Análisis de Space Invaders Extreme (NDS, PSP)
Hace ya una treintena de años (cómo pasa el tiempo), las salas recreativas de medio mundo se estremecieron al ver una de las máquinas de arcade que más resonaría en los oídos de los protagonistas de la historia de la industria del videojuego: había nacido, casi a la par que las mismas máquinas de arcade y las mencionadas salas recreativas, una leyenda. Había nacido Space Invaders.
El juego se las trajo, por aquél entonces, y tuvo no sólo una secuela oficial, sino toda una serie de conversiones para todas las máquinas domésticas que surgieron en las décadas posteriores, desde los ocho bits de los años ochenta hasta la generación actual de consolas. Treinta años después, la franquicia Space Invaders cuenta con una diversidad de títulos en su haber que nada tiene que envidiar al resto de sagas de mata-marcianos que heredáramos de aquellos maravillosos años.
Por ello, y haciendo un sentido homenaje a un título que, sin duda, rompió moldes en la industria del ocio electrónico en su tiempo, además de influenciar e inspirar a muchísimos títulos posteriores- así como divertir a un número ingente de jugadores en todo el mundo- los creadores de la entrega original, la compañía Taito, en co-producción con la conocida compañía Square Enix nos ofrecen un excelente título para las dos consolas portátiles de más relevancia en el mercado actual, la Nintendo DS y la PSP. Un título que tiene muchísimas novedades que ofrecer, frente a tantos otros juegos de la serie, en un afán de renovación nunca visto hasta ahora en la franquicia, aunque, eso sí, conservando siempre el espíritu de la misma.
Sistema de juego.
Es sorprendente cómo un concepto jugable tan sencillo como el de Space Invaders puede resultar tan atractivo y entretenido para el jugador. Si bien la idea inicial ha quedado obsoleta, frente a la miríada de títulos que desbordan el catálogo del género hoy día, en esta ocasión la apuesta de Taito ha sido optar por la mezcla de géneros. Sí, nos encontramos frente a un mata-marcianos clásico, de los de toda la vida, en el que no deberemos de avanzar por pantallas de indefinida longitud, sino que superaremos varios niveles estáticos en los que nos aparecerán formaciones de todo tipo de alienígenas a los que deberemos de destruir, con el único objetivo de llegar al final del juego con la mayor puntuación posible. Pero, eso sí, con algunos elementos extraídos del género puzle que le dan al juego un aire considerablemente diferente a lo que nos había acostumbrado la saga.
Las dos versiones del juego son, en lo que respecta a la jugabilidad del mismo, así como a las pantallas de las que constan, prácticamente idénticas. Cada nivel del título nos enfrentará a una miríada de alienígenas dispuestos en formaciones de diferente tamaño y forma que nos aparecerán una tras otra, como siempre descendiendo hasta nuestra posición, y aumentando su velocidad a medida que vayamos destruyendo los integrantes de cada una de ellas. Contaremos con muchas formas, tamaños y colores de alienígenas para la ocasión, en ocasiones con habilidades especiales, como escudos (de dos tipos, los que repelen nuestras balas devolviéndonoslas o los que, simplemente, van destruyéndose a medida que impactamos en ellos) o la capacidad de crear explosiones de gran tamaño que afecten a todo aquello que esté junto a ellos.
La gran diferencia frente a otros títulos de la saga precisamente radica en esta diferencia de tamaños, formas y colores, así como en la disposición de los adversarios en cada formación. Contaremos con una serie de bonificaciones cada vez que destruyamos a cuatro (o más) alienígenas seguidos de la misma forma o del mismo color, además de bonificaciones por destruir alienígenas de la misma fila o de la misma columna, de manera similar a como podría ocurrir en títulos del género puzle, como el mítico Tetris. Por otra parte, cada vez que destruyamos cuatro o más alienígenas de un mismo color (exceptuando los de color blanco o negro) obtendremos un arma especial de corta duración (la duración de la misma vendrá dada mediante un medidor de energía que irá descendiendo paulatinamente, situada en un lado de la pantalla), pero de mucha potencia, que nos hará más fácil la tarea de destruir a todo ser viviente.
Contaremos, así, con bombas de considerable onda expansiva; un maravilloso láser, que atravesará a nuestros enemigos, un disparo ancho, que disparará cuatro proyectiles a la vez, y un escudo, que temporalmente nos hará invulnerables. También cabe tener en cuenta que, al destruir a varios enemigos del mismo color o forma, conseguiremos potenciadores de puntuación que harán aumentar el contenido de nuestro marcador mucho más rápido.
Por otro lado, aparte de los alienígenas que veremos a lo largo de cada nivel, tendremos las clásicas naves que recorren de un lado a otro la pantalla de nuestra consola, como ya ocurriera en el juego original, por encima o por debajo de las formaciones principales enemigas. Estas naves nos darán mucha más puntuación y, además, en ocasiones nos introducirán en mini-juegos en los que deberemos de cumplir con un reto específico para poder adquirir el modo Fever, en el cual conseguiremos un arma muy potente durante un tiempo relativamente prolongado, y en el que podremos conseguir puntuaciones elevadísimas destruyendo todo lo que aparezca en pantalla. Por otra parte, en ocasiones, al destruir una de las naves previamente citadas, entraremos en una ruleta que nos permitirá aumentar el número de vidas con las que contaremos para acabar el juego.
Si bien es cierto que contaremos con opciones de continuación en el título, pasar de nivel no nos resultará nada fácil. Existen diversos caminos para completar el juego (que, por otro lado, no es excesivamente largo, aunque sí muy rejugable), unos de mayor dificultad y otros más sencillos. Pero incluso estos últimos representarán todo un reto para el jugador, debido al gran número de enemigos y la actividad frenética a la que nos enfrentaremos durante toda la partida. En la versión para Nintendo DS, además, contaremos con un modo de juego llamado Modo Ranking, en el que podremos calibrar nuestra habilidad intentando superar el juego sin ninguna opción de continuación ni salvado entre fases, y pudiendo colgar nuestra puntuación en Internet a través del sistema wi-fi de la consola.
Los modos comunes de juego en las dos versiones son el Modo Arcade, en el que superaremos el juego pudiendo salvar entre los diferentes niveles y pudiendo continuar en caso de perder todas las vidas durante la partida. Eso sí, continuando siempre desde el inicio de cada nivel. Y, por otro lado, contaremos con el Modo Fase, en el que podremos enfrentarnos individualmente a cada fase del juego que hayamos superado previamente. El modo multijugador del juego permite el enfrentamiento de dos jugadores mediante la conexión inalámbrica de la consola, tanto en Nintendo DS como en PSP, mientras ambos jugadores tengan el juego en su haber. Lamentablemente, sólo la versión para la portátil de Nintendo nos da la posibilidad de jugar en línea al título, cosa que, sin duda, suma muchos enteros a la experiencia de juego.
Y como novedad más significativa en esta entrega, tenemos la inclusión de unos espectaculares jefes finales en cada nivel, que deberemos de destruir con una combinación acertada de tesón, habilidad y estrategia, ya que contarán con un ejército defensivo que nos dará la murga mientras intentamos acabar con ellos, así como armas propias con diferentes patrones de ataque que deberemos de memorizar para no acabar siendo pasto del fuego enemigo. Si bien en el caso de la Nintendo DS toda la acción del juego se desarrolla en la pantalla inferior de la consola, en los enfrentamientos contra los jefes finales la acción se despliega a doble pantalla, dando un mayor margen de movimientos a nuestros enemigos (recordemos que nuestra nave sólo puede moverse de izquierda a derecha, como ocurriera en el juego original).
Apartado técnico.
A pesar de que ambas versiones son prácticamente idénticas en las dos consolas, la evidente superioridad técnica de la PSP frente a la pequeña de Nintendo se deja notar en aspectos como los efectos gráficos, la suavidad de las texturas y, sobretodo, en los efectos gráficos ambientales. A pesar de esto, ambas versiones tiene un grafismo muy llamativo y con efectos visuales dignos de mención, como la disolución de los enemigos en pequeñas partículas una vez los destruyamos, los constantes efectos de color e iluminación con los que nos obsequiará el juego, así como las espectaculares secuencias cinemáticas que veremos en el fondo de la pantalla.
Si bien estas secuencias pueden legar a molestar al jugador, debido a que tal cantidad de movimiento en el fondo de la pantalla puede llegar a perturbar la visibilidad de la acción del juego, podremos cambiar el brillo de las animaciones para que no nos molesten, e incluso eliminarlas completamente, en caso de que no sean de nuestro gusto, cosa que es de agradecer. Aún así, jugar con tal cantidad de efectos gráficos en escena es toda una experiencia, y una vez nos acostumbremos a ello será un aliciente más dentro de la jugabilidad del título, ya que deberemos de estar atentos a todo lo que sucede en pantalla para no acabar con una vida menos.
La música del juego, por otra parte, cuenta con una excelente banda sonora en un estilo marcadamente techno, con algunos tintes de drum’n’bass en algunos casos. Cabe resaltar que los efectos sonoros del juego, como disparos, explosiones, etc., han sido integrados perfectamente dentro de la banda sonora del título, pudiendo, incluso, llegar a formar parte de ella. Además, contamos con voces digitalizadas en las dos versiones (en mayor número en la versión de PSP), que nos anunciarán la entrada a cada nivel, así como los momentos en los que entremos en uno de los diferentes minijuegos del título.
La jugabilidad es simple, pero efectiva, como ya estamos acostumbrados a ver en la saga. Moveremos de izquierda a derecha a nuestra nave, y dispararemos con los botones A o B. Una de las funciones interesantes a nivel jugable es la posibilidad de retener las armas de mayor potencia apretando los botones laterales de la consola (L o R), con lo que podremos reservarlas para momentos en los que realmente las necesitemos. Mientras mantengamos apretado uno de los dos botones laterales, nuestra nave volverá al disparo inicial del juego, y retomaremos el uso del arma especial que llevemos en ese momento soltando el botón en cuestión.
Conclusiones.
Space Invaders Extreme es un excelente título de acción, novedoso por su inclusión de algunos elementos ajenos al género, más propios de títulos de puzle, con un apartado gráfico marcadamente retro, aunque con algunos efectos visuales muy notables como no hemos podido ver hasta el momento en ningún otro juego de la franquicia. Por otra parte, cuenta con un apartado sonoro muy cuidado, con una banda sonora francamente pegadiza, y la experiencia jugable es excelente y divertida. Lástima que en la versión para PSP no se haya incluido la opción de jugar en línea al juego, cosa que sí ofrece la versión de la portátil de Nintendo. Un clásico revitalizado, apto para todos los públicos, que encantará tanto a los amantes de lo retro como a los seguidores del género mata-marcianos, en general.