Análisis de Hello Pocoyó! (NDS)
Las navidades son el momento del año donde se venden más juegos para niños por lo que es lógico que estos sean los meses donde se concentra el mayor número de lanzamientos dirigidos a este público. Desgraciadamente, muchos de estos títulos buscan aprovechar el tirón, y ofrecen títulos de calidad más que discutible aprovechándose de que los niños son menos exigentes. Afortunadamente este no es el caso del título que nos ocupa, ya que el título desarrollado 100% en nuestro país tiene una gran calidad.
El juego se basa en la conocidísima serie de animación Pocoyó, producida en nuestro país y que se emite en más de 100 países. Al igual que la serie, el título se dirige a los más pequeños de la casa, pudiendo jugar desde niños de cuatro años con ayuda de sus padres (para que lean los textos del juego por ellos) hasta los que hayan cumplido nueve años, aproximadamente. Es por ello que el juego no está recomendado para todo el mundo, sino que se dirige a la franja de edad que hemos dicho anteriormente, por lo que el siguiente análisis debe verse en ese contexto.
Ayuda a Pocoyó a encontrar a sus amigos
En Hello Pocoyó! tendremos que ayudar a Pocoyó a encontrar a sus amigos. Y es que al inicio del juego se nos contará mediante un pequeño vídeo, similar a los de la serie, que el travieso niño ha encontrado un lápiz mágico con el que ha borrado a sus amigos. Solo y triste, el niño tendrá que recorrer los distintos capítulos que componen el juego para encontrar a todos sus compañeros. Al comenzar la aventura, nos encontraremos una discoteca, que será la zona central desde la que podremos acceder a los capítulos según los vayamos abriendo (y podremos repetir los que ya hemos superado para encontrar objetos coleccionables a los que no tuvimos accesos en la primera partida).
El juego es una sencilla aventura gráfica en la que iremos interactuando con los elementos que encontremos por el escenario. Con muchos de estos elementos podremos interactuar simplemente tocándolos, pero con otros deberemos usar una de las herramientas que tenemos. Algunas de estas herramientas son el lápiz mágico, que permite dibujar elementos en los lugares indicados por una mancha, la lupa que nos permite examinar las fotos que encontremos o los lápices de colores, que usaremos para colorear los dibujos con los que nos encontremos. Como decimos, a la hora de avanzar iremos tocando los elementos del escenario, usando o no alguna de nuestras herramientas. El juego presenta puzles muy sencillos, como coger una llave y llevarla hasta la cerradura de su color, pulsar un botón para abrir una puerta o tocar un instrumento repitiendo una melodía que hemos visto (la canción se representa por notas de colores). Por supuesto, no todas las herramientas se podrán usar con todos los elementos, y poco a poco iremos aprendiendo como se relacionan. Además, en ciertas ocasiones, tendremos que usar el micrófono de la consola, para soplar y elevarnos con un globo o para simular el ruido del coche de Pocoyó.
Como es de suponer por el público al que se orienta, el juego es muy sencillo, aunque sí se aprecia que según avanza el juego, los puzles son cada vez más complejos. Para evitar que en un momento dado el jugador se atasque y se aburra de jugar, cuando lo deseemos, el juego nos dará pistas acerca de lo que debemos hacer para avanzar. Estas pistas son totalmente visuales y creemos que cualquier niño las entenderá sin problemas. De cualquier modo, aunque Hello Pocoyó! se orienta claramente a los más pequeños y un jugador adulto no encontrará ningún reto, lo cierto es que el juego no hace sentir "estúpido" a los más mayores. En nuestro caso, el juego no nos puso en aprietos en ningún momento y avanzamos sin atascarnos en ningún momento, pero lo cierto es que no sentimos que perdíamos el tiempo o que el juego nos trataba como tontos. Esto no quiere decir que sea un título recomendado para jugadores adultos, pero sí que si se quiere acompañar al niño en su partida (unos padres o un hermano, por ejemplo) la experiencia será bastante buena.
La unión hace la fuerza
Según avanzamos por el juego, iremos encontrando a los amigos de Pocoyó, alguno de los cuales pasarán a ser controlables. Concretamente podremos llevar, además de a Pocoyó, a Pato, Elly y Lula, cada uno de los cuales tendrá ciertas habilidades propias, además de las comunes (como puede ser el uso de las herramientas). Pocoyó será el único que podrá apretar botones y montar en su coche, Pato podrá tocar instrumentos y lanzar burbujas, Elly nos ayudará a acercar objetos lejanos absorbiéndolos con su trompa y además podrá golpear árboles para bajar cosas que haya en ellos, y Lula podrá escarbar en ciertos puntos marcados en el suelo y asustar a las hormigas. A la hora de avanzar, en ocasiones deberemos hacer uso de las habilidades de los distintos personajes, aunque como mucha de las acciones son comunes, la mayor parte del tiempo podremos usar el que más nos guste.
El juego se desarrolla en la pantalla de arriba, controlándose con el control táctil y dejando la de arriba para un sencillo mapa y cierta información. Cada uno de los capítulos está formado por distintas pantallas. Estas pantallas comunican con otras, aunque para abrir el acceso a las otras pantallas, generalmente deberemos resolver algún puzle. En la pantalla de arriba veremos en todo momento en que pantalla está cada uno de los personajes, y cuando queramos llamar a uno de ellos, tan sólo tendremos que pulsar en su icono y aparecerá inmediatamente en la pantalla en la que nos encontramos.
Otra forma de pasar a controlar a un personaje, será pulsar con el lápiz táctil sobre él, algo que podremos hacer cuando nos encontremos en la misma pantalla. La verdad es que el interfaz nos ha parecido muy sencillo e intuitivo, con mucha información gráfica, que hará que hasta los más pequeños puedan jugar sin problemas. El único pero que le vemos es que para abrir el menú de juego tenemos que apretar uno de los botones, algo que hubiese quedado mucho más cómodo si hubiera podido hacerse con el control táctil, aunque tampoco da ningún problema.
Antes comentábamos que una vez superado un capítulo, podremos repetir cualquier nivel para encontrar contenido coleccionable. Así, a lo largo del juego encontraremos disfraces, con los que vestir a nuestros personajes, lápices de colores y dibujos que podremos colorear desde el apartado extras del juego. Esto hará que una vez completado el juego, sigamos teniendo incentivos para volver a jugarlo y así conseguir todos los objetos para nuestra colección. Acabamos de comentar que hay un apartado extras dónde podremos elegir un dibujo y colorearlo usando el lápiz de la consola.
El sistema de pintado está pensado para niños, y hace que no se puedan salir de las rayas y completará la zona en la que se encuentran cuando lleven un porcentaje de la misma coloreada. Al terminar nuestra obra, podremos guardarla, asociándole nuestra firma para que cualquiera de los perfiles del juego pueda verla. Otra cosa que encontraremos en este apartado, será tres instrumentos musicales que podremos tocar, con o sin acompañamiento, y que seguro que gusta a los más pequeños. Estos extras, unidos al modo principal que consta de ocho capítulos, hacen que el juego ofrezca varias horas de diversión.
Igual que en la serie
Gráficamente el juego mantiene el estilo de la serie, con una representación de los personajes bastante fiel, sobre todo teniendo en cuenta las limitaciones de la consola. Sus animaciones son bastante suaves y variadas, dando un aire bastante adorable a los personajes. En cuanto a los escenarios, es cierto que están bastante vacíos, pero en la serie es igual, por lo que no es ningún defecto. Cada uno de los elementos aparecen por los escenarios están bien realizados, se identifican perfectamente y no dan ningún problema para interactuar con ellos. Además, tras cada capítulo nos encontraremos con un pequeño vídeo de la misma calidad que la serie, aunque creado especialmente para la ocasión.
El apartado sonoro es otro aspecto muy cuidado también, con un narrador que nos acompañara durante toda nuestra aventura. Y es que el juego tiene una gran cantidad de frases habladas, lo cual, sumado a que el juego es multi-5, demuestra que se ha puesto mucho esfuerzo en el producto. Al narrador, que es el mismo de la serie, se le entiende a la perfección y nos ayudará a meternos en la aventura. Las melodías son alegres y desenfadas, siendo especiales para el juego, aunque recuerdan a las de la serie.
Un gran juego para los pequeños
Hello Pocoyó! es un juego muy cuidado y atesora una gran calidad. Es cierto que no es un juego para todo el mundo, ya que se dirige a un público muy concreto, pero eso no es ningún defecto. Es más, a pesar de estar dirigido a los más pequeños, es un juego que invita a jugadores adultos a compartir la partida con el niño. Además, sorprende gratamente ver un juego dirigido al público infantil pensado especialmente para ellos, y que no coge simplemente la fórmula de un juego para adultos y le baja la dificultad. Es por todo esto que creemos que Hello Pocoyó! es un juego estupendo que encantará a los más pequeños de la casa, especialmente si son seguidores de la serie.