos en la cuarta guerra de las brujas donde se enfrenta por un lado el lado "religioso oficial", representado por la duodécima orden de las monjas, y el lado "herético", que son las consiguientes brujas y que han conquistado el sagrado reino de Ramezia. Lo de duodécima orden suena muy bien, pero a efectos prácticos hablamos del personaje que manejamos y de la hermana Anna Fran (posiblemente el nombre más peculiar para hablar de un juego ambientado "espiritualmente" en Europa). Un detalle interesante de este juego es que entre ambas hermanas hay bastantes conversaciones, y mientras exploramos el juego en ocasiones podremos decidir si escuchar o no lo que la hermana Anna Fran tiene que decirnos, además de que a veces nuestras respuestas cambian el transcurso de la historia.

Minoria brilla en los dos puntos donde tiene que demostrar su calidad, hasta el punto de ser capaz de mirar cara a cara a los mejores ejemplos del género e incluso poder enseñarles alguna cosa. En la rama de exploración lo cierto es que no presenta demasiadas novedades, pero tiene casi todo lo que necesita para ser considerado un ejemplo perfecto de este tipo de juegos.

Y decimos casi porque por algún motivo que no acabamos a entender, el minimapa con el que nos podemos guiar a la hora de decidir por dónde seguir nuestro avance no permite que lo movamos libremente, lo que es algo que otros juegos sí nos permiten y tiene cierta utilidad a la hora de seguir con nuestra exploración. Pero por lo demás nos encontramos con permite diferentes caminos, que cuenta con secretos y que el número de retos es lo suficientemente grande como para tenernos entretenidos un buen rato, pero a la vez se cuida de no abrumarnos como sí hacen algunos juegos de este género (para quien haya jugado al último Momodora tiene un tamaño parecido o un pelín más grande).

Un gran evolución en el combate

Pero el otro lado, y donde realmente ha habido una evolución, es en el combate. De hecho, la evolución tiene bastante que ver con el hecho de la afición por Dark Souls de Rdein, ya que, como hacen otros juegos de este mismo subgénero, han cogido bastantes detalles de la obra de FromSoftware, pero adaptándola a un mundo en el que la fluidez de acciones tiene una notable importancia, y se nota mucho en los combates contra los grandiosos jefes de turno. Es en estos combates donde se nota esa mejora, ya que podemos encadenar la posibilidad de devolver golpes con combinaciones y magias, y lo cierto es que una vez dominemos el juego se convierte en un punto muy interesante y de gran recompensa para el jugador.

Uno de los grandes cambios de este Minoria respecto a las anteriores obras comerciales de Bombservice es el uso del motor Unity en lugar de diferentes versiones de Gamemaker. Esto viene ya heredado de las pruebas de Momodora V, pero en este caso se ha decidido seguir por la vía de las dos dimensiones, con una serie de diferencias. Ahora estamos hablando de gráficos en alta resolución, en lugar de poder notar los píxels en cada escena de manera notoria, y además los personajes están modelados en tres dimensiones, aunque los fondos sigan estando dibujados en dos dimensiones.

Es una evolución no tan drástica como lo que se pudo ver en el prototipo de la quinta entrega de Momodora, y hay a quien le gustará y quien preferirá el antiguo estilo de la saga. En cualquier caso, hace bastante bien su trabajo a la hora de mostrar una gran fluidez durante la partida, y a la vez es muy útil a la hora de contar la historia, empleando cambios de cámara, zooms y otros recursos muy útiles para que el jugador sienta que está viviendo una historia de manera más vídida.

La música está compuesta a la vez por Ólafur Kolbeinsson (autor de la música de la segunda y tercera parte de Momodora) y por notoriousKnave, encargado de la cuarta parte. Hacen un muy buen trabajo no sólo en el aspecto musical, con melodías solemnes y que nos trasladan perfectamente al lugar de la acción, sino también en los efectos de sonido, ya que durante el juego estaremos constantemente oyendo golpes y otros efectos especiales. Además, el juego está traducido a gran cantidad de idiomas, entre ellos el español, lo que siempre facilita su comprensión por parte de más jugadores.

Conclusiones

Es innegable que Minoria representa un paso adelante de estos desarrolladores respecto a sus obras anteriores. Pero además, es un fantástico contendiente de un género que no deja de aportar juegos interesantes al sector, de manera que ha sido capaz de encontrar su propio hueco en el mercado a pesar de las dificultades que ello conlleva. Es muy recomendable para los que busquéis aventuras de este estilo, y los que no podéis echarle un ojo, pues es muy entretenido y está bien hecho.

Hemos analizado este juego en su versión de PC gracias a un código proporcionado por Dangen.