Análisis de Spaceball Revolution DSiW (NDS)

Ambientación futurista, un concepto jugable simplista y efectivo y un grado de adicción y diversión que cumple con nuestras expectativas desde el inicio: estos son los ingredientes de la nueva apuesta de Virtual Toys para el catálogo virtual de descargas de Nintendo. No nos enfrascaremos en toda una retahíla de alabanzas sobre las virtudes del producto patrio y sobre su recuperación en el mercado del videojuego en los últimos años, aunque ciertamente es notable el aumento de títulos de calidad que estamos viendo en las diferentes plataformas del mercado.

El estudio valenciano creó el título que hoy ocupa nuestro análisis para la plataforma WiiWare, aunque finalmente haya visto la luz en todas las plataformas portátiles del mercado (incluyendo el iPhone de Apple). Falta por ver si, ulteriormente, veremos una versión de alta definición del título para las consolas de nueva generación, dado que la detección de movimiento está ala orden del día (y lo que nos espera). Aquí el control es fundamental, ya que el juego nos pide bastante precisión y velocidad en los movimientos, y en este sentido las plataformas con detección de movimiento o funcionalidad táctil están por encima del resto, por resultar mucho más claras de manejo y mucho más intuitivas desde el inicio.

Sigue el camino de baldosas amarillas...

Ciertamente, el concepto jugable de Spaceball Revolution no podía resultar más sencillo. Tenemos a nuestra disposición una cuadrícula de tres por tres baldosas que debemos iluminar siguiendo los patrones que nos indican las figuras que aparecerán en la pantalla superior de nuestra consola. Para iluminar cada una de las casillas, deberemos de lanzar una bola de energía sobre ella, pulsando sobre el lugar correspondiente de la pantalla táctil con el lápiz. En caso de que lancemos una bola de energía sobre una casilla previamente iluminada, ésta volverá a apagarse.

Y esto no acaba aquí, ya que los chicos de Virtual Toys no pretendían ponérnoslo fácil. Vamos a tener un tiempo limitado para resolver cada uno de los diez puzles de cada nivel, marcado por una barra de energía en la pantalla superior de la portátil. Si nuestra barra temporal se agota, el puzle se alejará un poco de nosotros, complicándonos un poco más el tema de lanzar las bolas con precisión. En caso de que se nos acabe el tiempo cuatro veces consecutivas, acabará también la partida. Menos mal que podremos continuar en cualquier momento, dando así la posibilidad de completar el juego incluso a los menos hábiles en este tipo de juegos.

Pero claro, si continuamos, nuestra puntuación volverá a cero, como en los juegos de recreativa de toda la vida. Si queremos ver nuestras puntuaciones durante las diferentes partidas a las que nos enfrentemos, tendremos que abandonar la partida en curso, aunque sólo podremos entrar en la tabla de puntuaciones local de nuestra consola (las puntuaciones por internet sólo podremos verlas en caso de que poseamos la versión de WiiWare del título).

Para acabar de aderezar el plato, tendremos en cada nivel una serie de obstáculos e impedimentos que nos complicarán aún más la tarea de ir lanzando bolitas al panel para formar las figuras que se nos indiquen. De esta manera, encontraremos desde barreras estáticas o paneles móviles, hasta péndulos gigantes o hélices que reducirán nuestras bolas de energía a diminutas partículas en caso de que tomen contacto con ellas. Pero tranquilos, podremos evitar estos complicados obstáculos haciendo rebotar contra las paredes las bolas de energía, consiguiendo carambolescas combinaciones que pueden llevarnos a superar los niveles más complicados, aunque para ello deberemos de conseguir cierta destreza en los lanzamientos y los rebotes...

Por otra parte, en caso de que contactemos con las líneas de separación de dos casillas colindantes, ambas se encenderán o apagarán a la vez, según su estado previo. Y si conseguimos que una bola de energía toque el punto de intersección de cuatro casillas, todas ellas se activarán, lo que puedo resolver nuestros problemas mucho más rápidamente a la hora de recombinar las diferentes figuras del puzle. Eso sí, a veces la precisión del control no es todo lo precisa que debiera, sobre todo al rebotar contra las paredes, y en ocasiones encenderemos o apagaremos más casillas de las que en un principio hubiéramos deseado, lo que puede complicarnos un poco más la existencia cuando el tiempo apremia.

Contaremos con tres niveles de dificultad: Fácil, Medio y Avanzado, con cinco, diez y quince niveles, respectivamente, además de un nivel de dificultad desbloqueable, en el que, por supuesto, la regla del "más difícil todavía" se hace aún más patente, si cabe. En el modo fácil, por otra parte, una vez hayamos solucionado una figura, las casillas se apagarán y comenzaremos el siguiente patrón con todas las casillas de la cuadrícula apagadas, lo que, ciertamente, resulta mucho más sencillo. Por el contrario, en los niveles normal y avanzado al finalizar una figura, las casillas que hayamos encendido no se apagarán, lo que hará que debamos, en ocasiones, apagar las casillas que hayamos encendido para empezar a crear la figura siguiente.

Tendremos dos modos de juego a nuestra disposición: el modo Reto, en el que deberemos de superar uno tras otro todos los niveles del juego, más o menos según el nivel de dificultad seleccionado: y el modo de juego libre, donde podremos volver a jugar a cualquiera de los niveles que hayamos completado en el modo principal de juego, con la dificultad que deseemos. Es una lástima que en esta versión del juego se haya suprimido la posibilidad de subir nuestros logros a los registros de puntuaciones en línea del juego, ya que el espíritu de superación del jugador (para mejorar sus propias puntuaciones) será el único aliciente que tendrá éste para volver a jugar a los diferentes niveles una vez los haya completado en su vertiente más difícil. A pesar de todo, la dificultad del juego es muy exigente, sobre todo en estadios avanzados del mismo, y esto hará que la aventura dure un buen puñado de horas entre nuestras manos, por muy expertas que éstas sean.

Por último, mencionaremos los niveles de bonificación que se ocultan tras cada uno de los niveles estándar del juego. En realidad, son una manera de conseguir una mayor puntuación en el juego, disparando a una serie de naves con nuestras bolas de energía, intentando destruir cuantas más mejor. No es nada del otro mundo a nivel jugable, ciertamente, pero la verdad es que relaja bastante después del estrés que nos provocarán los niveles del juego a medida que éste vaya avanzando.

Apartado técnico

Donde más destaca el juego en en el repertorio de efectos gráficos y lumínicos de sus escenarios, con una amplia gama de coloridos detalles que nos ambientarán en localizaciones futuristas y espaciales, diferentes según el nivel en el que nos encontremos. Lamentablemente, la definición de las pantallas de nuestra querida portátil no es tan elevada como las de otras plataformas portátiles (sin ir más lejos, la del iPhone o el iPod Touch, por no mencionar la de PSP), y la calidad de los gráficos se verá mermada notablemente por este hecho. Aún así, el juego es muy atractivo visualmente, aunque en ocasiones puede ser un poco reiterativo en su temática.

Por otro lado, la música y los efectos de sonido, sin ser excelentes, cumplen muy bien su cometido, incluso con alguna voz digitalizada que otro mencionando el hecho de que hayamos completado una figura con mayor o menor habilidad. Eso sí, las machaconas melodías del juego pronto nos aburrirán, y pasarán a un plano absolutamente secundario en la acción del mismo.

A nivel jugable, el juego es una delicia, aunque, como mencionábamos antes, en ocasiones se echa de menos un poco más de precisión en el manejo a través de la pantalla táctil, sobre todo en lo que se refiere a los rebotes de la bola contra las paredes del tablero de juego. Pero, por lo general, el juego es muy adictivo y divertido, y el hecho de que se premie nuestra habilidad a la hora de resolver los puzles, así como el tiempo que tardemos en completar los mismo, puede resultar muy motivador para los aficionados a conseguir el mayor número de puntos posible. Por último, aunque el juego es relativamente sencillo al principio, cabe decir que se complica mucho a partir del sexto nivel, debido a que el número de casillas por tablero aumenta...

Conclusiones

Spaceball Revolution es un título muy notable de puzle y acción dentro del catálogo digital de nuestra pequeña Nintendo DSi. Si bien no es uno de los títulos que más destaquen dentro de su género, si es un título lo suficientemente interesante como para que le demos una oportunidad si lo que nos gusta es pasarnos horas frente a retantes puzles de habilidad. Una propuesta divertida y adictiva, y además producida en nuestro país, y tan sólo por quinientos puntos: sin duda, una propuesta muy a tener en cuenta.