Análisis de Castlevania: Lords of Shadow Ultimate Edition (PC)
Se ha hecho esperar pero finalmente ha llegado luciendo mejor que nunca. La versión que vimos para PlayStation 3 e Xbox 360 en 2010 la recuperamos ahora, en pleno 2013, con una propuesta mucho mejor en la que se han corregido temas como el framerate además de presentarlo en unos flamantes 1080p de resolución. Un goce que los que jugaron hace tres años en consola sabrán valorar en gran medida. Una obra que gana y que ahora nos disponemos a analizar en profundidad.
Conociendo a Gabriel Belmont
Hablar de este Castlevania a estas alturas es hacerlo de un clásico que ha sentado cátedra después de una aparición que fue de menos a más. Obviamente no desvelaremos ningún punto avanzado de la historia aunque introduciremos la existencia de Belmont, que vive la Europa del año 1047, durante la Edad Media.
Los primeros compases nos sitúan en un pueblo al que el protagonista ha acudido en busca del Guardián del Lago. Es ahí donde tiene su primer encuentro con los licántropos, y es ahí también donde la aventura empieza a mostrarnos el ritmo incesante que ya no parará.
Supervisado por el mismo Hideo Kojima, Castlevania tomará enseguida un camino lento en cuanto a la explicación de personajes, presentando a cada uno paso a paso, y desarrollando poco a poco la historia de Gabriel, de su familia y, en definitiva, de todo el misterio que lo envuelve. Si bien nos encontramos delante de una historia bastante manida, la forma de contarla por parte del estudio la convierte en algo de lo que querremos saber más. Una buena combinación de cinemáticas y acción son la mezcla que este Lords of Shadow escoge para ir escribiendo los hechos que rodean al protagonista.
El motivo principal de estos primeros pasos será Marie, la enamorada –por así decirlo– de Gabriel. Pero pronto descubriremos que detrás de esta simple misión y la visita al primer escenario esconderán algo mucho mayor que no podemos ni imaginar.
Un hack’n’slash con plataformas
El crossover de géneros se adaptó muy bien a las consolas y lo hace incluso mejor cuando tocamos teclado. En esta versión para compatibles podemos acomodar las teclas a nuestro gusto y ello lo hace completamente manejable, aunque nada fácil en muchos puntos de la aventura. Esa dificultad de la que hablamos tiene viajes de ida y vuelta, y veremos como en algunos puntos de la partida aumenta en grandes proporciones y en otros el rival no estará a la altura de lo esperado. El caso más flagrante ocurre con los jefes finales, presentes en muchos de los niveles, que nos pondrán el pie en la garganta en más de una ocasión.
El crossover del que hablábamos anteriormente cede una parte importante de la acción al género del hack’n’slash. Espectacular por definición, en este sentido veremos como Belmont se enfrenta a todo tipo de criaturas de las más diversas índoles. Además de ello estos momentos están acompañados por espacios que van desde mazmorras a espacios al aire libre pasando por pasadizos, zonas derruidas o rincones varios en pueblos y montañas. Esta variedad deja entrever una voluntad de evitar lo lineal para hacer que el jugador se centre, únicamente, en el desarrollo de la partida.
Y de ahí a las zonas de plataformas y puzles. Esta parte es, quizás, una de las que más se aleja de la acción, pero sin duda debe estar presente en cualquier título de la saga. Huyendo de la exploración, los periodos más plataformeros nos brindarán momentos en los que tendremos que agudizar los sentidos para resolver enigmas que nos ayuden a avanzar. Si bien los puzles no son una parte muy trabajada del juego aportan esa pausa que tan bien han sabido gestionar desde la desarrolladora.
Épico y espectacular
Si los momentos dedicados a las plataformas aportan esa pausa de la que hablábamos, los jefes finales aportan su grano de arena en forma de espectacularidad. Lo inmenso de los enemigos y la intensidad que estos aportan al combate y la aventura en general los hacen imprescindibles, y suponen, con creces, una de las partes más difíciles. En la versión para ordenador estos enemigos lucen aún con más vistosidad que hace tres años, y reafirman el porqué se convirtieron en claves a la hora de hablar de la obra de Mercury Steam.
Toda esta combinación de puzles, plataformas, jefes finales, enemigos y cinemáticas se hilvanan de forma magistral a través de una serie de capítulos compuestos por diferentes niveles. Gracias a ello el jugador no solo afrontará la historia de forma muy ordenada, sino que también podrá evolucionar al personaje y rejugar aquellos niveles, o también capítulos, en los que antes no nos habíamos podido mover con toda libertad. De esta forma si nos queda algo por hacer en algún emplazamiento podemos volver con nuestras habilidades mejoradas para conseguir completar el juego en su totalidad.
El goteo de información en cuanto a la historia y el guión también sucede con nuestros poderes y habilidades. Al principio dispondremos de armas y técnicas limitadas. Será posteriormente cuando aparezca la magia y podamos disponer de un abanico mucho mayor de posibilidades a la hora de atacar y defendernos. Combos y magia se convertirán en un buen aliado si queremos acabar bien en cualquier contienda una vez avancemos en nuestra empresa.
Técnicamente soberbio
Podríamos decir que lo que mejora de forma impactante en este Castlevania es el apartado gráfico y técnico. Los límites en este sentido son mucho mayores que en el caso de la consola y finalmente se consiguen los anhelados 1080p y la tasa de sesenta frames por segundo que tanto han dado y dará que hablar en un futuro. Todo ello posibilita una gestión de iluminación y las sombras que saca a relucir todo lo que trabajaron los de Enric Álvarez a la hora de engendrar el original.
La versión para ordenador nos muestra la riqueza de color y efectos, que junto a un motor gráfico retocado posibilita que todo fluya dejando que el jugador solo se preocupe de la aventura. Estos gráficos posibilitan que tanto Gabriel Belmont como sus rivales, en especial los jefes finales, luzcan impresionantes en todo momento. El mimo en el diseño se nota en cada paso, y en esta versión lo hacen de forma increíble.
El apartado técnico si que deja un sistema de cámaras algo impreciso en algunos puntos del juego. El dinamismo de los enfoques apuesta mucho más por ofrecer un plano mucho más llamativo, lo que en ocasiones puede suponer que perdamos el punto de vista más óptimo de cara a superar al rival. Por otra parte, lo mismo sucede en los momentos en que recoger ítems es importante para nuestra supervivencia pero estos quedan fuera de nuestra visión a causa del enfoque. Algo subsanable pero que ha quedado como herencia del original.
Mención aparte requiere el apartado sonoro. De la mano de actores de pro como Robert Carlyle o Jason Isaacs, entre muchos otros, asistiremos a una actuación de lujo que deja muy alto el pabellón en lo que a interpretación se refiere. De la misma forma nos acompañará una banda sonora de calidad increíble realizada por Oscar Araujo que ha sido laureada por todos los que la han oído. Sonidos sinfónicos muy épicos que vienen como anillo al dedo a cada momento de la historia.
Una auténtica ganga
Castlevania: Lords of Shadow llega con el añadido Ultimate Edition al mercado. Si os preguntáis el porqué de estas palabras al final del título, os diremos que los menos de treinta euros que cuesta también incluyen los descargables Reverie y Resurrection, un paso intermedio entre el título original y su secuela, que pudimos conocer de manos de su creador en el Gamelab de este año en Barcelona. Si ya de por si el juego cuenta con una campaña bastante larga entre aventura y rejugabilidad, estos descargables alargarán en buena medida el juego.
Estamos delante de un juego que ha mejorado mucho en cuanto a la parte técnica. Las posibilidades del ordenador frente a las consolas y estos tres años de avances tecnológicos le han sentado de maravilla. Los 1080p de resolución y un framerate a prueba de bombas lo sitúan mucho más arriba que al original Modelados y escenarios hacen que todo luzca de forma sensacional haciendo que la experiencia de juego supere con creces lo esperado.
En cuanto al apartado sonoro, tanto voces como una banda sonora realizada expresamente para la ocasión dan aún más valor al juego y se convierten en algo indispensable para jugar a este Castlevania. Adaptadas a cada momento de forma perfecta nos dan el toque justo de acción, calma o espera tensa según sea menester.
Y finalmente la combinación entre hack’n’slash y plataformas le sientan perfecto a este Castlevania. Acción y habilidad se dan la mano en combates a veces muy fáciles y en ocasiones casi imposibles, aunque siempre muy divertidos. Pese a los errores en cámaras podemos decir que el sistema responde a la perfección y se adapta a lo que esperamos de él.
El total es un juego totalmente recomendado tanto si os gustó el original como si lo conocéis por primera vez. Una propuesta que ha ganado enteros en cuanto a lo gráfico y que sorprende en todos los campos. Ahora solo os queda empezar a descubrir la oscura historia que rodea a Gabriel Belmont.