Análisis de KWAAN (PC)

El nombre de Ankama está invariablemente ligado a uno de los mayores éxitos de internet de hace un tiempo: Dofus. Tal vez ahora parezca lejano y caduco, pero hubo un tiempo en el que millones de jugadores de todo el mundo lo estuvo jugando, especialmente los más jóvenes.

Tras Dofus vino un producto de un éxito similar, Wakfu, y los dos han tenido escarceos en televisión y cómics, además de videojuegos relacionados que no han tenido demasiado éxito. Y de hecho, eso mismo les ha pasado con otros juegos, como Fly'N, un agradable plataformas que apareció hace más de tres años y que pasó demasiado desapercibido.

Ahora vuelven a la carga con Kwaan, un título que se ha podido ver en los últimos tiempos en prestigiosos eventos como el Indie Megabooth, el Indiecade o los Game Connection Development Awards. Como véis, es un juego que ya tiene el prestigio de la industria, y que se enfrenta al juicio de la crítica y de los jugadores.

Pero además, resulta que desde su creación Kwaan ha servido como parte del proyecto de investigación "Sensomi" sobre energía, comunicación y las interacciones en los videojuegos. Este proyecto se ha llevado a cabo por la universidad de Aix-Marsella, y en él ha colaborado la región de la Provenza y Costa azul, así como Ademe (agencia francesa para la energía y el entorno).

¿Cómo es posible que el resultado de unas investigaciones ha acabado siendo un juego tan destacable para algunos de los festivales más exigentes? Pues porque Kwaan es una verdadera gozada, a su manera. Para establecer una introducción, nada más empezar creas tu dwaal, una especie de bellota con piernas y brazos que será tu avatar en el juego. Se maneja todo con ratón, en dos dimensiones y con gráficos de grandes píxels, pero con una gama de colores muy variada.

Una vez hemos creado a nuestro personaje podemos movernos gracias al ratón (todo se ejecuta con este elemento), lanzar un gancho para poder agarrarnos a las diferentes superficies compatibles con él, planear para sortear grandes distancias, y sobre todo, interactuar con los diferentes elementos del escenario mediante acciones como bailar, meditar, usar ítems o, más tarde, invocando animales o modificar algunos elementos que aparecen en pantalla mediante el uso de una pequeña herramienta al más puro estilo de cualquier programa de dibujo que se precie. Todo ello para crear un juego que, según sus autores, intenta ser una mezcla de Viva Piñata, Little Computer People y el programa Windows Paint. Casi nada.

Una vez ya nos hemos hecho a los controles en un sencillo tutorial nos sueltan el primer objetivo del juego: mantener con vida al árbol que da nombre al juego, Kwaan. Para ello lo único que tenemos que hacer es que la felicidad gane a la tristeza, y esto se consigue permitiendo que el ecosistema sea sostenible, y que todo funcione de manera positiva. Por ejemplo, podemos crear un tipo de animal, y al cabo del rato esto va a hacer que aparezcan flores. Pues después estas flores atraerán mariposas, y de todos estos cambios en el ecosistema (a nivel de ese servidor) nosotros seremos los responsables, de manera que nos sentimos parte de ese universo.

Además, nuestro personaje va recibiendo misiones las cuales, de una manera muy relajada, y muy poco a poco, le van contando la historia del mundo de Kwaan. De hecho, una de las mayores dificultades, e incluso diríamos una de las características del juego, es que algunas misiones no te explican claramente qué es lo que tienes que hacer, así que al jugador le toca interactuar con todas las posibilidades hasta que encuentra la correcta.

Esto, que al jugador que tiene poco tiempo y quiere pasar a otra cosa le va a venir fatal, es ideal para gente con tiempo, jugadores de Minecraft, Terraria o similares. De hecho, con este último comparte más de un detalle, aunque a diferencia de él en este caso no hay nada de violencia, y en el caso de morir es por haber fallado en algún salto o porque nuestro kwaan se ha puesto tan triste al final del día que ha acabado llorando y llevándose el servidor por el camino.

Como veréis, Kwaan es un juego realmente especial y único. Algunas de estas misiones requieren la cooperación con otros jugadores que estarán en el servidor, pero a día de hoy ya no es tan complicado conseguir encontrar gente que está jugando, así que no es un problema realmente grande (este juego estuvo en Early Access anteriormente para solventar estos problemas, y ahora funciona perfectamente). De hecho, la propia comunidad (y de nuevo uso el ejemplo de Minecraft) te solucionará más de un problema a la hora de no entender qué está pasando, así es un aspecto realmente positivo.

Además, con el tiempo iremos modificando nuestro avatar, su casa, y sus características. Como si fuera un juego de rol nuestro personaje puede ganar experiencia, y con esas experiencias puede adquirir nuevas habilidades, aunque estas habilidades sean tan sencillas a simple vista como cantar.

Respecto al aspecto visual, personalmente nos ha encantado. Es evidentemente sencillo, pero a la vez está realizado con mucho gusto, y sobre todo, muchas ganas de hacer que el jugador sienta la felicidad en el ambiente. Es de esos juegos que te saca una sonrisa en prácticamente todo momento, y además tiene algunas animaciones realmente conseguidas, a pesar del pequeñísimo tamaño del personaje protagonista.

El aspecto sonoro no nos parece tan conseguido. La banda sonora es ambiental y parece que nunca quiere molestar, pero os podemos decir que prácticamente se puede jugar sin sonido y no lo echaremos especialmente de menos. Es una pena, y por otro lado si podemos decir que sus sonidos son correctos, pero tampoco os esperéis nada sorprendente.

Conclusiones

Kwaan es un experimento que les ha salido bien. Tal vez necesite algo de tiempo para poder llegar a su público (aunque la reacción por ahora es muy positiva), y que sin duda alguna no atraerá a todo aquel para el que los videojuegos son lo último en gráficos, sonido y potencia. Es un juego para disfrutar relajadamente, y no pensar tanto en los objetivos como en sus posibilidades, en cómo evoluciona, y cómo nos podemos meter ahí dentro y ser, de alguna manera, más felices.

Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga que nos ha proporcionado Ankama Games.