Análisis de Heat Signature (PC)

Destacar haciendo juegos independientes nunca ha sido fácil, pero ahora es cada vez más complicado. Sin el apoyo de grandes compañías los creadores se las ven y se las desean para poder llamar la atención entre decenas o centenares de juegos que aparecen cada día.

Por suerte para algunos, a veces gracias a un buen juego y buenos contactos se puede conseguir llamar la atención lo suficiente como para darse a conocer al usuario y que este pueda comprar tu juego.

Ésto le pasó a Tom Francis, exredactor de PC Gamer que, en su tiempo libre, se puso a hacer un juego en Game Maker que posteriormente comercializó en ordenadores.

Este juego, llamado Gunpoint, apareció a mitad de 2013, y por deciros algunas cifras, consiguió una buena nota (excelente, sabiendo lo difícil que es) en Metacritic, con una más que decente cantidad de 33 notas en dicho agregador. Sin ir más lejos en esta casa le pusimos un notable alto, mientras que el 97% de sus compradores en Steam están satisfechos (y son cerca de un millón).

Al poco de lanzar su primer juego Tom Francis, ya más consolidado como desarrollador, anunció que lanzaría el siguiente. De nombre Heat Signature, al principio pudimos ver un prototipo donde no nos acababa de quedar del todo claro de qué estaba hablando. El mismo Tom ha acabado haciendo su propio canal de Youtube, con bastante éxito, y digámoslo así, con sus propios canales de comunicación y la vida más o menos resuelta, ha acabado lanzando su segundo juego.

El juego se está vendiendo bien, sin llegar a las cifras de los grandes nombres, pero vamos, que en menos de un mes casi ha llegado a las 100 000 copias. A pesar de eso vemos que en Metacritic hay mucho menos análisis (ninguno en español en el momento de escribir estas palabras), así que nos ponemos a jugar a ver si el juego tiene culpa, o si por el contrario son vicisitudes de la vida.

Lo cierto es que los comienzos no son del todo esperanzadores. Ya de inicio nos muestra un menú de compatibilidad, y al creer que nuestro ordenador va a poder con esto y más pasamos de ello, con fatales resultados. Una vez ya hemos dejado el juego para poder disfrutarlo, vemos que hay cierta falta de pulido en menús y otros indicadores, pero no nos amedrentamos y seguimos avanzando.

Y lo cierto es que una vez ya empezamos a jugar, las sensaciones mejoran bastante. En este juego somos una especie de cazarrecompensas espacial que tiene que cumplir misiones a lo largo y ancho del universo. Al comienzo, mediante un tutorial, aprendemos a hacer volar nuestra nave, entrar en contacto con otras entidades voladoras, a pegar algunos tiros a los enemigos que nos encontremos en dicha plataforma voladora, y finalmente, a manejarla también. Todo ello con una cámara cenital respecto a la acción y con todos los acercamientos y alejamientos de plano necesarios para que nos enteremos mejor de todo lo que pasa en pantalla.

Una vez hayamos superado ese tutorial nos encontramos en una especie de cantina, y allí se nos pide elegir entre varios personajes, cada uno con una equipación, un nombre, y una misión personal. Podemos comprar en varias tiendas, y finalmente elegir cuál es nuestra misión en concreto para ese momento, o mirar el mapa estratégico, y ver de que manera podemos interactuar para que nuestra situación mejore, ya sea desbloqueando nuevo equipo u otras mejoras. Una vez ya hayamos elegido qué tenemos que hacer, cogemos nuestra bella nave (por decir algo), y nos dirigimos hacia donde nos marque la señal, lo que implica seguramente recorrernos medio universo, y acabar intentando perseguir una nave de mayor tamaño para acabar aterrizando en su zona de descarga.

Se ha comparado, de alguna manera, a este juego con Hotline Miami. El desplazamiento y la cámara una vez estamos en una nave son parecidos, pero por lo demás, el juego tiene un ritmo distinto, y unas misiones distintas. Podemos realizar movimientos de carga, lo que incluye una cierta ralentización momentánea del tiempo, y no requiere de una precisión tan alta como el juego de Dennaton Games, lo que no quiere decir que sea fácil, sino que es más un juego de infiltración y golpes o tiros más que una especie de puzle de acción.

Esto es debido a que cada misión tiene un objetivo y unas formas en concreto que tenemos que realizar, de manera que, por ejemplo, una misión de robar un objeto puede requerir que no nos vean, mientras que una de asesinar a cierto personaje implica sin duda que ahí van a haber algo más que palabras. Conforme avance la partida nos encontraremos con diferentes personajes que tendrán habilidades o equipo que implicará cierto esfuerzo por nuestra parte, así que habrá que estar atentos.

Eso sí, por suerte según vayamos resolviendo misiones se nos da dinero, y también puntos de liberación, los que nos permiten que al acudir al mapa estratégico podamos liberar zonas con el beneficio correspondiente para nosotros. Hay que decir que además de armas, el juego tiene un montón de herramientas que nos permiten seguir avanzando dentro de las naves, como sistemas de anulación de equipos electrónicos, teletransportes o copiadores de llaves, de manera que no sólo hablamos de pegar disparos o golpes.

Por todo ello, el juego se acaba convirtiendo en algo realmente interesante y ambicioso, en el que el jugador tiene una capacidad de explorar y de interactuar poco común, y constantemente tiene la oportunidad de poner a prueba sus habilidades en forma de misiones, tanto el hecho de enfrentarse a diversos enemigos, como de estudiar de qué manera superar una situación a base de táctica e inteligencia.

Uno de los problemas que tiene este juego es que muy vistoso no es. Una vez nos ponemos manos a la obra lo cierto es que nos centramos mucho en lo que tenemos que hacer, y tampoco nos fijamos demasiado en los gráficos, pero si nos abstraemos y vemos cada una de las naves, suelen ser sencillas, con habitaciones simples, y personajes con pocas animaciones. Todo muy funcional, pero en ningún caso podemos decir que sea algo tremendamente espectacular. Eso sí, el juego cuenta con algún detalle interesante, como el sistema de alejar y acercar la cámara cuando vamos con la nave, y en cualquier caso el hecho de manejar una nave que acabamos de invadir sigue siendo bastante impactante.

La música, en cambio, funciona bastante bien y es muy correcta, y lo mismo podemos decir del resto de apartado sonoros. En ningún caso hablamos de nada con un exceso de lujos, así que olvidaos de voces o doblaje, pero ciertamente el aspecto sonoro mejora lo visto en el gráfico. Eso sí, en estos momentos Heat Signature está sólo en inglés, y si sigue los pasos de Gunpoint sólo se podrá jugar en este idioma.

Conclusiones

Sería una pena que por temas como el idioma, el espartano aspecto que tiene de inicio o la escasa campaña de marketing que han hecho sus creadores, este título no llegase a tantos jugadores como se merece, porque acaba siendo uno de los juegos del espacio más interesantes, ágiles y variados de los últimos tiempos. Una pequeña joya que merece ser disfrutada, y que desde aquí os recomendamos a todos a los que os guste jugar en PC a juegos de espionaje y acción con combinaciones de ratón y teclado.

Hemos realizado este análisis con un código proporcionado por Suspicious Developments.