Análisis de Between Me and the Night (PC)
"Between Me and The Night es una aventura de acción surrealista". Con esta descripción los desarrolladores RainDance LX nos presentan una aventura gráfica con pequeñas pinceladas de acción que combina el terror juvenil y vida cotidiana. Un punto de partida por lo menos interesante que mezcla las tareas diarias más corrientes de cualquier chico de su edad, y la noche, donde las pesadillas cobran una forma más corpórea mediante alucinaciones en la oscuridad. Sólo su pasión por los videojuegos parece ser la vía de escape para luchar contra la aburrida rutina.
El núcleo parte de un sistema muy tradicional de recogida de objetos e interacción, sin la complejidad de un menú de verbos de Manic Mansión. Colecciona ítems, arrástralos hacia un objeto del escenario y si tiene sentido, reaccionará de alguna manera –una cinta de audio con una grabadora, una consola con la televisión-.
La gracia –o principal novedad- está en que sólo podemos llevar una cantidad limitada de ítems, y cada casilla corresponde a un tamaño definido, lo que obliga a dejar caer un cuerpo voluminoso por otro aunque dispongas de otros espacios libres de tamaño mediano y pequeño.
Las habitaciones suelen contar con un puñado de ítems decorativos sin ninguna función concreta, o que al menos no son útiles hasta más adelante, por tanto la solución no pasa por recoger cada juguete y adorno que aparezca en pantalla sino sólo aquel práctico para el puzle que nos ocupa. Aunque en un principio da la sensación de ser un sistema creado para evitar el experimento gratuito, al final restringe mucho la imaginación del usuario, que casi debe tener la idea clara desde un principio para evitar viajes innecesarios por los diferentes pisos del hogar.
El resto del control se restringe a mover obstáculos y subir sobre sillas o mesas, necesario para llegar a aquello que queda fuera de nuestro alcance normal por encontrarse en una repisa o colgado de la pared. El joven no se acerca automáticamente si pulsamos a una cosa.
El tutorial presenta uno de los problemas con los que nos encontraremos en ciertos momentos, más de los que nos gustaría incluso para este género que ya de por sí tiende a ser confuso: no tener muy clara la resolución de un puzle o qué hacer a continuación. De hecho, no hay una sensación de progreso clara a lo largo de su historia, sólo a veces tienes una ligera idea del objetivo que te hace progresar en los acontecimientos, o la resolución es muy vaga y basada en nuestra intuición. Esto provoca que, pese a ser un juego corto, se pierda el interés del descubrimiento muy pronto.
Pongamos un ejemplo donde sí se deja claro el trabajo que realizar: una nota de tus padres indica que debes cortar el césped y dar de comida al gato. Su alimento está un poco escondido en un armario, pero ese tipo de dificultad se puede aceptar dado que ese es el tipo de reto de esta jugabilidad, no una muerte por reflejos.
Ahora bien, la obtención de otros objetos es mucho más impredecible, caso de unas llaves ocultas en un pequeño juguete que a su vez dan acceso a unas tenazas para seccionar una cadena y sacar el cortacésped. Aquí el único mérito es investigar absolutamente todo el escenario hasta dar con la clave, imposible de predecir de manera lógica. Y en otros asuntos ni siquiera el objeto a buscar queda claro porque no se pide directamente, se da por supuesto que el jugador lo entiende. ¿El cortacésped no funciona? Necesita gasolina, pero es algo que debes saber tú, pues el niño nunca lo menciona directamente.
Between Me and The Night parte de una idea original y está apoyado por unos gráficos con un estilo bien inspirado, aunque las animaciones rígidas y la estética limpia, casi de juego Flash, puede que no guste a algunos jugadores. La música destaca para crear atmósfera que destaca principalmente la soledad del joven en la casa -y otros lugares-. Es un tema que conectará más o menos con el usuario dependiendo de su experiencia personal, y si lo hace su mensaje cala fácilmente. Teniendo en cuenta su origen de producción independiente es casi lo más destacable.
En cambio algunas decisiones de la interfaz no ayudan mucho a mejorar la diversión. El cursor sólo aparece en pantalla al pulsar, deteniendo el movimiento del personaje. Esto implica que no es cómodo rastrear cada habitación sobre la marcha, obligatorio al entrar en una localización por primera vez –o después si no recuerdas qué hay en la decoración-. El detalle parece estúpido, pero no lo es tanto cuando también es difícil distinguir el mobiliario sensible o el que no.
Durante su fase de pruebas sufrió de muchos errores que no hemos observado en su versión final. Si que hay una molesta función de guardado automático que no se ha corregido –o mejorado- ni con las críticas de los últimos meses, y es que sólo registra el estado al superar un evento parte de la historia. ¿Qué sucede? Abandonar el juego antes nos lleva al principio del capítulo, sin reflejar los puzles resueltos o todo aquello que se había hecho. Naturalmente, en tu primera partida nunca sabes en qué momentos se va a guardar, con la consecuente pérdida de 20 minutos de exploración o más. Hasta las aventuras de LucasArts de hace 30 años guardaban el estado en el punto exacto.
Mencionar que dispone de secciones de juego diferente a la aventura de "apuntar y click", unas fases de lucha 2D inspirada por uno de los videojuegos favoritos del joven, de fantasía medieval. Su mecánica es bastante simplona y apenas hay nada que destacar –espadazo y movimiento de defensa-. Por una parte se comprende que sea considerado un extra englobado en la narrativa, representación de su lucha heroica contra los enemigos, más que otro pilar de su jugabilidad. Sin embargo es un tramo que debería estar más explotado, pues pasas por él. Igualmente se puede jugar a un minijuego estilo retro sin demasiado propósito.
Conclusiones
Sensación agridulce con Between Me and The Night. Y es que una nueva aventura gráfica protagonizada por un niño es siempre bienvenida, pero algo no funciona como debería. Es el ritmo, el planteamiento de los puzles artificialmente difícil, ciertos fallos de diseño o lo poco aprovechada que están las posibilidades de este mundo –el real y el ficticio- con las escasas pistas que se va dosificando la información. O todo a la vez.
Sólo recomendable para los jugadores más interesados en una experiencia de este tipo, basada en las emociones y la historia minimalista, que en la estricta parte clásica del género.
Hemos analizado este juego en su versión de PC gracias a un código de descarga que nos ha proporcionado KISS ltd.