Análisis de Heroes of Annihilated Empires (PC)
El reino de Atlans se encuentra sumido en el caos absoluto. Un portentoso ejército de no-muertos se ha alzado contra todos los seres vivos de la región y ni tan siquiera el todopoderoso ejército de los elfos, que hasta el momento había hecho frente sin demasiados problemas a criaturas como los orcos, trasgos o gnolls, puede frenar tal acometida. En este momento de crisis y desesperación, el joven ranger élfico Elhant se embarcará en una difícil misión que le obligará a recorrer todo tipo de lugares repletos de criaturas legendarias y un sinfín de dificultades.
Con este inicio tan crítico para nuestro protagonista dará comienzo Heroes of Annihilated Empires, el juego de estrategia y rol desarrollado por GSC, y que nos permite adentrarnos en un mundo de fantasía en el que seres de todo tipo lucharán a muerto por su supervivencia.
En Heroes of Annihilated Empires podremos optar por disfrutar de la campaña para un solo jugador en la que controlaremos al ya citado Elhant en su cruzada contra los no-muertos, u optar por las clásicas escaramuzas y partidas a través de Internet, modalidades de juego que nos permitirán controlar a las tres facciones restantes (no-muertos, cryo y mecánicos). En el primero de los casos, conforme avancemos en la aventura, disfrutaremos de misiones más centradas en la estrategia y gestión de recursos, y otras totalmente enfocadas a los combates contra centenares de rivales.
En ambas situaciones, el manejo de nuestro héroe y sus huestes será el típico en los juegos de estrategia, teniendo que aprovechar al máximo las habilidades de cada una de nuestras unidades para no caer abatidos en las primeras contiendas. En este sentido, lógicamente, cada tipo de unidad será más o menos efectiva contra otras unidades, lo que nos obligará a conformar ejércitos equilibrados cuando podamos comprar tropas, o aprovechar al máximo las unidades que nos ofrecerán en determinadas misiones, ya que una mala estrategia nos puede costar la derrota en el escenario.
En lo referente a la gestión de recursos y creación de campamentos, en esta creación de GSC nos encontraremos con las típicas unidades obreras que serán las encargadas de recolectar todos los recursos necesarios para comprar nuevas tropas y edificios, y las encargadas de levantar nuestro imperio. Con estas unidades, y dependiendo del bando que estemos controlando, podremos construir una gran variedad de estructuras que nos ofrecerán nuevas unidades de combate, mejoras para nuestro ejército, o estructuras defensivas como torres y murallas. En este sentido, destaca la variedad de edificaciones con la que nos encontraremos, aunque a grandes rasgos las cuatro facciones se comportarán de la misma forma. Y no ya sólo en lo referente a los edificios a construir, sino también en cuanto a las unidades de combate, ya que prácticamente todas las unidades tendrán su contrapartida en las facciones restantes. Aún así, tanto su apariencia como sus virtudes y defectos serán distintas entre sí, por lo que antes de cada batalla deberemos adaptarnos a cada facción para conocer al máximo sus capacidades de combate. En este caso, por ejemplo, los elfos pueden crear grandes ejércitos con suma facilidad, destacando la velocidad en sus unidades, mientras que su potencia de ataque es inferior a la de los mecánicos.
En cuanto a los elementos característicos del género rol, como explicábamos, en cada facción nos encontraremos con una serie de héroes que serán más poderosos que las unidades normales, y que podrán realizar una serie de ataques especiales capaces de acabar con la vida de grandes grupos de enemigos de golpe, de lanzar auras defensivas u ofensivas, o incluso de restaurar la salud de sus aliados en el transcurso de la batalla. Cada héroe, que dependiendo de su tipo (ranger, mago o guerrero) estará especializado en un estilo de combate diferente, mejorará su nivel conforme vaya exterminando a los enemigos, pudiendo mejorar sus atributos al gusto del jugador con cada subida de nivel: podemos mejorar la regeneración de salud, su poder ofensivo, la defensa, la capacidad de recuperar maná, etc.
Del mismo modo, todos los objetos que encontremos a lo largo de la aventura podremos equipárselos a nuestro héroe, obteniendo una serie de bonificaciones, y también penalizaciones, que nos permitirán mejorar todavía más los atributos del héroe. En este caso, el interfaz de usuario será idéntico a lo visto en decenas de juegos de rol, con una silueta del personaje cubierta por las sombras de los tipos de objetos con los que podremos equiparlo (cascos, corazas, armas, etc.), y un cinturón en el que colocar todas las pociones que encontraremos en los escenarios, o que podremos comprar, al igual que las armas y corazas, en determinadas estructuras repartidas por los escenarios de batalla.
Como explicábamos, nuestros héroes contarán con una serie de poderes especiales y ataque mágicos que los convertirán en las unidades más poderosas de nuestro ejército, lo que no significa que debamos enviarlos en solitario a terminar con todos los enemigos ya que como comentábamos, llegaremos a encontrarnos con ejércitos compuestos por centenares de tropas. En lo referente a los poderes mágicos, en determinados momentos de la aventura se nos irán otorgando estas poderosas habilidades que podremos usar de forma ilimitada siempre y cuando tengamos el suficiente maná. Esta energía mágica se restaurará automáticamente, aunque su velocidad de recarga dependerá de los atributos que hayamos mejorado con cada subida de nivel. También, como en el caso de la salud, podremos usar pociones o activar una serie de fuentes mágicas que se encontrarán repartidas por todos los escenarios. Además, cabe resaltar que estos poderes se nos concederán, en la mayoría de ocasiones, tras superar las misiones secundarias con las que nos encontraremos en cada escenario, por lo que la evolución de nuestro protagonista variará mucho dependiendo de nuestros actos en el juego.
Otro elemento a destacar lo encontramos en las dos modalidades de juego con las que nos encontraremos en la vertiente Escaramuza del juego, ya que podemos optar por disfrutar de partidas totalmente enfocadas a la estrategia, o disputar partidas en las que la gestión de recursos y construcción de campamentos no estarán disponibles. En este caso, seremos nosotros quienes decidamos qué estilo de juego afrontar tras tomar contacto con el escenario de batalla, ya que nuestro héroe, entre todos sus ataques especiales, contará con la opción de invocar a los obreros. Si activamos dicha opción, estas unidades harán acto de presencia mientras que nuestro héroe se desvanece, por lo que deberemos crear ejércitos sin contar con la ayuda de esta poderosa unidad. Aún así, en estas situaciones contaremos con la ayuda de los capitanes, que podremos comprar en determinadas estructuras, y que a grandes rasgos realizarán una labor similar a la de los héroes. Por otro lado, si la opción escogida ha sido la de disfrutar de un estilo de juego más cercano al rol, deberemos controlar al héroe en solitario, mientras reorganizamos un gran ejército con el que exterminar a los bandos contrarios. En este tipo de partidas, las tribus neutrales jugarán un papel importante, ya que pueden convertirse en nuestra perdición si las atacamos inconscientemente, aunque también pueden favorecernos en determinados momentos.
Con todo esto, los usuarios se encontrarán con una larga e interesante campaña de juego en la que el rol y la estrategia se combinarán de forma acertada, y una divertida vertiente multijugador que peca, sobre todo, de contar con muy pocos escenarios de batalla. También resulta bastante complicado controlar los inmensos ejércitos con los que llegaremos a contar, ya que las unidades de combate resultarán excesivamente pequeñas y difíciles de seleccionar cuando ante nosotros se presenten las batallas masivas, lo que sin duda puede provocar más de un susto por no haber podido controlar correctamente las formaciones. En estos casos, este hecho puede resultar fatal ya que algunos enemigos, como por ejemplo los trasgos, huirán en desbandada si terminamos con su líder, lo que sin duda puede evitarnos grandes perdidas; el problema, como decimos, es que resulta demasiado difícil localizar a los rivales entre tantos enemigos, y mucho peor, controlar a nuestras propias tropas para que terminen con la vida de los contrarios más importantes (los citados líderes, nigromantes, etc.).
En lo referente al apartado sonoro, el juego contará con unas correctas melodías, muy épicas en la mayoría de ocasiones, que acompañarán a la perfección a la acción mientras que el doblaje al castellano, que es muy de agradecer, resultará pobre en comparación con otros títulos del género. Tampoco podemos olvidar la inteligencia artificial de nuestras tropas y enemigos, ya que en general, todas las unidades se comportarán de forma lógica, encontrándonos con unidades que atacarán sin preocuparse de morir, otras que intentarán infiltrarse tras nuestras líneas para atacar en la retaguardia y otras que, como explicábamos, reaccionarán de diversa forma según se vaya desarrollando la contienda (pueden huir).
En definitiva, Heroes of Annihilated Empires se trata de un notable juego de estrategia y rol que se queda corto en sus opciones de juego en línea, y que puede no llegar a gustar a los más puristas del género por quedarse, como suele ser habitual en este tipo de juegos, a medias entre lo que los usuarios de los títulos de estrategia piden, y lo que buscan los usuarios afines al rol (aunque esta última parte sí resulta más destacable que en otros exponentes del género). Tampoco podemos olvidar lo caóticas que pueden llegar a resultar algunas de las batallas del juego, y que pueden llegar a desesperar a más de uno. Por último, huelga destacar el gran trabajo llevado a cabo por la distribuidora española BalanceGames, que como es habitual, nos ofrece una edición del juego totalmente en castellano, con un manual a todo color, y un póster de regalo.