Análisis de Fire Panic DSiW (NDS)
La verdad es que la gran cantidad de propuestas diferentes que nos ofrece semana tras semana la plataforma de descargas digitales para portátil de Nintendo, la DSiWare, no deja de sorprendernos. De hecho, es una alegría constante ver que pequeñas y grandes desarrolladoras dedican parte de su tiempo a ofrecernos un cada vez más inabarcable abanico de opciones diversas de todo género para una de las portátiles que más repercusión está teniendo en el mercado, con un público que abarca todas las edades y condiciones. Eso sí, muchos opinarán que Nintendo está haciendo un flaco favor a la industria ofreciendo títulos en ocasiones muy casuales o que no cumplen con los estándares técnicos que se supondrían para la generación actual de videojuegos.
Pero lo cierto es que lo más importante es que el jugador objetivo esté contento con el producto, y el hecho de DSiWare nos ofrezca productos con un mínimo de calidad a un precio más que razonable no nos parece un mal negocio para ninguna de las partes interesadas, en absoluto... Claro está, mientras no se descuide la otra parte del mercado, aquella que exige productos punteros a todos los niveles.
Está claro que Fire Panic no es un título puntero en ninguno de los sentidos en los que podríamos aplicar el término, pero eso no quita que sea una propuesta más que interesante, tanto por la diversión que nos proporciona, como por su precio: doscientos puntos en la tienda virtual de Nintendo. De nuevo nos encontramos con un título multi-plataforma que también podemos encontrar en iPhone y iPod Touch por mucho menos dinero, setenta centimillos de nada (apenas el precio de un café solo en una cantina de universidad), aunque en esta ocasión el precio de la versión de Nintendo no es, ni mucho menos, excesivo.
La propuesta del título que hoy nos ocupa nos recuerda mucho por su sistema de juego a las máquinas portátiles de la colección Game&Watch de Nintendo, muchas de las cuales están saliendo también para la plataforma de descarga digital, aunque en esta ocasión los gráficos y el sonido de Fire Panic son mucho más agradecidos y actualizados a lo que cabría esperar hoy día. De hecho, el juego cuenta con algunos efectos gráficos que no están nada mal, sobre todo cuando vemos como las llamas crecen y crecen hasta devorar una zona completa del mapeado, momento en que la partida se termina y debemos de recomenzar nuestra aventura.
De hecho, nos encontramos ante uno de esos juegos que no tienen final definido: nuestra única función es la de ir apagando incendios con nuestros dos camiones de bomberos por un mapa que ocupa únicamente la pantalla inferior de nuestra consola, mientras vemos subir el marcador de puntos en la pantalla superior de la misma. Cuantos más puntos, mejor, aunque en esta ocasión no contamos con la posibilidad de colgar nuestras puntuaciones en línea a través de las redes sociales de Facebook y Twitter, opción que sí nos da la versión de iPhone e iPod Touch del juego.
Manejaremos a nuestros dos vehículos por el mapa con nuestro lápiz táctil, describiendo diferentes trayectorias por las calles del distrito de la ciudad en el que nos encontremos. Tendremos dos mapas a nuestra disposición en el juego, cada uno de los cuales representa una zona de la ciudad: el distrito oeste, de menor dificultad, y el distrito este, mucho más complicado. A medida que transcurra el tiempo de juego, diferentes zonas del distrito caerán pasto de las llamas, y deberemos de dirigir a uno de nuestros camiones hacia ellas para apagarlas. Cuanto más potentes sean las llamas, más tiempo requerirán para ser apagadas, tiempo durante el cual se iniciarán nuevos focos candentes... La diversión y el estrés están asegurados, sin duda, ya que pronto veremos que nuestros dos camiones no darán abasto para tanto fuego.
Por otra parte, podremos cumplir otras misiones como bomberos, como salvar a gatitos desvalidos en lo alto de los árboles o deshacernos de enjambres de abejas asesinas. Veremos aparecer los iconos representativos de las diferentes misiones en el mapa, aunque a los pocos segundos desaparecerán de nuestra vista. Si, mientras están presentes en pantalla, conseguimos pasar por su lado, nos veremos recompensados con multiplicadores de puntuación que irán sumándose entre sí hasta el final de la partida.
Por último, a medida que vayamos apagando incendios y mejorando nuestra puntuación, iremos enfrentándonos a nuevos peligros, como la aparición de enormes tornados que dejarán a nuestros vehículos fuera de juego unos segundos, o una serie de alienígenas pirómanos que desde sus naves se propondrán ponernos las cosas aún más difíciles. Y, por último, el mayor peligro de todos: la escasez de agua. Nuestros camiones irán agotando paulatinamente sus reservas de líquido elemento, por lo que deberemos de volver al punto de partida a repostar, mientras la ciudad sigue en llamas. En el nivel difícil del juego, los puntos de repostado están aislados en una esquina del mapa, uno junto al otro, por lo que su acceso se nos hará mucho más complicado, mientras que, por otra parte, tendremos menos cantidad de agua a nuestra disposición, por lo que deberemos repostar más a menudo. Un auténtico reto para los jugadores más exigentes...
En definitiva, nos encontramos ante una simpática propuesta de pequeño formato que nos ofrecerá horas y horas de inacabable diversión. Si bien es cierto que sólo contaremos con dos mapas de juego y que la posibilidad de colgar nuestras puntuaciones por internet han desaparecido de esta versión del juego, por dos euros la verdad es que poco más podíamos pedir. Una excelente propuesta de corte casual que hará las delicias de niños y mayores, recordándonos con nostalgia también aquellos juegos portátiles cuya simplicidad jugable sólo era comparable a su capacidad de divertir al personal.