Análisis de Assault Android Cactus (PC, PS4, Xbox One)
Dentro de los juegos de tiros (por no decir matamarcianos) la división tradicional nos ponía entre los juegos de scroll lateral, esto es, los que el desplazamiento suele ir de izquierda a derecha, y los de scroll vertical, de abajo a arriba. Pero ya desde el seminal Berzerk, también tenemos lo que se llaman arena shooter, que posteriormente pasaron a ser twin stick arena shooter, primero con Space Dungeon de Taito, aunque se popularizó con Robotron 2084, y por supuesto con su sucesor espiritual, Smash TV y su "secuela", Totally Carnage.
Este género se quedó ahí, tranquilo y sin molestar demasiado, con conversiones para consolas tan curiosas como la de NES de Smash TV, que empleaba dos mandos para poder dar la sensación de dos stick de la manera más completa que se pudo en aquel entonces. Pero al aparecer dos sticks en el mismo mando, ya se empezó a cavilar con un retorno de este género, que acabó volviendo por la puerta grande gracias a Geometry Wars, siendo el primero un añadido a Project Gotham y el segundo un título por su cuenta y riesgo, y un pequeño gran éxito para Bizarre Creations.
Desde hace algo más de dos años los australianos de Witch Beam llevan dando vueltas alrededor del mundo enseñando un juego que pretende dar una nueva vuelta de tuerca a un género que ha creado títulos tan prestigiosos como el omnipresente Nuclear Throne, con un esquema en el que manejamos a nuestro personaje con un stick, y con el otro apuntamos, pudiendo usar un arma u otra apretando el gatillo que le corresponda. Lo cierto es que desde su aparición en los primeros eventos a los que acudieron se ha hablado muy bien de este juego, de manera que no hemos podido sino querer saber más y jugarlo, tras haber pasado por el correspondiente periodo de Early Access en Steam.
La historia de Assault Android Cactus es de todo menos complicada; una fragata espacial se ve atacada por un montón de robots, y nuestros robots androides responden a la llamada de socorro. Como veis, una excusa como cualquier otra para poder meterse a fondo a disparar y esquivar de todas las maneras posibles.
Porque de eso es, a fin de cuentas, de lo que va este juego. Nos ponemos a los mandos de una de estas graciosas androides, y oleada tras oleada de robots vamos empleando nuestras diferentes armas para derrotarlos. Cada androide tiene su armamento diferenciador, ya sean misiles, bolas de fuego, metralletas, láseres, etcétera, uno de ellos siendo el arma principal, que podemos utilizar todo el rato, y el otro un arma secundaria por la que deberemos esperar un poco cada vez que la utilicemos.
El arma principal se va mejorando conforme derrotamos enemigos, ya que estos liberan unas placas que cuando las recogemos (algo bastante fácil porque si estamos cerca ya vienen a nosotros) hacen que nuestra arma sea mejor, mientras que otros ítems que sueltan los enemigos son armas supletorias, escudos o velocidad. Un detalle relevante y que marca la dificultad, especialmente en los jefes finales, es que cada vez que aparece un ítem es algo aleatorio, de manera que para un boss que tiene, por ejemplo, un patrón de ataque rápido en la tercera transformación, si en ese momento nos dan el ítem de velocidad todo es mucho más fácil, mientras que si este hecho no ocurre sufriremos mucho más que si fuéramos equipados con ellas. Con todo, evidentemente, el juego nos permite volver a empezar, y al final es cuestión de tiempo que se den la situación deseada, pero mientras a lo mejor tenemos que repetir de manera innecesaria la partida.
Un dato relevante dentro del esquema del juego es la necesidad que tienen nuestras androides de aguantar a base de tener suficientes baterías como para poder seguir funcionando. Esto no es trivial, ya que con el paso del tiempo vamos perdiendo energía, especialmente al recibir golpes como para "hacernos perder una vida", perdiendo una buena cantidad de tiempo recuperándonos, de manera que tenemos que volver a encontrar energía para poder superar cada fase (que por cierto, suelen ser relativamente cortas y sobre todo muy intensas).
Además del modo un jugador, este título disfruta de la posibilidad de poner hasta cuatro usuarios a la vez en pantalla, lo que incrementa la diversión de manera notable. El diseño de niveles, lleno de enemigos hasta las cejas, es bastante bueno en la mayoría de ellos, y se adapta bien tanto para uno como para varios jugadores, lo que es muy de agradecer, y en general no tendremos demasiados problemas para ver lo que pasa entre enemigos y el personaje principal, aunque de vez en cuando tiene sus momentos bullet hell que sin duda pondrán a prueba al menos versado.
A pesar de usar un motor tan trillado como Unity, han sido capaces de hacer un juego que aguanta a la perfección oleadas de enemigos oleadas sin excesivas ralentizaciones, lo que evidentemente depende en ordenador de la máquina empleada, pero un servidor ha jugado en un PC con cuatro años de edad, y aquí no ha habido ningún problema.
Estéticamente es bastante agradable, no sólo por los simpáticos personajes principales, sino también por los escenarios, que además son modificables mientras estamos arreando todo tipo de disparos en pantalla, y por los mostrencos que tenemos como enemigos finales, unos robots gigantes con bastante personalidad que nos costará más de lo deseado derrotarles.
Pero donde acaba dando el do de pecho es en el tema musical, creado por Jeff van Dyck, un nombre que seguramente no os sea tan familiar como otros músicos conocidos en la industria, pero que al ser un músico de la misma ciudad de donde son el resto de creadores (Brisbane), no ha tenido problema en hacer un hueco entre entrega y entrega de Total War para ponerse a escribir unos temas electrónicos muy cañeros, que hacen muy animadas las partidas.
Conclusiones
En resumen, podemos decir que Assault Android Cactus es un twin stick shooter de lo mejorcito que hemos visto últimamente, y que a pesar de no ser un nombre tan conocido como otras vacas sagradas del subgénero de los matamarcianos sin duda alguna se merece que le demos una oportunidad. Si os va eso de disparar y esquivar balas, os lo vais a pasar fantásticamente, sobre todo si os juntáis con hasta tres amigos para repartir metralla entre una miríada de robots.