Análisis de Hidden Runaway (iPhone)
El gusto del estudio por los acabados trabajados y la calidad gráfica es bien conocida después de una carrera plagada de juegos en los que el trazo "pendulero" ha sido un sello muy personal al que han sabido sacar todo el partido. Alejándose de la línea de la aventura gráfica, el género con el que todos les identificamos, y después de un coqueteo muy positivo con el iPad en Yesterday, desde el estudio madrileño han querido probar suerte con Hidden Runaway, un título que combina los juegos de objetos ocultos, los puzles y también una parte de aventura gráfica. Sin dejar de lado su saga más reconocida, Runaway, los desarrolladores han conseguido crear un juego diferente que enseguida ha cautivado a los seguidores y que aporta un toque de frescura a un género en el que muchos de sus representantes no llegan al nivel ni en contenido ni en jugabilidad.
La presencia de Brian y Gina como protagonistas del hilo conductor del juego nos llevará al principio de su relación y a volver al momento en el que Cupido hizo de las suyas para juntar sus vidas. A partir de aquí algunos flashbacks nos traerán de ida y vuelta al pasado y presente para plantearnos una serie de escenarios que todos reconoceréis como "made in Pendulo".
En una entrevista reciente con Vandal dos de los responsables del juego, Rafael Latiegui y Josué Monchán, hablaban maravillas de lo que las tabletas podrían aportar al estudio y la buena experiencia que habían tenido con la tablet de Apple en Yesterday afirmando que era un soporte que resultaba muy adaptable e interesante para el mundo de la aventura. Pero en todo caso el tema que nos ocupa es Hidden Runaway, un juego basado en el mundo Runaway que os tendrá horas pegados a la pantalla para encontrar ese pequeño objeto que se os resiste.
Un juego casual pero que encantará a los "penduleros"
Como hemos dicho la firma del estudio está presente en cada paso del juego. Sus diferentes pantallas nos recordarán siempre a la aventura gráfica y nos ofrecerán una serie de propuestas en las que la combinación de objetos –mucho menos activa que en una aventura convencional– ayudará mucho a dinamizar el juego. No en vano el estudio ha cuidado hasta el más mínimo detalle el tema de los fondos y también de la presencia de los menús y las notificaciones haciendo un juego cómodo con una dificultad para todo tipo de público.
Si nos fijamos en el inicio del juego, su menú cuenta con una pantalla de creación de perfil en la que escogeremos entre cuatro pollos que tendrán cierto protagonismo a lo largo de todo el juego aunque no desvelaremos ningún punto avanzado de la historia que tiene su comienzo en el lejano 2003 cuando los destinos de Brian, estudiante en Berkeley, y Gina se cruzan irremediablemente.
Unos gráficos de nostalgia
Cualquier jugador que previamente haya echado sus horas jugando a los Runaway sabrá ver en Hidden una propuesta en la que Pendulo sabe aprovechar todo el potencial de su marca. Nada que decir en un apartado que se presenta impecable y que en muchos momentos hace uso del humor canalla que muchas veces les caracteriza. En muchos casos algunos de los objetos recordarán a aquellos antiguos tebeos en los que objetos que nada tenían que ver con el guión principal de la historia. Aquellas berenjenas "mortadelianas" vuelven en forma de cualquier cachivache que queráis imaginaros, os veréis buscando figuritas de Navidad en un museo, cojines en lavabos impracticables y mil y una historias en los sitios más insospechados.
Entre los gráficos podemos distinguir entre dos situaciones, las estáticas y las cinemáticas. Las primeras, como es obvio en un juego de estas características, son las que predominan, en ellas se encuentran cientos de objetos entre los que tendremos que buscar contando con un menú que irá tachando las diferentes propuestas en cuanto las encontremos. En el segundo caso encontraremos cinemáticas que nos devolverán a los Runaway, Yesterday hasta el lejano Igor… en ellas veremos a unos Brian y Gina que han "madurado" para recordarnos cómo fueron una vez. Este tipo de escenas en las que se produce diálogo se presentan mediante unas transiciones algo "rústicas", pero que en el fondo no molestan para el caso que nos atañe. Cabe destacar que para dar un poco más de vida al juego en muchos de los escenarios encontraremos siempre algo de movimiento por pequeño que sea.
Una jugabilidad totalmente adaptada a lo táctil
Si según el estudio los juegos como las aventuras gráficas se adaptan perfectamente a las aventuras gráficas, títulos como Hidden Runaway lo están aún más. Nacido directamente para este tipo de soporte consigue ser muy fácil de dominar desde el primer momento. Para encontrar objetos nos bastará con señalarlos con un simple toque y para los puzles tres cuartos de lo mismo, siguiendo las instrucciones que nos dan en cada caso conseguiremos rápidamente hacernos con la mecánica.
Lo visual en apartado de jugabilidad también se resuelve perfectamente gracias a unos menús que antes de iniciar siempre explican lo que haremos en la siguiente pantalla. Habrá algunos objetos que tengan protagonismo en la historia general –que cumplen más la premisa de la aventura gráfica– y otros muchos que simplemente se enmarcan en la tipología de objetos ocultos. En todo ello siempre existe una pátina que recuerda a la aventura gráfica, como el inventario o símbolos como las ruedas dentadas para acceder a un puzle o una lupa para llegar a un escenario que pueda interesarnos, además de puntos activos en los rincones en los que podemos combinar algún objeto del inventario para avanzar.
Una de las pegas de la jugabilidad ocurre en los escenarios más copados de objetos en las que tocando con el dedo al tuntún se consigue encontrar algunos objetos sin siquiera buscarlos. Un punto que se soluciona cuando los elementos son más escasos por razones obvias además de por el acierto del estudio en situarlos en espacios en los que tendremos que echar el resto para encontrarlos.
Por si alguno no termina de entender la dinámica o le cuesta encontrar algún que otro objeto siempre tendremos presentes las opciones de "Objetivos", en la que se nos recordarán los objetos principales de la trama que buscamos en la habitación y también el tipo de puzle que realizaremos para acabar, que consistirá, entre muchos otros, en rehacer un ticket partido en trozos o vencer a un mono en una contrarreloj en un juego de habilidad por mentar algunas de las decenas de pequeños enigmas que nos encontraremos. Por otra parte también contaremos con la sección "Pista" que nos ayudará a avanzar en caso de encallarnos y que tendremos que esperar para volver a usar.
Una buena solución para salir de la monotonía
Si algo define a los cientos de juegos de objetos ocultos que pueblan la App Store es la monotonía. Lo curioso del caso es que en casi todas las ocasiones la descripción del juego es una fina literatura de lo que después será, únicamente, un juego de buscar objetos con mayor o menor acierto a la hora de ambientarlo. En este caso Pendulo consigue romper con ello y le dan su estilo a un género que parecía estar reservado sólo a jugadores a los que poco interesa el mundo del videojuego como tal. De esta manera la mezcla de aventura y la historia le da un dinamismo que se agradece y que sabrán valorar los seguidores de la saga Runaway.
El juego está hecho con gusto pensando en crear algo más que un simple juego de objetos ocultos para ser un pequeño homenaje a dos personajes que muchos recordarán con nostalgia como reza uno de los ladillos que encontramos en el reportaje. Que la gente del estudio responsable de juegos para Ipad como Yesterday o, el ahora en un cajón, Day One, no se separe de la tableta de Apple es un buen augurio de cara a un futuro que puede traerles muchas satisfacciones si siguen en la brecha con los juegos para tablet.