Análisis de The Rub Rabbits! (NDS)
Cuando Nintendo DS llegó a nuestro mercado lo hizo acompañada de varios títulos muy interesantes, entre ellos la primera creación del Sonic Team, el grupo de desarrollo de Sega responsable del nacimiento de la mascota de la compañía. Su título apostaba por ofrecer al jugador toda una serie de minijuegos aprovechando tanto las posibilidades de la pantalla táctil como del micrófono de la consola. Estamos hablando de Project Rub, uno de los juegos más sorprendentes durante los primeros meses de vida de la consola y que ahora, visto desde la perspectiva que otorga el catálogo actual de la portátil, sigue mostrando sus enormes cualidades.
Una apuesta tan firme, tanto en el plano estético, como en su desarrollo (tanto en lo referente al humor como en el aspecto jugable) no podía olvidarse fácilmente, y así es como nace The Rub Rabbits, un curioso título que, sin embargo, ha sido modificado considerablemente en relación con el original japonés.
Si el primer juego se traducía directamente del japonés como "me muero por ti", éste se traduciría por algo así como "¿de dónde vienen los niños?" Pese a lo que a alguno le pueda parecer por el título, el videojuego se mantiene en todo momento apto para el público joven, pues no es sino un guiño humorístico al desarrollo algo pícaro en ocasiones que tiene el juego. Recordemos que en la primera entrega un chico debía conquistar a una chica a través de los minijuegos, y en este las cosas se habrán vuelto un poco más complicadas.
The Rub Rabbits no se aleja demasiado de las bases creadas por el juego original , lo que significa que, si bien por un lado nos sigue ofreciendo una jugabilidad endiablada y un desarrollo muy divertido, por otro puede resultar menos fresco y sorprendente para aquellos que ya hayan disfrutado del primero. En este sentido, volveremos a ponernos en el pellejo de un enamoradizo chico que lucha por conseguir como novia a la chica de sus sueños (que, básicamente, acaba de descubrir al cruzarse con ella). Esto, sin embargo, tan sólo abrirá las puertas a más de treinta retos diferentes durante los cuáles la historia irá dando varios giros en torno al triángulo sentimental que se conformará.
Una de las principales novedades de este título reside en la mayor importancia concedida al uso del micrófono. Poca duda cabe de que el minijuego de soplar al velero para rescatar a la chica de los tiburones en la primera parte fue una de las primeras muestras de ingenio que dio la consola y hacía que jugarlo en público llamase la atención. Del mismo modo, había otros minijuegos en los que hacer ruido era importante, y todo este sistema se ha potenciado bastante en The Rub Rabbits. Algunos minijuegos han sido reciclados del original, es cierto, pero la mayoría son nuevos y sorprendentes, con una presentación gráfica sorprendente, tanto en el plano artístico como por el uso de gráficos tridimensionales en ambas pantallas de forma simultánea.
Algunas de las novedades más importantes de los minijuegos residen en la forma de jugarlos, ya que ahora tendremos que girar la consola (o incluso darle la vuelta completamente, dejando la pantalla táctil en la zona superior), una argucia de diseño que los programadores han ideado para darle un aire más alocado al juego. Es una fórmula que funciona muy bien y no representa ninguna incomodidad, salvo por la sorpresa inicial. Esto, junto con el mayor número de minijuegos basados en el uso del micrófono, constituye las principales novedades de este título. Así es como, pese a que el juego pierde frescura, sigue manteniendo sorpresas en su desarrollo para agradar al jugador que ya conozca bien Project Rub.
Un importante añadido a la fórmula original es la incorporación de modos multijugador, con hasta cuatro jugadores, y la inclusión de pequeños ítems táctiles, al estilo de los que ya vimos en Wario Ware Touched. Son pequeñas sorpresas, curiosas, que se manejan con la pantalla táctil, y que merece la pena que el jugador descubra por sí mismo según avanza en el juego para ver hasta qué punto los creadores han parido ideas alocadas para este título.
Con respecto al modo multijugador, éste no sólo permite la participación simultánea de estos, sino que, incluso, con sólo una consola, podrán participar, pues hay un modo en el que debemos pasarnos la consola entre nosotros, pulsando una determinada combinación de botones, sin equivocarnos. Con todo, es posible que lo más sorprendente sea la opción de crear un bebé con otro jugador, a través de un modo cooperativo (pero que requiere de tan sólo una consola). Se presentará un breve cuestionario a cada jugador, y luego tendrán que realizar un pequeño minijuego cooperativo consistente en cortar una tarta, para dar lugar a su criatura. Éstas son transferibles a otros jugadores, pudiendo intercambiar diseños de ropa.
Toda la experiencia multijugador, en definitiva, ha sido bien cuidada (máxime teniendo en cuenta que con una única copia del juego podrán jugar hasta cuatro personas, cada una con su consola) y representa una interesante novedad en el título, redondeando el producto a la par que potencia la rejugabilidad de éste. Es cierto que no hay muchos minijuegos para el modo multijugador, pero los que hay resultarán divertidos.
Así pues, estamos ante una acertada continuación del original que nos propone nuevos retos y la posibilidad de jugar con otras personas. Tan sólo la ausencia de novedades más relevantes en su desarrollo juega en su contra, haciendo de éste un título a tener en cuenta por todos los que quieran un más que digno sucesor del original.