Análisis Ashen Arrows: Entre tower defense y roguelite en Realidad Virtual (PC)
Gráficos low-poly y Realidad Virtual son dos términos que van casi de la mano. Esto es lógico, especialmente teniendo en cuenta que, aunque las Meta Quest sea la plataforma con mayor base de usuarios, muchas propuestas independientes necesitan abarcar cuanto más dispositivos, mejor, aunque sean limitados técnicamente. Pero esto no ha impedido que hayan surgido fenómenos como Gorilla Tag que hayan sabido jugar esta baza a su favor.
Ashen Arrows, sobre el papel, parece un título destinado a perderse en las tiendas digitales: además de low poly, mezcla los géneros de tower defense, wave shooters y los omnipresentes roguelites, con algún puzzle ligerito para hacer el cóctel más variado.
Afortunadamente este cóctel, aunque familiar, termina dejando buen sabor de boca.
De parranda con Odin por el Valhalla
La mecánica principal de Ashen Arrows se basa en el puro tiro con arco en primera persona. Ser precisos, prever el ángulo de la caída de la flecha, saber medir la potencia de la misma y atacar a enemigos antes de que destruyan tu fortaleza. Ni más ni menos. Si este tipo de juego no te gusta, complicado que lo que se construye por encima de esta base te convenza.
Eso sí, es una base sólida. Si uno no tiene experiencia en el género, existe una curva de dificultad muy agradable de superar. Utilizas un gatillo como "agarre" de la flecha en el arco y es importante calibrar la altura y la potencia del disparo, además de predecir el recorrido de los enemigos, cuya variedad te fuerza a cambiar de estrategia.
Es aquí donde entra en el ruedo la ambientación nórdica sobre la que se sostiene este juego. Básicamente eres el último bastión ante la invasión de fuerzas enemigas que incluyen guerreros de distinto tipo, como arqueros, vikingos con armadura, animales y hasta dragones. Algunos de estos enemigos lanzarán bolas de fuego a tu fortaleza, lo cual requiere velocidad de reacción. Otros se tomarán algo de tiempo en enseñarte sus partes posteriores para burlarse de ti, momento perfecto para abatirles. Existen vikingos, elfos y enanos de distintas categorías, además de animales de distinto tamaño. Gracias a su modesta ambición, el resultado ofrece mucha variedad visual.
Para ir familiarizándonos y perfeccionando nuestra habilidad como arqueros contaremos con un modo campaña en el que seremos acompañados por el mismísimo Odín, y es aquí donde aparece un tono más jocoso del que parece a primera vista. Es una aventura sencilla, con puzzles, pequeñas misiones secundarias que no van mucho más allá de derrotar a oleadas de enemigos, pero que cumplen su propósito. Pero uno aprende pronto a no tomarse esta historia muy en serio, porque el juego así lo presenta. De hecho, en no pocas ocasiones a uno le gustaría que esta aventura virase aún más hacia el absurdo y el humor negro, pero tal como está, al menos, sabe sacar una sonrisa. En estos momentos tan solo podemos acceder al primer acto de la misma, con posteriores entregas que aparecerán, entendemos, en futuras actualizaciones.
Aguantando la fortaleza
Al final, el modo campaña es un añadido atractivo que está pensado para prepararnos para el lugar en el que pasaremos más tiempo: el Modo Bastión. Un puro tower defense en el que decidiremos, según el modo de juego, si aguantar desde 20 a 60 oleadas de enemigos en cuatro mapas (uno de vikingos, dos de enanos y uno de elfos). Nuestra fortaleza tiene una vida limitada, y si los enemigos la destruyen, Game Over. Sencillo.
La capa de barniz sobre esto tiene forma de roguelite. Al finalizar cada oleada recibiremos un punto de habilidad que podremos canjear en un baúl mágico (que tiene una voz horrorosa y te invita a callarlo a base de flechazos, por cierto) por distintas mejoras, una de tres a elegir. Estas mejoras pueden ser pasivas (una barricada extra, o mayores puntos de vida para la fortaleza, entre otras), o pueden ser flechas de distinto tipo (curativas, explosivas), o una mayor potencia de ataque para derrotar a enemigos potentes. Tampoco faltan habilidades especiales que permiten barrer el mapa en caso de que lleguemos a sentirnos abrumados por la situación. El catálogo de habilidades se va ampliando, como hacen los roguelites, conforme más juguemos tanto en el modo bastión como en la Campaña. Algunas de ellas te permiten, por ejemplo, teletransportarte a otro punto del mapa para añadir un componente más estratégico. Aunque puedas moverte con el joystick, por mero diseño este modo limita bastante tu rango de movimiento. Eso sí, algunos ataques de enemigos están dirigidos hacia el jugador, con lo cual no es solo una cuestión de apuntar y disparar, sino también de esquivar.
El resultado está bastante bien medido para darnos diversión durante horas, y es perfecto para compartir con amigos en el modo cooperativo. Hay momentos de absoluto caos en los que hay que tener a la vez buenos reflejos y sentido de la estrategia. De hecho, en ocasiones jugando solo parece muy difícil completar las versiones más exigentes de este reto, y es aquí donde surgen sus imperfecciones. En su género, Ashen Arrows es una propuesta sólida, sin florituras, y que sabe lo que hace y cómo hacerlo bien. Pero sin compañeros de aventuras, lo normal es que una vez terminada la Campaña y descubiertas todas las posibilidades lúdicas, en unas tres o cuatro horas, la novedad termine agotándose y solo merezca la pena como un entretenimiento ocasional si tienes la suerte de contar con alguien para compartir aventuras.
Parece que, en el futuro, se aumentará tanto la cantidad de mapas como el contenido en el "hub" donde puedes seleccionar tu modo de juego y que puedes recorrer libremente. Por ejemplo, parece que habrá un minijuego de pesca. Ahora mismo sólo puedes hacer prácticas o desbloquear habilidades cazando gatos en un minijuego a contrarreloj. Por ahora, la mejor forma de seguir sacándole jugo a las partidas es subiendo la dificultad con el Modo Hardcore, o atreviéndote a encarar un mayor número de oleadas en los mapas actuales. La intención de los desarrolladores es seguir alimentando al título y así ir creciendo como comunidad. Dependerá de su éxito, suponemos. Veremos.
Conclusión
Ashen Arrows va directo a por un público muy específico al que le gusten los tower defense, los ataques por oleadas, y sabe mantener cada partida fresca con habilidades aleatorias estilo roguelite. La campaña podría ser algo más ambiciosa y loca y aparece como una oportunidad perdida. Aún así, cuenta con el suficiente sentido del humor y solvencia para servirse como una propuesta atractiva para aquellos que estén buscando una experiencia de este tipo, sobre todo con amigos en el Modo Bastión y en cooperativo.
Hemos realizado este análisis gracias a un código proporcionado por Press Engine.
NOTA
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Puntos negativos
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