Análisis de Megaman Battle Network 5: Double Team (NDS)
La saga Battle Network llega a Nintendo DS para presentarnos una aventura de Megaman que ya resultará conocida a los seguidores del famoso personaje de Capcom, pues estamos ante un juego que toma las dos versiones de la quinta entrega para Game Boy Advance (Team Protoman y Team Colonel) y las remezcla para ofrecer una nueva entrega.
Lo cierto es que esta saga, que va por la quinta entrega, apenas ha mostrado evolución alguna desde que nació, y el juego que nos ocupa ahora no va a ser una excepción, pues, como hemos dicho, se trata de una adaptación del mismo juego que ya vimos en GBA, y que se comercializó en dicha consola en dos versiones diferentes, de manera similar a lo que ha ido sucediendo con las entregas portátiles de la serie Pokémon.
La aventura sigue ambientada en un mundo futurista en el que Internet ha tomado un puesto capital en la vida cotidiana de todos los ciudadanos, con absolutamente todo y todos conectado a la red, por lo que los peligros de las diferentes amenazas virtuales son más que considerables.
La misión de Lan, y de su PET, Megaman, es mantener la seguridad en la comunidad virtual.
Cuando empecemos a jugar a Double Team tendremos que escoger cuál de las dos versiones queremos disfrutar, la de Protoman o la de Colonel, con el interesante añadido de poder conectar los cartuchos de GBA para pasar varios ítems obtenidos en esas versiones a la de Nintendo DS.
Esta entrega ofrece exactamente los mismos gráficos, sonidos, e incluso desarrollo, que ya vimos en GBA, y ya en esa consola no destacaban especialmente, por lo que el acabado técnico de Double Team no es precisamente para tirar cohetes. Es cierto que el juego presentaba mejoras con respecto a la cuarta entrega, pero eso ya poca relevancia tiene en este paso a NDS. Estamos, por tanto, ante un juego que no sólo no aprovecha el superior potencial técnico de la consola, aunque sí tiene alguna que otra sutil novedad en el devenir de la historia.
Así, por ejemplo, ahora aparecen en ocasiones voces de actores… y se puede decir que con eso acaban las novedades. Son pocas, son deficientes en cuanto a calidad, y lo mejor hubiese sido no incluirlas. En cambio, sí hubiesen podido optar por remozar un tanto su jugabilidad, pero no ha sido así. El juego ofrece, eso sí, un tutorial muy completo para todos los que no conozcan las anteriores entregas, pero con haber jugado cualquiera de las anteriores descubriremos que es un tutorial evitable, pues, como hemos dicho, el juego ha evolucionado sustancialmente poco en este sentido. Su planteamiento en los combates no es malo, sino al contrario, ofreciendo múltiples posibilidades a través del sistema de mazo de cartas (en este caso, chips de batalla), que dotan al juego de gran dinamismo en este sentido.
Es una buena fórmula que se ha desvelado como buena y funcional, y se aprovecha de la utilización de la pantalla táctil para llevar una buena organización de nuestro mazo… aunque es una pena que durante los combates no se nos dé la opción de usarla. Lo cierto es que dado el tipo de luchas, parece que usar la pantalla táctil hubiese aportado muchos enteros a su apartado jugable, pero por las razones que sean los desarrolladores no deben haberlo visto tan claro. Una clara oportunidad echada a perder. Tan sólo destaca un buen uso de las posibilidades multijugador de la consola, permitiéndonos combates de hasta ocho personas, que sin ser poco, no se puede decir que sea un punto que lo sitúe sustancialmente por delante de su homónimo en GBA.