Análisis de FIFA Street 3 (NDS)
El fútbol en Nintendo DS se está convirtiendo en un habitual gracias a las últimas citas anuales de las sagas de Electronic Arts y Konami para la portátil. Así, ahora nos llega FIFA Street 3, la vertiente más arcade del fútbol que firma Electronic Arts y que llega también a consolas domésticas, y que va a representar un paso de gigante con respecto al anterior título de la saga, que salió el año pasado y tenía algunas carencias. Claro que teniendo en cuenta que se partía de un intento fallido en todos los sentidos, era difícil hacerlo peor.
Así, parece que en esta ocasión se han puesto las pilas y han conseguido conformar un producto mucho más atractivo y bien acabado para el jugador, aunque parece que el fútbol va a tener que esperar un poco más para empezar a tener títulos realmente consistentes y dignos en este sistema, al menos por parte de esta compañía. Y es que, como veremos, FIFA Street 3 sigue mostrando importanes carencias y defectos.
Desde luego, está claro que en esta saga de fútbol se ha buscado potenciar todo el estilo arcade para llevarlo a ciertos extremos, tanto jugables como visuales, en un planteamiento que, con todo, no nos parece tan bien llevado como en el caso de los auténticos clásicos de arcades de fútbol, como Sensible Soccer (que recientemente ha regresado gracias al Xbox Live Arcade). En cualquier caso, tenemos un juego que no se ve a sí mismo de manera seria, y eso es importante a la hora de transmitir ese toque desenfadado al jugador, con el problema de que en ocasiones nos parece que tampoco se toma a sí mismo en serio como producto, y ahí surgen los problemas. FIFA Street 3 tiene cosas interesantes, como veremos, y de hecho su sistema de control es destacable, pero no ha conseguido llevar el concepto hacia el logro de un objetivo que solemos considerar importante y hacer de éste un título divertido y agradecido de jugar.
Al menos han quedado atrás los fallos de programación que arruinaban todo el producto, y las torpezas técnicas en el campo visual. En esta ocasión los desarrolladores han corregido esos problemas, mejorando en mucho su aspecto visual (nos atreveríamos a decir que es donde más empeño se ha puesto), y se juega también mejor, pero, con todo, el desarrollo de los encuentros no ha conseguido cuajar, en buena medida porque se sigue partiendo de un título deficiente en todo el aspecto jugable en vez de plantearlo realmente desde cero, lo que hubiese ayudado a sortear sus puntos negativos.
El sistema de control se ha construido en torno a la pantalla táctil, pero sin prescindir de la cruceta digital, con una acertada opción para zurdos en la que sus funciones se desplazan a los botones frontales de la consola. Así, nos movemos por el campo de juego con la cruceta, y cualquier tipo de acción se realiza con la pantalla táctil, tanto si ésta es chutar, pasar, o lo que sea. Para chutar, trazamos una línea con el stylus en la pantalla en la dirección a la que queremos chutar, y para pasarla damos un toque en la zona de la pantalla relativa a la posición del jugador que debe recibir el pase. Es más complicado de explicar que de llevar a práctica y funciona muy bien en casi todas las circunstancias, gracias en buena medida a la cámara que presenta el juego.
La cámara se sitúa por detrás del los futbolistas, de manera que al fondo siempre tenemos la portería rival. Esto hace que la perspectiva facilite los tiros a puerta, y el sistema de control táctil, ya que la posición de la cámara fijada hace que el proceso de adaptación a su sistema y, sobre todo, a emplear la pantalla táctil sin tener que desplazar la atención hacia ella, lo que siempre es una ventaja dado que la acción tiene cierto ritmillo. La cámara que viene de serie es con diferencia la mejor de las disponibles, pero si lo preferimos nos podemos pasar a una perspectiva lateral. En general, nos parece que la cámara trasera, desde una posición elevada, es más eficiente y aporta un campo de visión más amplio, algo especialmente relevante dado el tamaño y resolución de las pantallas de la portátil.
A nivel gráfico, FIFA Street 3 lo cierto es que luce bastane bien en la medida en que los personajes se mantengan a una distancia razonable para no evidenciar las carencias poligonales de los personajes. Pero exceptuando eso, hay que reconocer que el juego es muy consistente a nivel visual, con una tasa de imágenes por segundo constante que se sitúa en los 60 cuadros, por lo que todo resulta muy suave. Esto contrasta con la pantalla inferior, desoladora y algo tristona y demasiado simple, incluso para el uso que se le da en el título. Y es que, eso es innegable, el aspecto gráfico del juego es lo más destacable del juego, luciendo muy bien en movimiento pese al bajo nivel de detalles de personajes y escenarios. En el caso de un juego deportivo, que las animaciones estén bien cuidadas y el título resulte consistente en ese sentido es muy importante.
Pero la jugabilidad no es tan destacable. El control se sustenta en una pantalla inferior, la táctil, que está vacía casi por completo, y eso nos desorienta al principio. El sistema de pase, pulsando, el de chutar, haciendo trazos, es interesante, y funciona bien, pero no acaba de adaptarse de manera completamente natural al fútbol, y desde luego cuando nos ponemos a hacer piruetas no es precisamente un prodigio, y se presenta la posiblidad de hacer lo que se llama gamebreakers, es decir, jugadas enlazadas que podemos cortar pulsando la pantalla en el momento adecuado, o haciendo lo que se nos demanda, a fin de cuentas, en la pantalla táctil. Tiene potencial, pero sigue sin ser explotado como debiera y no hace que sea más divertido de jugar. De hecho, hay una oportuna opción de control tradicional.
El desarrollo de los partidos es bastante anodino, y se diría que la inteligencia artificial sólo empieza a despertar cuando llevamos unos goles en el marcador. Funciona bien a la hora de echar partidas sueltas, pero no creemos que pueda captar con facilidad al jugador para una sesión algo más larga o meterse en los campeonatos. Además, el modo de retos que incluye, en el que se nos dan objetivos concretos a cumplir, tampoco tiene gran interés, aunque algunos pueden estar bien. En algún momento toda la experiencia de juego empieza a perder intensidad y no consigue enganchar al jugador de manera definitiva.
El modo multijugador tiene opciones interesantes sobre todo a raíz de la inclusión del multijugador en línea a través de la Nintendo WiFi Connection en la mejor tradición de los juegos deportivos de Electronic Arts, un énfasis en ese campo que es de agradecer. El sistema funciona muy bien y aunque no podemos comunicarnos con otros jugadores (una de las carencias más habituales en el juego en línea de las consolas Nintendo), la experiencia es buena.
El fútbol va mejorando en Nintendo DS entrega tras entrega, tanto de mano de Konami como de Electronic Arts, pero no nos engañemos: posiblemente el mejor representante sigue siendo un relativo desconocido: Real Fútbol 2008, original de teléfonos móviles, mientras que las vacas sagradas de ordenador y domésticas siguen sin cogerle el punto. FIFA Street 3 es un paso más en el camino, pero sigue sin ser un título que consiga realmente divertir y cautivar al jugador, con sus partidos algo sosos y planos. Pero dentro del aspecto más arcade de este deporte es, sin duda, la mejor opción en la portátil... pero dados los competidores, eso no significa nada.