Análisis de Infested Planet (PC)
Infested Planet llega a nosotros, tras pasar el cada vez más habitual periodo de prueba bajo el programa Early Access en la plataforma digital de Valve, como título completo y terminado. Con el amparo de una perfecta combinación entre dos de los géneros más populares del momento en PC, y con uno de los estilos gráficos más efectivos -y simples-, Infested Planet nos lleva de nuevo a la eterna lucha por la supervivencia y la supremacía del ser humano.
"¡Vamos micos! ¿Queréis seguir vivos?"
Es uno de los temas más recurrentes de la ciencia ficción: la hipotética lucha encarnizada que seguiría la humanidad en caso de encontrarse con una raza de alienígenas belicosa. La presente frase que abre el análisis -pronunciada por un sargento del cuerpo de marines estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial, y llevada a la literatura y el cine por "Tropas del Espacio", de Robert A.
Heinlein-, nos recuerda el espíritu de arrojo y sacrifico por los sempiternos y valientes soldados que pondrían bien alto el pabellón de la raza humana en caso de hipotética guerra. En Infested Planet volveremos al tema en cuestión, invitándonos en esta ocasión a dirigir un especializado y altamente entrenado cuerpo de marines especiales en zona de guerra.
Como os podéis imaginar, el argumento de Infested Planet está visto hasta la saciedad: en un futuro, la humanidad en su expansión por el universo, topa con una raza de bichos -llamados, literalmente, xenomorfos, en un guiño a las películas de "Alien"-, con la que entramos en conflicto. Obviamente, nos tocará poner cartas en el asunto, y así permitir que los colonos de los diferentes planetas se sientan seguros y puedan continuar con sus vidas y experimentos sin que ningún extraterrestre les moleste su paseo de los domingos. Infested Planet es una arriesgada propuesta, por su sencillez, que combina estrategia y defensa de torres, a varios niveles en cuanto a mecánicas jugables.
En el juego, tomaremos el rol de una serie de escuadras de marines tácticos, que irán vaciando y limpiando diferentes guaridas y colmenas alienígenas a lo largo y ancho de un conflictivo planeta. Cada nivel tiene una serie de puntos de control y de nidos, que tendremos que conquistar y mantener, para así continuar avanzando hacia el nuevo destino y conseguir puntos de bonificación o dinero para mejorar nuestras unidades. Empezaremos con cinco marines, armados simplemente con rifles de asalto y lanzacohetes, que se irán abriendo camino entre cientos de miles -sin exagerar- de correosos bichos que vendrán en oleadas a pararnos los pies. Infested Planet es un juego de estrategia o acción táctica -por ser un poco más fiel con el término con el que se identifican sus propios creadores y desarrolladores-, con lo que debemos gestionar nuestras escuadras de soldados, eligiendo bien sus armas y posiciones, antes de frenar a las mareas de los xenomorfos.
Infested Planet tiene un curioso sistema de puntos -llamados BP- que nos ayudarán a conjugar tanto mejor equipamiento y munición para nuestras tropas, como resplandecientes escuadras y unidades extras o nuevos equipos y torres de defensa para garantizar posiciones. Estos puntos pueden ser distribuidos y adjudicados según nos apetezca -cada unidad, arma o munición extra tiene un coste en BP-, con lo que siempre podemos modificar la estrategia, sacrificar alguna torreta, e invertir en algún soldado o arma nueva. ¿Tenemos que aguantar posiciones y queremos potencia de fuego extra? Construiremos una torreta. ¿Los nidos de los bichos se están regenerando y queremos movilidad? Pediremos refuerzos en forma de marines espaciales. Eso sí, la táctica de guerrilla y desgaste, no es especialmente recomendable.
Desde la perspectiva cenital de la que hace gala Infested Planet, es bastante fácil distribuir las unidades. La mayoría de las veces pasaremos las primeras misiones atacando directamente a los nidos, casi sin mediar palabra, con toda la artillería que seamos capaces de llevar. Pero a los pocos minutos de partida, veremos que los alienígenas son también bastante inteligentes -no se dejarán conquistar y arrebatar posiciones fácilmente-, y no dudarán tampoco en construir sus propias defensas, como torretas de ácido corrosivo, nidos que se autoregeneran o en lanzar contra nosotros unidades enormes de bichos altamente especializadas. Todo esto nos obligará a tener muy claras las prioridades de eliminación y ataque, aunque habrá misiones que nos tumben por completo la estrategia inicial, y que nos obliguen a reiniciarlas hasta dar con la clave.
Pese a que Infested Planet no es que sea un juego muy variado o largo -si queremos, podemos pasárnoslo en una sola tarde sin pestañear-, sí nos ofrece un buen abanico de posibilidades y estrategias, así como un buen puñado de retos y logros, que demostrarán nuestra pericia y rapidez con el ratón. Una de las cosas más destacables de la jugabilidad de Infested Planet, es que es francamente sencilla y fácil de asimilar. El juego puede ponernos los objetivos más estrafalarios o inverosímiles, que el jugador sabrá siempre qué hacer y de qué manera, sin perder demasiados segundos por el camino gracias a la gran capacidad de síntesis del título en cuestiones de interfaz o menús. Además, repetimos, hay una cantidad colosal de unidades y armas, desde lanzallamas y rifles de francotirador a helicópteros de bombardeo, pasando por unidades de marines más resistentes o de apoyo, como médicos. Es una maravilla ver como cambiamos "reciclando" puntos BP un par de torretas por traer más soldados al frente, o como una de nuestras unidades se queda defendiendo una de las posiciones mientras otros buscan cajas de municiones por los laberínticos escenarios. Y si nos aburrimos, siempre tendremos a mano un modo skirmish para hacernos nuestras propias partidas a medida.
Técnicamente Infested Planet, tanto en nivel visual como en características sonoras, no es que sea muy allá. Más bien diríamos que es simplón hasta la saciedad, incluso para ser un juego indie o de presupuesto limitado. Pero lo cierto es que su aspecto funciona. Funciona porque tanto en estilo artístico como en animaciones, cumple, y ofrece lo necesario -sin artificios de ningún tipo- para su simple -en el buen sentido- estilo de juego. Es un placer culpable machacar los cientos de enemigos que nos asediarán cada segundo, o disfrutar de las oleadas de bichos moviéndose cual enjambre mientras caen bajo nuestro incesante fuego. Sencillo, pero satisfactorio. Y a muchos niveles.
Conclusiones finales
Infested Planet es un juego increíblemente ameno. Su jugabilidad es muy adictiva y fácil de digerir, aunque en los niveles más avanzados, un error de estrategia o de velocidad de reacción, y tendremos que comenzar de nuevo el nivel para volver a probar suerte. Infested Planet ofrece una enorme -y sorprendente- cantidad de opciones que nadan a medio camino entre el juego de defensa de torres y la estrategia más frenética, algo que consigue que el jugador no se canse a las primeras de cambio, pues busca que cambie constantemente entre roles de ataque y defensa, y que dado lo imprevisible del enemigo, que bien podrían suplir la corta duración global del título. Infested Planet es un juego más que recomendado por lo accesible de su propuesta y lo adictivo de su mecánica.