Análisis de Turok Evolution (GameCube)
Ahora, en pleno apogeo de las consolas de nueva generación, Acclaim, apoyada en una gran campaña de marketing para este título, ha decidido relanzar la saga Turok a nivel multisistema con la intención de convertirlo en el shooter que en su día fue, aunque el resultado final, por desgracia, dista en exceso del nivel cualitativo que en su día tuvo la primera entrega, debido principalmente a una serie de fallos técnicos que podían haberse evitado.
El argumento es el de siempre: Tar, nativo americano, amante de su pueblo y de la libertad que el capitán Bruknel y las ansias de conquistas de los colonos tratan de arrebatarle, ve como en medio de una batalla cae en un extraño lugar llamado La Tierra Perdida, en la cual es identificado como el elegido y cuya misión pasa a ser liberar a su pueblo de las garras de Tyranuss.
Un argumento sencillo, pero suficiente para darle algo de coherencia la aventura que se va a desarrollar.
El diseño de fases y personajes no es el mejor que hemos visto en una consola de nueva generación; simplemente podríamos calificarlo de correcto y atractivo en algunos casos, ya que a medida que se avanza en el juego, se va ganando en calidad, aunque las fases resultan excesivamente monótonas tanto por su contendido como por su dinámica de juego. En esta versión para Gamecube, nos encontramos con un framerate bastante estable, hecho que la convierte en una versión infinitamente superior a la de PS2 , si bien, ni siquiera este argumento puede ser el clavo al que agarrarse para proclamar a este Turok como el mejor FPS para Game Cube. ¿Por que? Resulta totalmente incomprensible ver como a día de hoy un juego que teóricamente empieza a explotar las posibilidades de las consolas de nueva generación, adolece de un poping excesivo, de una texturas simples e impropias de un título que pretende arrasar en su género, y de un diseño de personajes que, aun siendo bastante bueno, no es capaz de asombrarnos siendo los dinosaurios un elemento ideal para realizar algo espectacular. A esto hay que sumarle los efectos de juego que podrían haber completado aquellas partes más flojas del juego, pero tampoco ha sido así: Texturas inexactas en los diferentes dinosaurios, un exceso de sangre que a la hora de la verdad ni queda reflejado ni se ve justificado ante la ausencia de heridas en los enemigos, expresiones faciales poco acordes con la acción que se está produciendo, y ese desfasado sistema de absorción de enemigos cuando estos han muerto que hace que éstos sean tragados por la tierra.
El uso de armas es bastante adictivo, como suele suceder en este tipo de juegos, y los efectos de las mismas están bastante logrados, pero como en todo el juego, a la de cal hay que sumarle la de arena, un montón de granitos de arena que en su conjunto conforman una montaña de deficiencias técnicas que nos dan la impresión de que en esta ocasión los chicos de Acclaim tenían prisa en sacar su título al mercado sin haber pulido esos elementos que convierten lo pequeño en grande: Texturas planas y esperpénticas en algunos puntos del juego (especialmente para delimitar zona inaccesibles), espacios vacíos, elementos decorativos irrisorios (especialmente las plantas) y fallos de programación que nos permitirán atravesar enemigos y lugares de una manera incomprensible en más de una ocasión. Respecto a la Inteligencia Artificial de los enemigos, parecía que este Turok Evolution iba a ser el juego que mejor iba a desarrollar algo muy importante en un juego, la IA, pero a acciones geniales como el ser rodeado por un grupo de Velociraptors, hemos de sumar acciones no tan magnificas, poco reales, incluso torpes, como disparar desde la posición de mirilla telescópica en la distancia y observar como el enemigo no cae... a pesar de haber impactado en el.
La opción multijugador entretiene como en muchos otros títulos de este género. Es divertido e intenso, si bien se podría haber implantado una opción multijugador con bots controlados por el sistema como alternativa al modo multijugador de cuatro mandos para cuatro personas, para aquellas ocasiones en las que uno está solo y quiere jugar bajo este modo de juego, que puede llegar a considerarse incluso mejor que el single mode en más de una ocasión.
Respecto a la música, el trabajo ha sido muy bueno como suele siendo habitual en toda la saga. Los ritmos tribales marcan la banda sonora, y combinados con otros estilos musicales y unos efectos FX bastante buenos, hacen de este apartado lo mejorcito del juego, si bien los usuarios de GameCube deberán conformarse con el Dolby Prologic II por las limitaciones de hardware que la máquina tiene respecto a XBOX o PS2.