Análisis de Mega Man Zero Collection (NDS)

Cualquiera que lleve unos años disfrutando los videojuegos, como mínimo le sonará Megaman, el ser medio humano medio robot creado por la empresa nipona Capcom en el año 1987, y que desde entonces se ha convertido en uno de los principales iconos de la compañía y aún hoy continúa siendo uno de los personajes originales más reconocidos de la industria, sobre todo gracias a su jugabilidad directa y divertida, lo que le ha llevado a protagonizar juegos en casi todas las plataformas habidas y haber aparecido en más de 100 títulos a lo largo de estos casi cinco lustros de vida del personaje. Sin embargo, uno ya necesita tener un conocimiento un poco más profundo de la saga para saber de dónde procede Megaman Zero, y es que no se trata del mismo personaje con la susodicha coletilla que haga referencia a algún poder especial o algún tipo de aventura que haga referencia a sus orígenes, sino que Megaman Zero es un personaje propio, perteneciente al universo Megaman y creado por Capcom en un principio para sustituir a Megaman y así aportar nuevos y necesarios aires de frescura y renovación a la saga.

Sin embargo, se decidió que el cambio era demasiado radical, de tal manera que podría suceder que los fans no encontrasen un parentesco claro entre los dos personajes, así que se creó a Megaman X, una evolución del personaje más clara, y Zero quedó relegado al papel de ayudante, pero pese a todo, el segundón se ganó el corazón de los jugadores gracias a sus características jugables y una trama con tintes heroicos. Finalmente, Capcom, consciente de la creciente popularidad de Zero, decidió darle la oportunidad que el personaje se merecía, creando su propia saga de cuatro entregas que vio luz en la GameBoy Advance de Nintendo.

En nuestro país recibimos los cuatro juegos, en perfecto inglés y con una mala distribución, por lo que pasó relativamente desapercibido por las tiendas y algunos incluso tuvieron que tirar de importación para hacerse con los juegos. Megaman Zero Collection es un recopilatorio que aúna las cuatro aventuras en una única tarjeta de Nintendo DS, dando la oportunidad a los veteranos de revivirlas –y quizás completar- y disfrutarlas nuevamente, y a los curiosos de conocer un poco más acerca del universo Megaman y los intríngulis que rodean a Zero.

La historia que rodea este recopilatorio tiene cierta complejidad y es cerrada, de tal manera que con el cuarto juego apenas se dejan cabos sueltos. Retoma la línea argumental de Megaman X, que acabó con la guerra Reploid que enfrentaba a humanos y robots (reploid), pero a lo largo de los años de relativa paz, los Reploid empezaron a ser perseguidos sin motivo alguno, así que muchos escaparon a una ciudad desvastada en busca de seguridad y paz. Finalmente fueron encontrados, y cuando todo parecía perdido, Ciel, una humana consciente de la injusticia llevada a cabo con los Reploid y comprometida en encontrarles una solución a su situación, encuentra a Zero en animación suspendida, al que logran despertar. Zero evita la destrucción Reploid y se enfrenta al régimen político y a su propio pasado.

Tras un año, en Megaman Zero 2, el protagonista es el robot es considerado como el principal enemigo de la resistencia, así que desde Neo Arcadia se decide poner al mando a Harpuia, uno de los Cuatro Guardianes, con el fin de acabar con la base rebelde, pero ocurre un suceso inesperado que da un vuelco importante a la guerra. Megaman Zero 3 transcurre tan sólo un par de meses después de los últimos acontecimientos, y muestra cómo hace aparición una nave espacial en cuyo interior están Omega y el misterioso Dr. Weil, que enrocarán la ciudad de los humanos, Neo Arcadia, comenzando así una nueva batalla para Zero. En Megaman Zero 4, el Dr. Weil lanzará la operación Ragnarok con el fin de subyugar a todos bajo su mandato, y completaremos la historia mediante un épico final que, podríamos decir cierra completamente esta saga de cuatro capítulos, ofreciéndonos una historia completa, intensa y quizás la más desarrollada y compleja del universo Megaman.

La jugabilidad no dista mucho de la serie clásica de Megaman. Básicamente se trata de ir avanzando a lo largo de una fase, con plataformas casi imposibles que pondrán al límite nuestras habilidades con el salto, y enemigos y trampas que harán lo propio con nuestros nervios. Al final nos estará esperando un jefe final que, al derrotarlo, nos apropiaremos de su habilidad para poder enfrentar nuevas fases y nuevos enemigos que, de otra manera, nos veíamos obligados a esquivar. Como es lógico, entre los cuatro juegos hay diferencias en cuanto a dificultad, pero en todos ellos alcanza cotas elevadas, algo que en todos los "megamanes" siempre ha sido inherente.

No obstante, esa jugabilidad es lo que glorifica estos juegos, ya que cuando crees que estás a salvo, correteando con relativa indiferencia por los escenarios dando cuenta de pequeños enemigos, o pensando en que has sobrevivido por los pelos y que la parte más difícil ha pasado, casi sin darte cuenta acabarás metido en una de las numerosas trampas, perdiendo una de las valiosas vidas. Los enemigos de final de fase tampoco son moco de pavo, especialmente la primera vez que te enfrentas a ellos, y si uno no tiene afinada la habilidad para captar los patrones de movimiento y ataque enemigo, incluso encontrará frustrante la cantidad de reintentos que hay que realizar antes de finalizar con éxito la fase y su jefe. Como contrapartida, con tiempo y experiencia uno se verá sorteando plataformas y enemigos con facilidad.

A lo largo de cada juego encontraremos pequeños aditivos en forma de piezas, armas y habilidades que mejorarán nuestras incursiones. Al principio tendremos a Zero armado con una simple pistola y con el sable que le identifica y diferencia de los megaman de siempre. Además, no todo es correr, saltar y partir enemigos por la mitad, sino que hay implementado un sistema de criaturas denominadas Cíber Elfos, que poseen diferentes formas y ayudarán a Zero de varias formas, algunas permanentes, como por ejemplo aumentar su vitalidad.

El sistema piedra-papel-tijera característico sigue estando presente, de tal manera que si uno de los enemigos finales es de tipo hielo, el poseer el poder de fuego que hayamos obtenido tras haber derrotado previamente a su correspondiente jefe, nos proporcionará una clara ventaja que no tendríamos si nos enfrentásemos con las armas básicas. Otro de los extras que nos trae este recopilatorio es la posibilidad de desbloquear imágenes exclusivas de los personajes que sólo estaban disponibles en el país nipón mediante tarjetas e-Reader, un pequeño coleccionable que abre la puerta a rejugar Megaman Zero Collection para completarlo. También tendremos a nuestra disposición un modo en el que podremos recorrer las cuatro aventuras como si fuesen una sola, y con un nivel de dificultad más asequible, cosa que agradecerán aquellos que encaren el juego por primera vez.

Conclusiones

Megaman Zero Collection parte con los ingredientes para ser uno de los indispensables en cualquier colección, sobre todo si uno tiene especial cariño a todo lo que tenga que ver con Megaman (y posee una DSi en la que no entran los cartuchos de GBA), gracias a una historia muy elaborada y un personaje carismático. Sin embargo, adolece de ser juegos que han sido rescatados directamente y son emulados en la NDS, es decir, Capcom no se ha molestado en añadir más extras, ni tampoco los ha traducido a nuestro idioma, no hay opción a configurar los botones en la NDS y ni siquiera ha optimizado la resolución para mostrar el juego utilizando toda la pantalla de la NDS, por lo que veremos la acción rodeada por un recuadro negro. Pese a todo, el juego ha envejecido fantásticamente gracias a un cuidado artístico loable, y aquellos a los que les gustan auténticos retos encontrarán en este "cuatro en uno" horas y horas de diversión para ponerse a prueba.