Análisis Dead Take: puzles clásicos, vídeos reales y exploración hollywoodiense (PC)
Desde hace unos años, estamos viendo una auténtica avalancha de títulos de terror que recuperan la estructura de los survival horror clásicos, aunque sin enemigos ni combate. Desde el lanzamiento del ya mítico P.T., juegos como Layers of Fear
Hollywood sin monstruos, pero con misterio
Dead Take es un juego de exploración y puzles en primera persona ambientado en una gigantesca mansión de Hollywood en la que, cómo no, algo raro ha pasado.
Nuestro amigo Vinny ha desaparecido, y nuestro objetivo es encontrarlo en el último sitio al que se sabe que fue: la susodicha mansión. Os adelantamos ya que no nos va a estar esperando en el sofá, y que la casa guarda multitud de secretos que tendremos que descubrir.
El juego no cuenta con enemigos como tal —aunque sí nos ha sorprendido con algún susto puntual—, y basa su desarrollo en avanzar resolviendo diferentes rompecabezas repartidos por el escenario, la mayoría bastante clásicos. Aunque hay bastantes de encontrar objetos y ponerlos en el lugar adecuado, otros muchos de ellos se apoyan en documentos o vídeos que encontramos, por lo que prestar atención a los detalles y leer bien es clave.
Los puzles, como decíamos, no son especialmente complejos, y simplemente requieren que prestemos atención. Eso sí, algunos son más elaborados, con mecánicas originales que no esperábamos, y se agradece ese intento por dar variedad. Sin embargo, la sensación general es que todo nos suena bastante familiar. Quizás es algo personal, pero la idea de explorar una casa para resolver puzles empieza a hacerse un tanto repetitiva. Lo hemos visto tantas veces, que desde el principio tenemos la sensación de saber a a lo que vamos… aunque aquí, al menos, hay una novedad interesante.
La narrativa y el montaje como claves
La historia de Dead Take está bastante bien contada y consigue mantener el interés. No vamos a entrar en detalles para no estropear las sorpresas, pero sí diremos que las secuencias de vídeo reales, grabadas con actores, son fundamentales tanto para entender lo que ocurre como para disfrutar del juego. Están bien interpretadas por los actores como Ben Starr y Neil Newbon, así como otra cara conocida que no os vamos a destripar.
Un añadido curioso es una especie de minijuego en el que debemos combinar clips de vídeo para desbloquear otros. Es una mecánica original y que encaja temáticamente, pero al final se convierte en un proceso de prueba y error hasta que algo funciona. La idea es buena, eso sí, y aporta variedad con mecánicas que, en cierto modo, nos han recordado a los juegos de Sam Barlow (Her Story, Immortality...).
Dead Take no es un juego largo. Nosotros lo completamos en algo menos de cinco horas, y creemos que es una duración más que adecuada para lo que ofrece. Dado que se lanza a precio reducido, no nos parece ningún problema. Al contrario: hay muchos juegos que se alargan artificialmente, y se agradece cuando una experiencia sabe cuándo terminar.
Mucha mansión que mover
Visualmente, se nota que es un juego independiente, pero tiene muy buenos momentos. La ambientación está cuidada, y aunque todo sucede dentro de una única localización, hay bastante variedad artística en las distintas zonas de la mansión. Nos ha gustado especialmente cómo se han aprovechado elementos del mundo del cine para darle personalidad a cada zona. El rendimiento, eso sí, podría ser mejor. Creemos que pide demasiados recursos para entornos tan austeros, aunque tiene bastantes opciones para intentar encontrar el equilibrio entre buena calidad de imagen y rendimiento, como desactivar el trazado de rayos, que honestamente aporta muy poco, aunque siempre se agradece tener la opción.
En lo sonoro, es un título bastante discreto para tratarse de un juego de terror. Hay ambientación, algún que otro golpe de efecto y un diseño que cumple, pero sin destacar especialmente. De nuevo, lo que más llama la atención aquí son las actuaciones que, si bien nos llegan en versión original, podemos entender gracias a un buen trabajo a la hora de adaptar los textos del juego a nuestro idioma.
Otra vez a casa
Al final, Dead Take es un juego que intenta hacer algo distinto dentro de un género que empieza a repetirse demasiado. Lo consigue en parte gracias a sus vídeos reales y a ese minijuego de edición, pero no puede evitar caer en algunos de los lugares comunes del terror en primera persona. Es entretenido, está bien ejecutado, y tiene buenas ideas, pero también es una experiencia que, si llevas ya unos cuantos títulos del estilo, puede dejarte con cierta sensación de déjà vu.
Dicho esto, nos lo hemos pasado bien jugándolo. Tiene personalidad, no intenta abarcar más de lo que puede, y sabe cuándo cerrar la puerta. No es un título imprescindible, pero sí una propuesta interesante para quienes disfruten del terror narrativo y no les importe que, en esencia, sea un juego muy similar a tantos otros pero, esta vez, dentro de una mansión hollywoodiense repleta de secretos.
Hemos realizado este análisis en PC (Ryzen 7 3700X, GeForce RTX 2070 Super, 32 GB RAM) con un código de descarga facilitado por el estudio.

NOTA
Puntos positivos
Puntos negativos
En resumen
Últimos análisis de PC











