Análisis de Prey The Stars (NDS)
Quien más, quien menos, todo el mundo conoce el concepto jugable del come-cocos, un juego en el que debíamos de comer una serie de bolitas repartidas por un nivel mientras una serie de personajes nos perseguían incansablemente. El representante más importante de todos los come-cocos habidos y por haber es el legendario Pac-Man, el cual, sin duda, creó escuela en un género que, todo hay que decirlo, tuvo su auge en los años ochenta pero que ahora, ciertamente, no se estila demasiado, más que en forma de remakes, juegos casuales o recopilaciones de juegos retro.
Pero la compañía Koei ha querido sorprender a los usuarios de Nintendo DS con un juego sencillo, original y adictivo (premisas de los juegos clásicos de toda la vida) que, fundamentalmente, sigue los pasos del género del come-cocos, aunque lo modifica, mejorándolo en su concepto gracias al mayor número de opciones jugables con el que cuenta (aunque esto, ciertamente, no era demasiado difícil, dada la simplicidad del concepto original).
Ya no será sólo cuestión de comerse todo lo que hay en el escenario: deberemos de hacerlo de una determinada manera, y para ello contaremos con multitud de potenciadores y habilidades, las cuales serán determinantes para conseguir la victoria, derrotando a nuestros oponentes en cada uno de los niveles del juego.
Gargantúa y Pantagruel palidecerían ante nosotros...
El argumento del juego, ciertamente, recuerda bastante al de los títulos de la década de los ochenta, debido al hecho de que, realmente, se plantea como un guión bastante absurdo, prácticamente desvinculado de la acción del juego. En fin, una mera excusa para desarrollar una serie de niveles de juego con unos patrones jugables determinados. En este caso, para dar una explicación al hecho de que los personajes sean unos monstruos que todo lo devoran, Koei se ha sacado de la manga una invasión a la Tierra por parte de unos monstruos que quieren devorarlo todo.
De alguna manera, nuestro monstruo protagonista -el juego cuenta con cuatro personajes: Gabu (el principal), Bari, Chuchu y Pero- ha sido elegido entre los monstruos invasores para salvar al mundo de la destrucción total. Nuestros mentores serán los Espíritus de la Tierra, a los cuales deberemos de ir rescatando a medida que vayamos superando los niveles del juego. El hilo argumental del título lo seguiremos a través de una serie de viñetas entre nivel y nivel, las cuales nos relatarán (de manera bastante escueta y con bastante poca coherencia) retazos del desarrollo de la historia del juego.
Como curiosidad, cabe mencionar que el diseño de los personajes del juego ha sido realizado por el famoso artista japonés Touma. Este autor es famoso por sus creaciones para la industria juguetera en cuestión de figuras de vinilo.
Un sistema de juego sencillo y adictivo, aunque repetitivo.
En Prey the Stars manejaremos todo el juego a través de los botones de la consola y de la cruceta de control, prescindiendo totalmente de las características táctiles del sistema, así como del micrófono del mismo. La pantalla superior de nuestra portátil será la que utilizaremos para seguir la acción del juego, mientras que la inferior la utilizaremos para visionar el mapa general de cada nivel, con los objetos que éste contenga, así como lo que vaya sucediendo en él.
Nuestro principal objetivo, como ya hemos dicho, será el de devorar todo lo que podamos en cada uno de los escenarios del juego. Para ello, deberemos de apretar el botón A cuando nos encontremos delante de alguno de los objetos que queramos comer. Al inicio del juego, este sistema será muy sencillo, pues los tutoriales nos enseñarán paso a paso cuáles son las diferentes habilidades de nuestro personaje. Ahora, una vez aprendidas todas, podremos volver a rejugar cada uno de los niveles del juego con todas las habilidades desbloqueadas.
Una vez empecemos a comer, veremos un cambio de perspectiva en la acción, pasando a ver las mandíbulas de nuestro personaje. Para masticar el objeto que estemos comiendo, contaremos con unas barras de potencia que nos marcarán el ritmo con el que deberemos de masticar. Así, cuando la barra de potencia llegue a su punto máximo, deberemos de dar un bocado. De esta manera, devoraremos más rápidos los alimentos y nos darán más puntos.
En caso de que devoremos una serie de alimentos rápidamente y con los tiempos de masticación óptimos, entraremos en la llamada Hora Gabu Gabu, la cual nos permitirá comer rápidamente los alimentos, sin necesidad de seguir el ritmo que nos marque las barras de potencia. Además, comeremos más rápidos y seremos inmunes al resto de personajes.
Además de masticar, podremos lamer los objetos con el botón X, lo cual nos servirá para poder deglutir tranquilamente los objetos que tengan algún poder elemental, sea fuego, agua, trueno, etc. De esta manera, una barbacoa en llamas, por ejemplo, podremos comérnosla si antes la lamemos un par de veces. Por último, tendremos la función de aspirar, realizada con el botón Y, que utilizaremos para comernos a los espíritus que salgan de los objetos cuando los estemos masticando o lamiendo, para así subir el número de puntos de juego, así como poder potenciar alguna de nuestras habilidades al final del nivel.
Por supuesto, el objetivo final de cada nivel es ser el que más puntuación obtenga, frente al resto de adversarios. La puntuación la conseguiremos realizando todas las actividades pertinentes de comer, lamer o aspirar. Pero, además, en caso de que comamos tres objetos que posean el mismo poder elemental, conseguiremos un poder especial que nos permitirá fastidiar a nuestros contrincantes, poniendo la balanza de la partida en nuestro favor. De esta manera, contaremos con bombas que dejarán inconscientes unos instantes a nuestros enemigos, quitándoles además parte de su puntuación; olas que los sacarán fuera del escenario; podremos volver diminutos a nuestros enemigos, para así aplastarlos sin piedad y deshacernos de ellos; o incluso, en algunas ocasiones, convertirnos en seres elementales que, durante unos instantes, podrán comer todo lo que quieran y destruir a todos los enemigos sólo con aproximarse a ellos.
Tendremos tres tamaños de objetos, los cuales nos costarán más de masticar cuanto más grandes sean, aunque también nos darán mucha mayor puntuación. Pero según el tamaño que tenga nuestro personaje, no podremos devorar los objetos más grandes, con lo que deberemos de comernos los diferentes potenciadores que vayan cayendo por el escenario, los cuales nos permitirán aumentar hasta en dos niveles nuestro propio tamaño, haciéndonos posible el hecho de comer objetos de gran tamaño. Deberemos de tener cuidado, porque si uno de nuestros enemigos acaba con nosotros, nuestro tamaño se verá considerablemente reducido, y deberemos de aumentar de nuevo de tamaño para poder comernos todo lo que hay en el escenario.
Una vez acabemos con un nivel, deberemos de tener en cuenta varios factores. Primero, para salvar al espíritu correspondiente de cada nivel, deberemos de conseguir una puntuación determinada, con lo que, en ocasiones, deberemos de repetir un par de veces el mismo nivel para rescatar al mismo. Por otro lado, contaremos con cuatro retos por nivel, algunos más difíciles de superar que otros, que, en caso de que deseemos realizarlos, nos obligarán a rejugar varias veces cada nivel de juego.
Y, por último, algunos de los niveles y de los retos nos proporcionarán avatares para nuestro personaje en forma de skins, los cuales no sólo nos servirán para cambiar el aspecto de nuestro héroe, sino también para aumentar algunas habilidades del mismo, en lo que respecta a las habilidades básicas de comer, lamer o aspirar, así como algunas técnicas especiales, propias de cada avatar. Cabe decir también que al ir superando niveles y mejorando nuestras puntuaciones en el juego, iremos aumentando la experiencia de nuestro personaje, mejorando sus habilidades básicas.
Como añadido al único modo de juego del título (el llamado Modo Historia) contaremos algunas opciones de juego multijugador que nos permitirán disfrutar de las mismas comilonas que en el modo individual de juego, aunque jugando contra jugadores reales. De esta manera, podremos crear partidas tanto mediante la red local de nuestras consolas (tanto a través del uso de diferentes tarjetas de juego como mediante la descarga de datos entre varios sistemas) como en línea mediante la conexión a Internet de nuestra consola.
Apartado técnico.
El apartado gráfico del juego es gracioso y caricaturesco, aunque excesivamente sencillo y reiterativo. Teniendo en cuenta la dinámica del sistema de juego, tampoco es que importe demasiado que los escenarios sean casi todos cortados por el mismo patrón, o que los personajes y los objetos en pantalla no abunden. Por otra parte, todo el entorno gráfico de la acción del juego ha sido desarrollado en tres dimensiones, aunque las escenas introductorias de cada nivel son simples viñetas estáticas acompañadas de recuadros de texto y diálogo. Las tres dimensiones lucen bastante bien en nuestra portátil, aunque, ciertamente, en los planos más cercanos vemos contornos angulosos y repletos de pixels que podrían haber sido mejor cuidados.
La música y los efectos de sonido son repetitivos y machacones hasta la saciedad. Si bien al principio las melodías del juego pueden resultar graciosas para el jugador, al final el hecho de que sean una y otra vez los mismos temas sonoros puede llegar a desesperarnos durante la aventura. Los efectos de sonido, sin ser nada del otro mundo, cumplen bien con su función, deleitándonos con un festival de ruidos molares y gástricos, propios de cualquier gran comilona.
La jugabilidad es sencilla y directa, aunque realmente ofrece muy pocas opciones de juego. Si bien es cierto que el desarrollo del juego es simplista adrede, dándole especial importancia a la acción por encima de otros aspectos como el argumento, los modos de juego, etc., la verdad es que podría haberse trabajado un poco más este aspecto, de tal manera que hubiera quedado un título un poco más completo y con un mayor número de opciones.
Conclusiones.
Prey the Stars es un título que desprende un aroma retro por todos sus poros, creando un juego de acción sencilla y adictiva a través de un argumento simple y, en muchas ocasiones, carente de sentido y relación con la acción en sí. No obstante, el juego engancha al jugador, debido a esa misma sencillez, aparte de contar con unas premisas jugables básicas muy entretenidas y, por tanto, adictivas. Pese a todo, es un título que le falta cuidado y trabajo, aparte de un mayor número de opciones de juego, para convertirse en un juego completo y notable.