Análisis de Back to the Future Ep. 2: Get Tannen! (PC)
No hay duda de que en Telltale Games tienen que estar muy atareados, tras los numerosos anuncios de los últimos días: una adaptación del cómic Fables, el renacer de la mítica saga King's Quest, una nueva serie titulada Hector: Badge of Carnage, la confirmación tras muchos rumores de que se van a encargar del popular cómic The Walking Dead, una nueva entrega de Puzzle Agent, y la fecha definitiva de Jurassic Park, cuya primera entrega llegará en abril. Algo verdaderamente exagerado, e imaginamos que han debido contratar a mucha gente, ya que no queremos que ocurra lo del dicho: quien mucho abarca, poco aprieta.
Tras el primer capítulo de Back to the Future lanzado en diciembre, este nos llega en febrero, y parece ser que los sucesivos harán aparición a un ritmo de uno por mes, finalizando en mayo. El primero fue bien recibido por la crítica y los aficionados, aunque con algunas pegas que han sido bastante unánimes, referentes a su corta duración, facilidad, y el hecho de saber que Telltale, en líneas generales, lo puede hacer mucho mejor.
Además como es tradición en sus temporadas, el primero de los capítulos no suele ser ni mucho menos el mejor, superándose en los sucesivos, por lo que este segundo episodio se esperaba con ganas y escepticismo por ver qué rumbo toma esta nueva serie, y si la sensación de algunos de que es un juego dirigido a las masas, dejando un poco de lado a los aficionados de las aventuras gráficas, es finalmente cierta o solo pasajera, de lo que os intentaremos sacar de dudas en las siguientes líneas.
Paradojas temporales: arreglar un desaguisado para causar otro peor
La historia comienza exactamente donde la dejamos en el anterior capítulo, que tenía un final con gancho. Marty comienza a desaparecer ya que parece ser que finalmente los matones de Kid Tannen acaban con la vida de su abuelo a la salida de los juzgados, por lo que él no puede nacer. En el pequeño prólogo viajamos al pasado para evitar esto, rescatando al abuelo de Marty con lo que evitamos nuestra desaparición, pero al volver a la época actual descubriremos que hemos causado otros graves problemas al cambiar la línea del tiempo, por lo que deberemos volver a viajar a 1931, e intentar solucionar el nuevo entuerto.
Esto hace que tengamos de nuevo la misma localización principal que en el primer episodio -la plaza central de Hill Valley-, saliendo a relucir un clásico problema de las aventuras de Telltale: el reciclado de escenarios entre episodios. Algo que también ocurre con los personajes, pero estos cumplen su función en la historia y evolucionan -y se les va cogiendo cariño con el paso de las entregas-, además de incorporarse otros nuevos por lo que no tenemos esa sensación de reciclaje con ellos que sí tenemos con los escenarios. Que ya no es solo que se repitan, sino que las nuevas localizaciones, en este caso, se pueden casi contar con los dedos de una mano, lo que nos parece un tanto rácano y que tiene relación directa con la propia duración del juego, que comentaremos más adelante.
El control es el mismo que nos viene acompañando desde la tercera temporada de Sam & Max, y que parece que ha llegado para quedarse, para disgusto de muchos. Tenemos que mover a nuestro personaje ya sea con las flechas del teclado o dejando pulsado el ratón e indicando la dirección, y como ya hemos dicho varias veces, aunque la verdad es que no nos cansamos de repetirlo, no sabemos muy bien que aporta esto a la jugabilidad, más allá de que sí, lo hace más accesible en consolas, algo que a los que les gusta disfrutar de este tipo de títulos en el ordenador no les importa, pero también es cierto que no supone una gran losa a la hora de poder disfrutar de él.
Los que esperábamos un salto en la complejidad o dificultad de este segundo episodio nos podemos ir olvidando: es igual de fácil y corto que el anterior. No contamos con un gran puzle que destaque de los demás como en la anterior entrega, pero sí de varios muy bien integrados en el desarrollo de la aventura, tanto que casi cuesta darse cuenta de cuantos son y dónde están colocados. Se ha realizado un gran trabajo en este aspecto, aunque hubiéramos deseado que supusieran un verdadero reto. Contamos con varios ejemplos de esos puzles en los que Telltale se han hecho unos maestros y que tienen cierto dinamismo al moverse nuestro personaje así como otros elementos, teniendo que estar atentos a los eventos activos que van ocurriendo, que resultan vistosos a la par que divertidos.
Un auténtico aficionado antes de empezar a jugar deberá desactivar todas las ayudas disponibles, que son muchas, pero que vendrán muy bien a alguien nuevo en este tipo de juego, y como ya dijimos con el primer episodio, esta temporada de Regreso al futuro nos parece un ocasión excelente para adentrarse por primera vez en el género, debido a su baja dificultad y las numerosas ayudas de que disponemos, por lo que es literalmente imposible quedarse atascado.
La duración no llega a las tres horas, estando incluso más cerca de las dos, igual de corto o incluso más que el anterior, y nos parece un cambio de tendencia en las aventuras de esta compañía que solían tener una duración un poco superior, contando con una entidad propia dentro de la temporada. El que de momento solo vendan el paquete de los cinco episodios y no lo hagan con cada uno por separado, da pistas de lo que ellos mismos opinan sobre su temporada de Back to the Future, que no tiene suficiente enjundia como para ser cobrada por partes y sí como un todo.
Pero aunque llegados a estas alturas del texto parece que todo son quejas, lo cierto es que se disfruta cada segundo de esta aventura, jugándose con una sonrisa en la boca y con gran satisfacción, aunque nos deja, nuevamente, con ganas de más. La historia está bien contada e hilada con la anterior entrega, además de resultar interesante, los personajes que repiten lo hacen con acierto, y los nuevos son muy simpáticos. Tenemos suficiente variedad de situaciones, con unos diálogos simpáticos y bien escritos, sin resultar ni un solo instante pesados o excedidos en su duración.
Los gráficos son igual de buenos que en la anterior ocasión, sin mejoras aparentes, con ese estilo de dibujo animado que le sienta tan bien y del que algunos dudaban. Queremos destacar esta vez -además de los buenos modelados y la iluminación- el gran trabajo que se ha realizado en las animaciones faciales, sobre todo en el caso de un policía bebido, con el que interactuamos en un puzle en el que tenemos que cambiar la música del local para que modifique su estado de ánimo, y están realmente bien conseguidas sus caras de felicidad, tristeza o cabreo que va poniendo dentro de su constante embriaguez, siendo de lo más destacable del apartado visual. Lo que menos nos gusta no son los escenarios en sí, que están bien, sino que estos están un poco despoblados, faltos de elementos animados, y les vendría bien que tuvieran algo más de vida.
El doblaje sigue siendo igual de bueno -en inglés y... en alemán-, y se ha hecho un gran trabajo en el apartado musical, ya que en el puzle que hemos mencionado antes las distintas melodías que van sonando son cantadas a la vez por una artista, y le dan un toque de autenticidad a la ambientación genial, además de ser muy simpáticas. Vuelve a carecer de subtítulos en castellano, algo a lo que ya estamos acostumbrados con esta compañía, un trabajo que no han podido o querido realizar pero que un solo aficionado en apenas 72 horas sí ha sido capaz de llevar a cabo...
Telltale, confiamos en ti
Aunque esperábamos un salto de calidad en este segundo episodio, ha resultado ser igual en todos los sentidos que el primero: de corto, fácil y bueno. Pese a esto ningún aficionado al género o quien quieran probar suerte en él debería perdérselo, y aunque podíamos ser agoreros y predecir que el resto de la temporada va a ser igual, seguimos confiando en este estudio californiano, y esperamos que el tercer episodio, que llegará en marzo, sea mejor que los precedentes, ya que cómo termina la historia en este, la cosa puede dar mucho- nunca mejor dicho- juego.