Análisis de Soul of Darkness DSiW (NDS)
Gameloft es una de las compañías más prolijas en DSiWare, sobre todo gracias a múltiples adaptaciones de títulos aparecidos anteriormente en formato físico o bien a conversiones de títulos originarios de diferentes móviles, y en esta ocasión nos ofrece una propuesta en esa línea: Soul of Darkness, una aventura de acción con un fuerte componente exploratorio que claramente tiene en la saga Castlevania su principal fuerte de inspiración.
Pero no debemos llevarnos a engaño: como la mayoría de los videojuegos, películas y libros, entre otras formas de entretenimiento, este título no es original, eso es cierto, pero no por eso es malo.
De hecho, es una grata sorpresa en el catálogo de distribución digital de la portátil.
En esencia, los jugadores se encontrarán con un título de acción en el que la exploración a lo Metroid será clave, como ha sido habitual en todos los Castlevania 2D desde hace años, ambientado en escenarios de corte gótico con criaturas infernales: vampiros, zombis, momias… Así, plataformas y acción se unen junto al componente exploratorio para enfrentarnos a centenares de enemigos en amplios escenarios.
Sin embargo, y posiblemente a causa del limitado espacio, lo cierto es que la mayoría de las zonas del mapa son muy lineales, por lo que ese componente exploratorio de la fórmula ha resultado el peor parado del conjunto. Hay suficiente elemento exploratorio, con una buena cantidad de salas, sí, pero se nota que la balanza se ha inclinado mucho más a la acción. En ocasiones hay situaciones en las que habrá que pararse a reflexionar unos instantes, pero en general el título resulta más orientado a la acción.
Según vamos avanzando nuestro personaje irá progresando en su armamento, mejorando la lanza con la que empezamos según recolectamos las almas moradas que dejan los enemigos al ser destruidos. El arma es personalizable, pudiendo hacer que progrese en aspectos concretos, para potenciar rasgos determinados de la misma. Por ejemplo, podemos potenciar su capacidad mágica y dejar de lado su capacidad para hacer combos. Además, no será la única opción: a esta lanza inicial, de fuego, se sumará otra, de hielo, con sus propios poderes mágicos, y que nos abrirá el acceso a zonas anteriormente vetadas. Para cambiar entre una y otra tan sólo hay que usar los botones laterales de la consola.
No será el único poder del protagonista, pues éste puede transformarse en diferentes criaturas con habilidades especiales, que debemos emplear para avanzar en zonas concretas, e incluso como vía de ataque. El juego nos indica, por lo general, cuándo debemos transformarnos, y su introducción jugable se realiza de manera suave en el título, por lo que no suponen ningún problema. En vez de optar por habilidades como dobles o triples saltos, y cosas así, para acceder a nuevas zonas, se recurre de manera general a estas transformaciones.
Como mandan los cánones, el juego nos ofrece una buena cantidad de jefes finales, y está claro que los diseñadores han buscado lucirse… y lo han conseguido. Sus diseños, rutinas y patrones, son de una calidad enorme, convirtiéndose en los mejores momentos de la acción. Es necesario ver qué hacen, cómo se mueven, para poder usarlo luego a nuestro favor. Tras eliminarlos, podemos volver a mejorar la lanza.
El sistema de control es tradicional, y responde muy bien, lo que se ajusta a un nivel de dificultad bien medido, pero que en ocasiones se percibe más elevado, aunque nunca es debido a problemas de respuesta o interfaz. En general, sin embargo, es probable que los jugadores habituales de los Castlevania lo encuentren muy fácil en su concepción.
A nivel visual, ofrece unos gráficos muy bien conseguidos, pero destaca especialmente su banda sonora, algo poco habitual en los juegos descargables para la portátil. Resulta intenso, con una banda sonora magnífica, muy bien planteada y ejecutada, que se adapta a las diferentes secciones y pasajes del juego. Y visualmente, los enemigos son algo repetitivos, sí, pero jefes finales y escenarios destacan por su variedad y buen gusto en el diseño artístico, con una sólida puesta en pantalla.
Conclusiones
No se llevará ningún premio a la originalidad, pero Soul of Darkness es una soberbia puesta en escena para un estilo de juego que, en realidad, no es tan común como nos gustaría. Técnicamente está por encima de la media, y su jugabilidad está muy bien trazada, con una acertada combinación de plataformas y acción. El elemento exploratorio queda relegado a un segundo plano, pues los escenarios son poco laberínticos en realidad, pero el trabajo global es de altísima calidad y compite de tú a tú con propuestas en formato físico. Y a bastantes los supera con contundencia.