Análisis de American McGee's Alice (PC)

Los programadores de Rogue Entertaiments, de la mano de Electronic Arts, nos adentran en un mundo delirante y psicodélico de colores y asimetrías basado en los entornos y personajes que Lewis Carrol creó para su famoso cuento “Alicia en El País de las Maravillas”. Encarnamos a Alice en un juego 3D en tercera persona con el motor gráfico retocado y mejorado del Quake III Arena. La cosa promete, ¿verdad?, pues pasemos a ver de que va esto. Tras sus dos primeras aventuras en “Alicia en El País de las Maravillas” y “A través del espejo” por todos conocidas, los padres de Alice mueren en un fatal incendio. Este desafortunado incidente provoca que Alice pierda la cabeza y sea internada durante varios años en el Hospital Psiquiátrico de Rutledge donde crece y se hace mayor. Al cabo del tiempo, mientras Alice descansa en su cama del hospital, recibe mentalmente una misteriosa llamada que la induce a regresar al país de las Maravillas, y sin saber muy bien exactamente cómo, eso es justo lo que sucede; pero el entorno idílico que ella dejó atrás la última vez que estuvo allí ha cambiado drásticamente. El ambiente es infernal y opresivo y todo está podrido y marchito por culpa de la tiranía de la Reina de Corazones. Nuestra misión consistirá en hacer que el País de las Maravillas vuelva a ser lo que era, enfrentándonos a los personajes de los cuentos de Carrol aunque eso sí, bastante “distorsionados”, como el Sombrerero Loco, los Guardias Naipes, Duendes de Fuego y un largo etcétera. Contaremos para ello con la ayuda de varios personajes, como el enigmático Gato Cheshire o el famoso Conejo Blanco. Con esta descripción, quizá parezca que estamos hablando de un juego para niños pequeños, pero cambiaremos radicalmente de opinión cuando veamos como Alice utiliza los “juguetitos” que se va encontrando. En primer lugar, nos encontraremos con un cuchillito al más puro estilo Norman Bates (el de Psicosis) con el que nuestra inocente protagonista acuchillará e incluso decapitará a sus enemigos, resulta cuanto menos gracioso ver como el delantal del vestidito de Alice se va manchando de sangre a medida que acaba con sus enemigos...;-).

Cuando adquiramos un poco de soltura con el cuchillo, cogeremos un juego de naipes ideal para ataques aéreos, los cuales se clavan en sus objetivos, después descubriremos una nueva función para los mazos de crocket, Alice los utilizará para reventar a porrazos a sus enemigos y para golpear bolas de crocket que perseguirán al pobre desafortunado que haya sido fijado por el punto de mira. La caja sorpresa reventará cuando alcance a sus enemigos o soltará descargas eléctricas a todo el que esté alrededor de Alice... y así hasta 9 armas que nos facilitarán bastante las cosas a medida que avancemos en la historia.

Para utilizar sus ataques “mágicos”, Alice dispondrá de una cierta “fuerza de voluntad” que se irá gastando a medida que disparemos. El nivel de salud estará representado por una barra de “salud mental”. Cuando matemos a un enemigo, podremos reponer ambos (salud y voluntad) recogiendo los iconos de Meta-Esencia que nos dejan. Cada arma contará con dos tipos de ataque, uno con cada botón del ratón, algunos de los cuales gastarán voluntad y otros no, es importante que guardemos la “fuerza de voluntad” para cuando realmente la necesitemos.

Para avanzar de un lugar a otro, no bastará con ir matando a diestro y siniestro a todo el que se ponga por delante, también tendremos que resolver enrevesados, psicodélicos e intrincados enigmas y acertijos que nos complicarán la vida.

Como ya comenté en la introducción, el motor gráfico que mueve este mundo paranoico es, ni más ni menos que el engine del Quake III, por lo que hay que destacar la increíble calidad de los entornos y la gran suavidad de movimiento, con unas resoluciones de hasta 1600 x 1200 y profundidad de texturas y colores de 32 bits (para las tarjetas que las soporten). Llama enormemente la atención la absoluta ASIMETRÍA reinante durante todo el transcurso del juego... puertas, ventanas, techos, casas... no hay prácticamente nada simétrico, los entornos son absolutamente psicodélicos, parecen sacados de un videoclip musical de los años 70 con colores llamativos y formas delirantes.

Tanto los decorados como los personajes están muy cuidados y son obra del famoso (en el mundo de los videojuegos, por supuesto) American McGee, el cual le da nombre al juego y que cuenta entre sus obras con escenarios para el mítico Doom y para toda la saga de Quake.

Del apartado gráfico podemos decir en general que es uno de los puntos fuertes del juego y que rebosa calidad por los cuatro costados.

Si el apartado de gráficos es realmente bueno, el sonido no desmerece en absoluto. Los efectos sonoros son de una calidad altísima. Cuando golpeas los objetos con cualquier arma sonará diferente según sea el material que estés golpeando. El juego está total y perfectamente traducido al español, haciendolo mucho más fácil de comprender lo que permite que nos metamos mucho mejor en la trama. Además, cuenta con la opción de subtitular todos los diálogos para aquellos que no dispongan de sonido en su PC o para discapacitados auditivos.

Pero donde realmente destaca el sonido es en la música, es increíble la enorme ambientación que proporciona, no en vano está compuesta por Chris Vrenna, ex-batería de la banda Nine Inch Nails y colaborador de numerosas bandas de Rock Alternativo como Smashing Pumpkins, Hole o el controvertido Marilyn Manson.

El control de Alice es muy sencillo, para manejarla, es recomendable utilizar conjuntamente el ratón y el teclado, al estilo Quake o Unreal. No es el típico juego que te agobia con un millón de acciones que no sabes en qué tecla poner.

La dificultad está muy ajustada contando con la posibilidad de elegir entre cuatro niveles de dificultad al inicio del juego.

Al tratarse de un juego en el que hay que resolver numerosos acertijos y puzzles cabe la posibilidad de que nos atasquemos en una determinada zona y tardemos demasiado en poder seguir progresando, pero este es un inconveniente aceptado por todo aquel al que le gusten este tipo de juegos, (preguntad a los jugones del “Tomb Raider”...) que ven en cada puzzle una meta a superar. De todas formas, los puzzles de “American McGee´s Alice” no entablan demasiada dificultad y son bastante sencillos de resolver, haciendo que prime el componente de acción sobre el de quebrarnos la cabeza encajando piezas y resolviendo acertijos. Cuando “American McGee´s Alice” cayó en mis manos pensé que sería un juego más de tantos que aprovechan el nombre de algún cuento o película famosos para vender mucho con escasa calidad, pero ¡¡nada más lejos de la realidad!!, se trata de un trabajo muy bien realizado que sorprende a todo el que lo ve y no deja a nadie indiferente. Te metes en el argumento muy fácilmente ayudado por la gran ambientación gráfica, sonora y argumental, y puedes pasarte horas y horas jugando sin parar.

En resumen, podemos decir que se trata de un auténtico juegazo muy recomendable para los aficionados a los juegos 3D, eso sí, preferiblemente para jugones mayores, y no para niños, pues es ciertamente violento.