Análisis de City Life Edition 2008 (PC)
Muchos han sido los títulos de estrategia que han tratado de simular el éxito logrado por el equipo de Will Wright en la creación del mítico juego de construcción y gestión de centros urbanos Sim City. Uno de los más exitosos fue sin duda City Life, del estudio Monte Cristo, que a través de un potente motor gráfico capaz de mostrar unos entornos y edificaciones con un notable nivel de detalle, permitió a los usuarios afrontar la difícil labor de levantar desde cero una gran ciudad con un considerable grado de libertad. Sin embargo, durante todo este proceso no podíamos perder de vista a la ciudadanía, ya que en este título todas nuestras acciones tendrían consecuencias sobre las diversas clases sociales que habitaban en la misma. De ahí que el resultado final fuera de lo más satisfactorio.
Y ahora, dos años después, Monte Cristo pretende renovar el éxito lanzando una nueva versión de su simulador que, por desgracia, no satisfará a los seguidores del título original; principalmente por la alarmante falta de novedades de la que hace gala.
Siguiendo la estela de la clásica obra de Maxis, en City Life 2008 tendremos que plantear la construcción de un gran centro urbano tratando de satisfacer las necesidades de nuestros ciudadanos. Para ello, partiendo del ayuntamiento, centro neurálgico de la urbe, deberemos construir una serie de edificios y estructuras que atraigan al mayor número posible de ciudadanos y, además, logren que éstos disfruten de una vida placentera en la urbe. Sin embargo, ésta no será una tarea sencilla, principalmente por las importantes sumas de dinero que deberemos invertir para sacar adelante nuestro proyecto. Y es que como suele ser habitual en el género, no todo consistirá en construir una sucesión de casas sin un orden concreto.
Como en el título original, a lo largo de la partida nuestros ciudadanos nos comunicarán sin descanso sus demandas, aspecto que no debemos considerar baladí ya que dependiendo de nuestras actuaciones, su opinión con respecto a nuestra gestión variará. Por lo tanto, una vez hayan encontrado alojamiento, nuestros ciudadanos comenzarán a reclamar puestos de trabajo y servicios básicos como comercios que deberemos saciar construyendo una importante variedad de estructuras con unas características concretas. En este sentido, por ejemplo, podemos comprar molinos para obtener energía eólica, u optar por las grandes plantaciones energéticas, mucho más contaminantes, pero a la vez también más efectivas en la recolección de este preciado bien.
Conforme nuestra ciudad crezca, las exigencias de los ciudadanos variarán, y pasarán de requerir pequeños comercios, centros de salud, o zonas de recreo, a exigir la construcción de grandes hospitales, comisarías, inmensas zonas de ocio, o mejoras instalaciones para el transporte público; estructuras que iremos desbloqueando progresivamente durante el transcurso de la partida. Pero aparte de estos clásicos elementos jugables, en City Life también deberemos tener en cuenta los pensamientos de nuestros ciudadanos, y más concretamente de las clases sociales en las que se verán englobados.
Dependiendo de la clase social a la que pertenezca un grupo de ciudadanos, sus necesidades y opiniones serán distintas, lo que nos obligará a diseñar la ciudad teniendo en cuenta esta variedad de intereses personales. Esta diversidad de opiniones quedará representada mediante un claro esquema hexagonal, que será una pieza clave en el proceso de creación de la urbe ya que nos marcará las zonas en las que resultará más conveniente edificar un tipo de estructuras y no otras. No en vano, hay que recordar que los ciudadanos desean vivir rodeados de personas de una misma mentalidad, aunque en determinadas situaciones toleran la "compañía" de habitantes de otras clases sociales. Sin embargo, unir culturas diametralmente opuestas, como puede ser el caso de los asalariados con los intelectuales, hará que los barrios en los que coincidan sufran de altas dosis de conflictividad social.
De ahí que planificar correctamente la construcción de la ciudad sea tan importante. Ya no bastará únicamente con edificar los hogares más acogedores posibles, o crear el mejor polígono industrial del mundo. En City Life las malas decisiones pueden llegar a desatar huelgas en la ciudad, peleas entre grupos rivales, o la proliferación de actos vandálicos –con incendios que pueden causar estragos, por ejemplo-. En este punto, de nuevo entra en juego nuestro buen hacer como gestores de la urbe, no sólo a la hora de lograr una armonía entre todas las clases sociales del juego distribuyéndolas de forma ordenada por todo el mapa, sino también creando una buena red de servicios públicos que nos permitan afrontar este tipo de conflictos sin grandes problemas.
Con todos estos elementos, de nuevo esta obra de Monte Cristo se presenta como un gran simulador urbano con una importante variedad de opciones que nos harán pasar horas y horas diseñando las mejores ciudades posibles en una considerable variedad de entornos. Sin embargo, como vemos, hasta aquí todo se mantiene idéntico a lo visto en el título original. Sí, se han añadido sesenta nuevos edificios con la inclusión de grandes obras de la arquitectura, pero estas estructuras son ligeras modificaciones de las ya vistas en el original, por lo que tampoco resulta un añadido excesivamente atractivo para los veteranos en la serie. Igualmente, se han incorporado diez nuevos entornos en los que edificar nuestras ciudades, pero de nuevo estamos ante un mero añadido estético que, aunque sí hará que modifiquemos nuestra forma de afrontar la partida dependiendo de la orografía del entorno, eso sí, como en el original de forma muy leve, tampoco es una novedad digna de mención.
Este City Life 2008 resulta tan similar al título original que de nuevo, en esta ocasión, los desarrolladores vuelven a presentarnos un tutorial pobre a nivel conceptual que obligará a los usuarios nóveles en este tipo de juegos a leer importantes cantidades de texto acompañado de imágenes, en vez de diseñar la clásica misión introductoria para aprender los fundamentos básicos del título. Por lo tanto, con todos estos aspectos, resulta difícil hablar del juego como una secuela o ampliación del original, ya que a grandes rasgos todo se mantiene idéntico. Incluso su apartado técnico se ha visto mejorado levemente, con la inclusión de algún que otro efecto gráfico más llamativo –como la reflexión en el agua- que a la postre, logran conformar un buen acabado final con unas ciudades notablemente detalladas, muy vistosas, que además destacarán por la vida que transmitirán: los ciudadanos se recrearán por las calles con mucha naturalidad, el diseño de los edificios resulta muy adecuado y llamativo en ocasiones, etc.
Por todo esto, City Life 2008 se trata de la versión más completa de la franquicia y, por tanto, un gran simulador urbano que ningún aficionado al género debería perderse. Sin embargo, esta valoración solamente debería servir para los usuarios que no disfrutaran en el pasado del título original, ya que serán éstos los que de verdad saquen provecho a todo lo que ofrece esta obra de Monte Cristo. El resto, se encontrarán prácticamente con el mismo título visto en 2006 con una carátula distinta, y la única novedad de poder importar mapas tomados por un satélite para diseñar posteriormente dichos entornos en el mundo virtual del juego. Así pues, todo aquel que no disfrutara del original debería comprar sin duda el juego, pero el resto debe sopesar si le interesan o no los nuevos contenidos ofertados.