Análisis de Cooking Mama 3 (NDS)
La saga Cooking Mama vuelve a nuestras portátiles para hacer las delicias de todo aquél aficionado a la cocina y a los minijuegos a golpe de lápiz táctil. Parece mentira que esta famosa saga de videojuegos haya tenido tanto éxito: ésta será la tercera entrega de la saga en Nintendo DS, mientras la consola doméstica de Nintendo (la Wii) tiene dos títulos de la serie en su catálogo. Por otra parte, hace unos meses salió a la luz Gardening Mama, otro título de minijuegos y simulación, en el que debíamos, como el propio nombre indica, hacer de jardineros y hortelanos en compañía de Mamá. ¡Ay!, si nuestras madres nos vieran tan duchos en la cocina como muchos lo llegan a ser en estos educativos juegos...
Pues bien, en esta ocasión contaremos con algunas novedades que pueden hacer aún más interesante, si cabe, el concepto original de juego. Bueno, se trata de novedades relativas, ya que los preceptos básicos de la saga se mantienen impertérritos e inmutables a lo largo de los años, desde el lanzamiento de la primera entrega de la misma, allá por finales del año 2006. No es que el sistema de juego haya dejado de convencer a los jugadores, ya que continúa funcionando y manteniendo un público fiel (sobre todo entre los usuarios de la portátil), pero realmente cabía esperar una renovación desde la base, mientras que lo que nos encontramos en esta ocasión es un sistema de juego casi idéntico al de la primera y segunda entregas, aunque con nuevas modalidades de juego, más recetas y una cocina mejor equipada...
Cocina con Mamá, que la pobre ya tiene sus años...
A lo tonto, han pasado casi tres años desde el lanzamiento del primer Cooking Mama en nuestras portátiles. Y Mamá no ha cambiado en absoluto desde entonces. Tampoco el funcionamiento del juego: deberemos de enfrentarnos a una serie de minijuegos culinarios para llevar a buen puerto el desarrollo de cada una de las recetas del juego (unas ochenta, más o menos). El modo principal de juego nos permite enfrascarnos, parte por parte, en cada una de las recetas en el clásico modo Práctica, pudiendo repetir todas las veces que queramos las partes más comprometidas de cada receta.
Al meternos de lleno en la realidad de la cocina de Cooking Mama, no podremos repetir ninguna de las partes de la receta, debiéndola completar de principio a fin sin parar. Claro está, si queremos superar la receta deberemos de completarla con el menor número de fallos posible, intentando completar cada minijuego en un tiempo determinado. Los minijuegos a los que nos enfrentaremos distan mucho de ser muy diferentes a los de entregas anteriores, aunque nos encontraremos con nuevas herramientas, adecuadas a las nuevas recetas que se nos pondrán como reto. Pero vaya, fundamentalmente deberemos de hervir y cocer controlando la temperatura de nuestra cocina, girar un asado para que no se nos queme, freír removiendo convenientemente para que no salpique el aceite, mezclar los ingredientes con cuidado de no derramar toda la mezcla, etc. Y, claro, todo ello mediante el sencillo y directo control de siempre, todo manejado a través del lápiz táctil de la consola.
Los retos que se nos plantearán variarán de contenido y dificultad, con una curva de aprendizaje relativamente adecuada (dado que, probablemente, la mayoría de jugadores que se hagan con el juego ya sabrán a qué se enfrentan, debido a la fama del mismo). El juego no se nos hace pesado, ni monótono, al menos durante las primeras veinte recetas. Bromas aparte, es más de lo mismo: no esperemos encontrar nada nuevo bajo el sol... o bajo el extractor.
Eso sí, contaremos con unas cuantas modalidades de juego que darán un poco más de colorido a la experiencia jugable. Algunas de ellas ya las habíamos podido disfrutar en entregas anteriores del juego, como la opción de Cocina con Mamá, en la cual deberemos de completar cada receta sin posibilidad de fallar ninguna de sus partes, con el veredicto final de alguno de nuestros familiares o amigos, previamente seleccionados para la ocasión; o el Concurso de Cocina, en el cual se pondrán a prueba nuestras habilidades culinarias, tanto jugando en solitario como jugando contra otros usuarios de la consola. Podremos jugar en esta ocasión hasta cuatro jugadores simultáneamente, tanto si éstos tienen la copia correspondiente del juego como si no, gracias al sistema de descarga de datos de la Nintendo DS.
Tendremos, por otro lado, un modo de juego en el que podremos combinar diferentes ingredientes de diversas recetas para ver qué saca Mamá de todo ello. Pero la novedad que se lleva la palma en este título es la posibilidad de irnos de compras con Mamá. Sí, sí, de compras: lo habéis oído bien. En una serie de minijuegos similares al clásico come-cocos, deberemos introducirnos en el inframundo del supermercado y hacernos con los ingredientes que mamá necesite. Cada uno de los niveles de esta nueva modalidad de juego complicará aún más las cosas, añadiendo más ingredientes a recoger y un mayor número de clientes dentro del supermercado.
Los clientes, claro está, son los adversarios que nos harán la vida imposible. En general, deberemos de evitarlos, ya que muchos de ellos nos quitarán, directamente, uno de los corazones que tiene nuestra barra de salud, corazones que representan una oportunidad más para volver a intentar conseguir todos los ingredientes exigidos para la compleción del nivel. Aún así, algunos de ellos no nos restarán corazones, sino que nos meterán de lleno en diferentes minijuegos de pulsar y arrastrar el stylus sobre la pantalla táctil, ayudando a diferentes personajes a llenar su carrito de la compra o seleccionar determinados productos entre los estantes del supermercado.
Tendremos también una opción dentro del juego que nos permitirá conectar nuestra copia de Cooking Mama 3 con el juego Gardening Mama, pudiendo utilizar los vegetales y las frutas cultivadas en éste dentro de las recetas de aquél. Por otra parte, cada vez que completemos un reto o una receta, desbloquearemos más recetas (por supuesto), aparte de diferentes ítems y objetos que nos permitirán personalizar la decoración de nuestra cocina, así como la apariencia de Mamá (siempre vestida de punta en blanco, eso sí). También desbloquearemos diferentes modelos de pegatinas, las cuales podremos poner encima de las fotos de recuerdo que hagamos para nuestro álbum, fotos que tendremos opción de hacer cada vez que completemos una de las recetas propuestas con éxito.
Apartado técnico
La verdad es que pocas novedades nos encontramos en el juego, tanto a nivel gráfico como sonoro. De hecho, personajes y melodías se repiten desde la primera entrega, cosa que ya nos parece un tanto cansina. Pero bueno, contra gustos, colores, como bien se dice. Y, de hecho, una de las mejoras a nivel gráfico es la posibilidad de combinar los diseños y colores de personajes, utensilios y fondos en nuestra cocina. Todo el diseño del juego ha sido, de nuevo, desarrollado en dos dimensiones, manteniendo vivo el espíritu del título original. El juego ha sido desarrollado notablemente a nivel gráfico, de manera similar a como lo fue en los inicios de la saga, aunque a día de hoy la verdad es que se eche en falta una cierta renovación en este aspecto.
Lo mismo pasa con la música del juego, la cual mantiene la tónica de tonadillas de ascensor que ha caracterizado hasta hoy a la serie. Eso sí, para la ocasión Mamá cuenta, como ya viéramos en las últimas entregas de la saga, con voz propia en todo este asunto, instándonos a seguir con expresiones de ánimo, felicitándonos o consolándonos, según hayamos conseguido o no nuestros objetivos en cada receta.
Conclusiones
Cooking Mama 3 no ofrece prácticamente ningún contenido nuevo a la saga, aunque sí es verdad que cuenta con un par de opciones de juego más que sus predecesores, y un buen número de recetas añadidas, cosa que, sin duda, agradecerán los fans seguidores de la saga. En cuanto al aspecto gráfico y sonoro, poco hay que decir, ya que se mantiene dentro de los cánones de las entregas previas. De nuevo, un juego para niños y mayores, indicado tanto para aquellos que no conozcan la saga como para aquellos que la conozcan y gusten de repetir. Eso sí: si no os gustaron los predecesores no lo intentéis con éste, ya que volveríais a tropezar con la misma piedra...