Análisis de Icebreaker: A Viking Voyage (iPhone)
No es algo nuevo: las mecánicas jugables sencillas en dispositivos táctiles son garantía de éxito. Al menos, en la teoría. Icebreaker: A Viking Voyage, de Nitrome en asociación con Rovio, es uno de esos casos de libro. Pese a que sus influencias e ideas son más que evidentes y claras -no estaría mal destacar que este Icebreaker: A Viking Voyage casi parece una versión vikinga y nórdica del famoso Cut the Rope-, funciona en conjunto, y ofrece al jugador un refrescante entretenimiento por muy poco.
Cortando el hielo
La mecánica de Icebreaker: A Viking Voyage es muy similar a la de otros juegos de la App Store, donde usando nuestros dedos a modo de cuchilla, buscaremos el momento justo y la reacción ideal, a la hora de solventar los diferentes puzles que nos salgan al camino.
Una fracción importante de la fórmula que presente la aplicación, y que quizás es la que consigue que lo veamos como algo más que simple clon de otro clon, algo habitual en el género, y que como bien sabréis, es la tónica habitual en las tiendas digitales de aplicaciones para móviles tablets, es su presentación e historia.
Sí, Icebreaker: A Viking Voyage jamás será una novela o una película de animación -aunque teniendo en cuenta la variante de Dreamworks, quizás-, pero sí tiene una historia disparatada, divertida y graciosa. O al menos, unas cuantas líneas de diálogos muy inspiradas y humorísticas. Nuestra misión será la de ir rescatando a los miembros vikingos de nuestra tribu de enormes y fríos témpanos de hielo, utilizando al comienzo nuestros dedos, y más adelante, haciendo uso de los más diversos objetos y herramientas.
El planteamiento, como os podéis imaginar, no puede ser más sencillo. Los primeros niveles nos servirán para asimilar las mecánicas más básicas, como aprender a dar el menor número de cortes posibles en cada iceberg o témpano de hielo -el juego contabiliza nuestros tajos, así que será esencial realizar tan pocos como podamos- o descubrir los típicos efectos mariposa que nos ayuden a rescatar los vikingos de cada nivel de la manera más rápida o eficiente.
Es curioso, pero Icebreaker: A Viking Voyage, consigue evolucionar su simple mecánica jugable hacia algo más refinado, completo y divertido conforme vamos avanzando. Lo que en un principio podría parecer algo visto, conocido y asimilado por el más versado jugador, muta hacia un nuevo estatus jugable que sorprenderá a propios y extraños. De esta manera, encontraremos nuevos elementos y piezas dentro de los rompecabezas, que conseguirán que cada nivel se convierta en un verdadero reto. Ya sean cuerdas, poleas, cañones, cohetes o malvadas criaturas -que si no calculamos bien, acabarán devorando a nuestros vikingos-, el catálogo de elementos y posibilidades en Icebreaker: A Viking Voyage es lo suficiente variado como para que no caigamos en el tedio o el aburrimiento a los pocos minutos-.
Es una app mayoritariamente fácil de terminar, ya que si nos limitamos a salvar correctamente a los vikingos atrapados tendremos más que suficiente como para acabar satisfechos con su duración, pero en cambio, si se nos ocurre intentar realizar la llamada "partida perfecta", bien podremos pasar unos cuantos días buscando dar con la tecla correcta para ello. Dividida en niveles, con sus objetivos secundarios y ocultos -y llegados el caso, incluso con batallas contra jefes finales-, Icebreaker: A Viking Voyage es una aplicación adictiva, exquisitamente planteada y convenientemente regada con el suficiente contenido como para que volvamos una y otra vez a repasar y perfeccionar puntuaciones en sus variados niveles. Además, por si fuera poco, la aplicación ha estado recibiendo contenido en estas últimas semanas, con lo que queda más que patente la intención de Nitrome de dar a luz un juego consistente, duradero y permanente durante cierto tiempo. Y eso, se agradece.
A nivel audiovisual, Icebreaker: A Viking Voyage puede dar la sensación de "deja vu" habitual en juegos del estilo, pero lo cierto es que en este aspecto, no tenemos nada que objetar. Es una app muy atractiva en sus concepción bidimensional, con buenas animaciones y diseños -los vikingos son muy simpáticos, por ejemplo- y un plantel variado de escenarios, objetos y enemigos. Nitrome es un estudio especializado en el "pixel art", con lo que se saben manejar con soltura a la hora de crear mundos, personajes y escenarios con una gran carga nostálgica en base a las dos dimensiones y los sprites. El sonido tampoco es nada despreciable, y se agradece que esté completamente traducida -que no doblada- a nuestro idioma. Cabe destacar que las versiones de iPhone y iPad están separadas, y deben adquirirse de forma individual.
Conclusiones finales
Icebreaker: A Viking Voyage es un título cortado -y nunca mejor dicho- por el patrón base de las aplicaciones más habituales, descargadas y jugadas de la App Store. En cierta manera, podríamos decir que está concebida para triunfar. Puede no parecer demasiado original, pero su buen hacer queda patente en cada nivel que somos capaces de superar. Siempre habrá alguna situación, objeto, puzle o elemento que nos sorprenda, consiguiendo que el juego, pese a las sospechas iniciales, sea variado. Una opción interesante con la que disfrutar en nuestro iPhone, iPad o iPod touch de cara al verano. Muy recomendada.