Análisis de GO Series: Defence Wars DSiW (NDS)
La gama de juegos GO Series suma su segundo título con Defence Wars, una propuesta dentro del campo de la defensa con torres, un subgénero de la estrategia que ha triunfado en la distribución digital y en los juegos para móviles. DSiWare suma algunos representantes muy destacados, como el aclamado Fieldrunners,
Este título busca ofrecernos algo diferente en su concepción, pues no sólo se trata de colocar las torretas defensivas y dejar que éstas se encarguen de los enemigos, ya que resulta que también tendremos que manejarlas, y disparar a los enemigos que nos acosen.
Igualmente, hay otro factor diferencial importante, y es que la zona de colocación de las defensas está restringida dentro del total de la zona de juego, delimitándose a la sección inferior que, por supuesto, coincide con la pantalla táctil de la portátil.
En la zona central del borde inferior de esa pantalla empezamos con un cañón que es, a la vez, nuestra base: su destrucción implica que hemos perdido.
Como vemos, tiene ya un factor defensivo propio, y no es una base incapacitada, lo que muestra la intención de ponernos a disparar muy pronto. Sus ventajas son la munición infinita (algo que el resto de unidades no nos dan), y una fuerza considerable y un alcance respetable, de manera que la base es una arma que debemos tener muy en cuenta.
Por supuesto, no es suficiente como para hacer frente a las incesantes oleadas enemigas, así que las unidades adicionales son tan importantes como en el resto de representantes del género. Poco a poco, según progresamos en el juego, recibimos unidades adicionales, por lo que la diversidad va mejorando según sea avanza. Al principio contamos con unas torretas de escaso poder y resistencia, pero con una capacidad de velocidad de disparo muy superior. Pero hay que tener cuidado: la munición es limitada, así que hay que tener cuidado a la hora de usarlas, sobre todo cuando avanzamos un poco en el juego.
La variedad de unidades es suficiente, y contamos con tanques, por ejemplo, que son capaces de disparar por sí mismo, así que lo que nosotros hacemos con ellos es, en realidad, moverlos por el escenario. Como vemos, la combinación de torretas fijas que debemos controlar para disparar, y unidades móviles que disparan solas pero debemos mover, nos lleva a un planteamiento estratégico mixto.
El sistema de control es bastante fiable gracias a un detalle que hay que tener en cuenta también a la hora de plantear nuestra estrategia: cuando escogemos una unidad para controlarla, en realidad seleccionamos a todas las de su clase. De esta manera, cuando seleccionamos una torreta, las estamos seleccionado a todas simultáneamente, y si disparamos, todas van a disparar al mismo tiempo. La ventaja de esto es que si las situamos a ambos lados de la línea de defensa, el fuego cruzado es de gran potencia. La desventaja es obvia: podemos gastar munición innecesaria, así que en cuanto progresamos un poco hay que saber colocarlas para sacarles más rendimiento, y mantener un mayor control si cabe con la munición.
Pero no sólo se trata de colocar las torretas y dar buena cuenta de los enemigos. A diferencia de lo que sucede en otros juegos, donde los enemigos van directos hacia la base, aquí los rivales pueden atacar cualquier unidad que hayamos dispuesto en el campo de batalla, y puesto que no podemos reponerlas, más nos vale cuidarlas bien.
A tales efectos, cuando hayamos progresado un poco, recibiremos unidades defensivas para construir barreras, pero habrá que tener cuidado: frenan el fuego en todas las direcciones, es decir, absorben los disparos enemigos, pero también los propios.
Con todo esto, nuestro objetivo principal es sobrevivir a las oleadas enemigas durante un periodo de tiempo determinado, pues pasado ese tiempo (el contador de la pantalla superior nos da esa información vital, pero también nos puede poner nerviosos) llegarán los refuerzos y nos salvarán. Eso sí, de vez en cuando nos vamos a encontrar con un reto adicional: un ataque de un jefe final. Hay que sobrevivir, claro, pero también debemos terminar con ellos, lo que implica que no sólo hay que desarrollar un planteamiento defensivo, sino uno también ofensivo, sin que se desequilibre la balanza.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que el juego resulta bastante corto, pues suma una veintena de niveles diferentes, y no cuenta con opciones multijugador ni modos adicionales, ni siquiera un sistema de retos. De esta manera, su rejugabilidad se basa por completo en superar las puntuaciones que hayamos establecido previamente, lo que no está mal, pero desde luego se podría haber puesto más esfuerzo en este terreno. De todos modos no debemos olvidar que se trata de un juego de 200 puntos (2 euros).
Visualmente, Defence Wars es un juego sencillo, con colores uniformes en las unidades, lo que permite distinguirlas bien. Su estilo es el de dibujos sencillos, bastante icónicos, para distinguir rápidamente tanques, soldados, helicópteros y demás, así que cumple con su objetivo jugable, pero con un encanto bastante limitado, la verdad. Es funcional, desde luego, pero le falta chicha en escenarios, que es donde se podría haber trabajado más. La música, por su parte, acompaña bien, tiene cierto toque militar, pero son sólo unos poquitos temas, así que se repiten mucho por la falta de variedad en las composiciones.
Conclusiones
Defence Wars es un juego que resulta corto, y con poca variedad en sus contenidos, pero la experiencia es divertida y, sobre todo, es algo diferente dentro del campo de la defensa con torres. Su concepto diferenciado le da una buena ventaja en un terreno cada vez más saturado y lleno de variaciones mucho menos significativas, por lo que es un título muy recomendable para quienes estén buscando otro tipo de jugabilidad dentro de este subgénero.