Análisis de Dragon Ball Z: Attack of the Saiyans (NDS)
A estas alturas, creemos que a poca gente hay que explicarle qué es Dragon Ball, o quiénes son los personajes más carismáticos de la serie: Son Goku, Son Gohan, Piccolo, Krilin... Si bien la serie de anime dejó hace años de ser producida para la televisión, aún sobrevive en el imaginario colectivo de niños y adultos gracias a las numerosas reposiciones que de la misma se llevan haciendo desde que llegara a nuestros hogares, hace casi ya una veintena de años.
Por otra parte, los largometrajes de animación basados en el universo de la serie no han dejado de aparecer desde el nacimiento de la saga (el último apareció el año pasado) y el manga aún se sigue publicando, en una maravillosa edición actualizada, en manos de la editorial Planeta DeAgostini.
La última gran sorpresa referente al universo creado por el insigne Akira Toriyama apareció este verano en las pantallas de las salas de cine de medio mundo, en forma de una nefasta adaptación de la saga con personajes reales: Dragon Ball Evolution.
Pero, además de todo lo citado, el mundo de los videojuegos también ha ofrecido su contribución a la saga. Una contribución, ciertamente, muy importante, la cual ha llegado a crear un grupo muy amplio de seguidores, algunos de los cuales han seguido el camino inverso al que consideraríamos habitual en el conocimiento de la saga: esto es, han conocido el anime original, e incluso el manga, a través de la multitud de videojuegos aparecidos en infinidad de plataformas, desde los vetustos sistemas de ocho bits hasta la nueva generación de consolas vigente en nuestros días. Videojuegos, por otro lado, que abarcan prácticamente todos los géneros y estilos: sobretodo, la lucha, gracias a series como Supersonic Warriors o Budokai Tenkaichi; pero también las plataformas, la aventura y, cómo no, el género de rol.
Hacía años que no veíamos en nuestras portátiles un juego de rol basado en la popular saga, desde la aparición de la serie para GameBoy Advance Legacy of Goku. En esta ocasión, casi un año después del lanzamiento también en Nintendo DS de un gran título de aventura basado en la primera temporada de la serie original, Dragon Ball Origins, tenemos la oportunidad de volver a disfrutar de uno de los géneros más prolíficos dentro del catálogo de la portátil: el rol japonés.
Pero, en esta ocasión, se nos ofrece un título de corte muy clásico, el cual no aporta prácticamente ninguna novedad a un género, ciertamente, ya muy manido en todos sus preceptos. No obstante, con Dragon Ball Z: Attack of the Saiyans nos encontramos ante un juego de notable manufactura, en el cual podremos disfrutar, entre otras cosas, de un sistema de juego clásico, aún con algunos detalles que marcarán alguna que otra diferencia respecto a los cánones al uso del género, así como una estructura narrativa muy sólida, acompañando a los personajes más emblemáticos de la saga dentro de los inicios de la segunda temporada de la serie. Un juego que, sin duda, apasionará a los seguidores de la saga, así como a todo amante del rol clásico japonés en estado puro.
Los inicios de la madurez de Son Goku
El argumento de la última aventura de Goku nos sitúa en la franja temporal entre la muerte del malvado Piccolo y la aparición de los saiyans Raditz, Vegeta y Nappa en la Tierra, con la intención de acabar la misión para la cual, en principio, Goku (que, por si alguien no lo sabía, también es un saiyan, aunque con carencias notables de memoria debido a un fuerte golpe que se dio de pequeñito, cuando estaba al cuidado del abuelo Son Gohan) había sido destinado al planeta: destruir la Tierra, y con ella, a todos sus habitantes (qué originales son los súper-villanos de las grandes historias, ¿cierto?).
El juego está dividido en capítulos, y en ellos podremos controlar a diferentes personajes, sea individualmente o por grupos, según el estadio en el que nos encontremos dentro de la aventura. Los desarrolladores del juego, Monolith, que ya cuentan con amplia experiencia dentro del género, han desarrollado una aventura muy fiel a la historia del anime original, aunque también se han permitido el lujo de crear un buen número de misiones secundarias y vías narrativas paralelas a la historia principal, lo que ayuda a que el juego extienda su duración, ya que, en caso contrario, apenas daría para unas horas, teniendo en cuenta que parte de la historia se relata en forma de viñetas y recuadros de texto, sin que éstas influyan en el sistema de juego, dando, simplemente, un colchón narrativo sobre el que localizar y contextualizar las diferentes escenas de acción del mismo.
Comenzaremos la historia con Krilín, Yamcha y Tenshinhan, los cuales deberán de recuperar una bola de cristal en una isla cercana a la morada del Duende Tortuga, como última misión dentro del entrenamiento ofrecido por éste. Una vez completada esta misión, cada personaje marchará en busca de aventuras, en solitario en el caso de Krilín, o en compañía de sus más allegados, como es el caso de Yamcha (con Púar) y Tenshinhan (con Chaos). Los primeros capítulos del juego, aparte de ponernos al día sobre la marcha con los fundamentos jugables del título, nos servirán como excusa para subir el nivel de cada uno de los tres personajes, ya que en cada una de las partes de la historia deberemos de enfrentarnos a un buen número de enemigos, incluyendo a un jefe final de capítulo, de mayor nivel y poder.
Son Goku no aparecerá hasta el cuarto capítulo del juego (sin contar el prólogo, eso sí), ya que durante los tres años que separan el enfrentamiento con Piccolo del nuevo Campeonato de Artes Marciales (en su edición número veintitrés, ni más ni menos), nuestro héroe ha estado entrenando como un loco en la fortaleza de Kami, el creador de las Bolas de Dragón. Nuestros amigos volverán a encontrarse en la nueva edición del campeonato, pero esta vez contarán con un enemigo excepcional: la reencarnación del malvado Piccolo, un engendro maligno que hace llamarse como su predecesor, y que será nuestro primer gran combate junto a Goku dentro del juego. Luego, claro está, llegará la boda con Chi-Chi, el nacimiento de Son Gohan y la inevitable aparición de los saiyans, quienes dan nombre al juego. Nada que los seguidores de la serie no conozcamos, aunque, ciertamente, ver la historia desde dentro es algo significativamente diferente que hacer de mero espectador...
Todo un clásico dentro del género
La experiencia de juego nos recuerda, básicamente, a los clásicos más reconocidos del género, sin ir más lejos las sagas Dragon Quest o Final Fantasy. Nos desplazaremos con nuestros personajes a grandes distancias a través de un mapamundi que recorrerá las localizaciones más emblemáticas de la serie, mientras que, una vez dentro de cada localización, nos moveremos con nuestro personaje o nuestro grupo de personajes en extensos mapeados en dos dimensiones. Ciertamente, los escenarios representan fielmente los lugares más conocidos de la serie, aunque el tamaño de los diseños de personajes y entorno queda un tanto reducido dentro de las pantallas de nuestra consola. Eso sí, el nivel de detalle es amplio, y reconoceremos (pese a su pequeño tamaño) a todos los personajes de la serie, gracias a su perfecta caracterización al diseño de cada modelo y sus animaciones.
Iremos en busca de cada objetivo por los diversos mapas del juego, enfrentándonos por doquier en diferentes combates aleatorios contra multitud de personajes diferentes, dependiendo de dónde nos encontremos en el mapa. Sin duda, Monolith ha querido mantenerse fiel a los cánones más estrictos del rol clásico japonés, aunque sea éste un género ya un tanto obsoleto a día de hoy (las últimas propuestas, en este sentido, difieren bastante a nivel jugable de los juegos de hace veinte años, lo que no es el caso en el título que nos ocupa). Por lo demás, tendremos un mínimo de interacción con los objetos del mapa, buscando cofres del tesoro que nos darán objetos, equipamiento e ítems de bonificación, y destruyendo algunas zonas del mismo con ráfagas de energía Ki, accediendo así a zonas que, de otro modo, nos serían inaccesibles.
Un añadido interesante es el de las cápsulas Hoi Poi, las cuales funcionarán a modo de accesorios y equipamiento tanto en nuestro deambular por los mapas de juego como en los combates, ofreciendo diferentes efectos a nuestros personajes o a sus adversarios. Por ejemplo, tendremos a nuestra disposición objetos que nos protegerán de efectos de envenenamiento, ceguera, etcétera, que podremos situar en una de las dos rendijas destinadas a tal uso en la pantalla inferior de nuestra consola. En caso de que situemos una en la rendija inferior, ésta quedará en modo de espera, lo que puede producir que deje de funcionar o que no funciona al cien por cien de sus capacidades. Para utilizarlas correctamente, lo mejor en cada caso es observar con detenimiento la descripción de cada cápsula, y decidir cuál de ellas nos conviene más en cada momento. Contaremos también, dentro de esta categoría de objetos, con cartas e ítems que nos darán ventajas dentro del combate, produciendo diferentes efectos que entorpecerán la acción de nuestros enemigos, lo cual, sin duda, jugará a nuestro favor.
Tendremos a nuestra disposición numerosos anillos y equipamiento para mejorar las habilidades de nuestros personajes, aunque sólo podremos llevar dos ítems por cada uno de ellos. En combate, iremos enfrentándonos a nuestros enemigos con uno, dos o tres personajes, dependiendo del estadio de la historia en el que nos encontremos. En caso de que llevemos a más de tres personajes en nuestro equipo, deberemos de elegir a quiénes queremos utilizar en combate, poniéndolos en la parrilla táctica a nuestro gusto.
Todos éstos, como vemos, son detalles característicos del rol japonés más clásico que podamos echarnos a la cara. Pero Monolith no ha olvidado con qué saga están tratando, y dentro de los combates se han añadido algunos detalles que nos hacen reconocer el esfuerzo de la compañía por dar un toque de frescura al sistema de juego. A medida que vayamos recibiendo y otorgando golpes, por ejemplo, se nos rellenará una barra de energía que representará la furia de cada uno de nuestros personajes. Una vez la tengamos llena en dos o tres de los integrantes de nuestro equipo, podremos realizar ataques y combinaciones de golpes de gran poder, en caso de que utilicemos ataques que sean compatibles entre sí.
Para descubrir la compatibilidad de los diferentes ataques, deberemos de ir experimentando con las diferentes técnicas de nuestros personajes, así como con los innumerables combos que podremos adquirir, seleccionar y, cómo no, mejorar a lo largo de la aventura. Dentro de estas técnicas encontraremos, por supuesto, el clásico kamehameha, enseñado por el Duende Tortuga a sus discípulos, el disco solar de Krilín, o el famoso ataque del puño del lobo de Yamcha, por poner algunos ejemplos. Todas ellas, acompañadas de su correspondiente animación escénica y las voces correspondientes al personaje en cuestión, con los doblajes originales de la serie, lo cual es muy de agradecer.
Ciertamente, es en los combates donde veremos la auténtica calidad gráfica del título, el cual cuenta con excelentes diseños de personajes, siempre basados en los originales de Akira Toriyama, así como con un buen número de animaciones, tanto para los ataques simples como para cada una de las técnicas especiales de cada personaje. Los adversarios, en este sentido, tampoco se quedan cortos, haciendo gala de un buen número de movimientos y técnicas, sobre todo en el caso de los enemigos de gran calibre, como son Piccolo Jr. o Vegeta.
Quizás donde menos sobresale el título es en el apartado sonoro, ya que, a pesar de contar con un buen número de voces (las originales japonesas, ni más ni menos) y un abanico de efectos de sonido amplio y muy adecuado a la ocasión, adolece de una mera funcionalidad en lo que se refiere a su banda sonora. Ésta ha sido dignamente creada, pero no aporta nada a la acción del juego, aparte de un somero sostén sonoro a la acción del juego. Es una lástima que, para la ocasión, no se haya contado con la excelente banda sonora del anime, o con algunos de los temas más representativos del mismo, lo que, ciertamente, hubiera sido un gran añadido.
Conclusiones
La última aportación de la saga Dragon Ball en terreno portátil es un juego muy notable de rol de manufactura clásica... Quizás incluso demasiado clásica para los tiempos que corren. Sin duda, disfrutaremos ampliamente de las aventuras de Son Goku y compañia dentro de los inicios de la temporada de Dragon Ball Z, y se trata de una excelente apuesta para los amantes del género, sin edulcorantes ni añadidos. No obstante, las novedades en el sistema de juego y las excelencias técnicas brillan por su ausencia, dando un producto muy correcto pero que, lamentablemente, no se encuentra por encima de la media.