Análisis de Sonic MegaCollection (GameCube)

Cuando Sega anunció su intención definitiva de convertirse en Third party y su negativa a fabricar más hardware dadas las escasas ventas de Dreamcast (especialmente en Japón), muchos de nosotros, aficionados al videojuego introducidos en este mundo en la época de los 16 bits, nos planteamos en qué situación quedaban los estandartes fundamentales de la empresa, especialmente su buque insignia Sonic, y qué futuro aguardaría a la mascota universal más popular de este mundillo (por supuesto junto a Mario) ante las tres posibilidades existentes: GameCube, PS2 y XBox. Y es que si años atrás se nos hubiese planteado la posibilidad de poder ver al erizo de Sega corriendo desenfrenadamente por una consola de Nintendo, muchos hubiésemos echado a reír de manera incesante tachando de insensato al formulador de tan osado disparate. Sin embargo el tiempo pasa, todo evoluciona y con la aparición de Sonic Adventure 2 para GameCube hace ya prácticamente un año muchos de nosotros comprendimos esa famosa expresión hecha refrán que dice "de este agua no beberé".

Sega, conociendo la popularidad de su mascota y en un acertado homenaje a su brillante carrera, ha decidido lanzar nuevamente para la máquina de Nintendo una recopilación que recoge varias de las joyas de los 16 bits que encumbraron a la empresa, a su máquina del momento MegaDrive y que sin duda implantó una "way of life" en millones de usuarios en todo el mundo. En esta ocasión, el efecto Sonic ha sido perfectamente recompuesto en esta recopilación que se presenta como la más completa de las existentes hasta el momento, pero que no ha llegado a colmar las expectativas generadas desde su anuncio y deja las puertas abiertas a un futurible volumen 2.

El GOD se presenta a través de un menú de inicio donde podremos escoger entre siete de los juegos aparecidos a lo largo de años pasados basados en Sonic. Concretamente esta recopilación presenta las tres primeras entregas de Sonic The Hedgehog para MegaDrive, Sonic & Knuckles, Sonic Spinball, aquel "extraño" experimento llamado Sonic 3D, y Doctor Robotniks Bean Machine. Además, podremos acceder a algunos títulos secretos que deberemos desbloquear y que han generado opiniones dispares entre los fans de la saga, principalmente sustentadas en el anárquico sistema para desbloquear los juegos secretos y en los títulos seleccionados para tal acción. A fin de no "chafar" a nadie la ilusión de ir descubriendo el resto de juegos secretos, omitiremos mencionar cuáles son para que cada uno de vosotros pueda descubrirlos por si mismo, aunque ya adelantamos para los que esperen ilusionados poder jugar a Sonic Mega CD, el considerado mejor juego de la saga, que este título no ha sido seleccionado entre los juegos secretos y que en su defecto si que se ha incluido Ristar, uno de los más "misteriosos" y deseados por los coleccionistas.

Gráficamente, la recopilación es una conversión pixel a pixel de las versiones aparecidas en su día para Sega MegaDrive, hecho que por una parte puede llevar a pensar que Sega ha optado por la vía fácil convirtiendo a nuestra GameCube en un emulador de MegaDrive a fin de evitar mejoras gráficas, pero que puede tener una segunda lectura que no es otra que el intento de la compañía por respetar fielmente el juego original, lo cual nos permitirá observar la evolución gráfica de la saga y los importantes avances tecnológicos que se iban sucediendo entrega tras entrega.

Exactamente lo mismo ha ocurrido con el apartado sonoro, que vuelve a ser un calco del utilizado en su día para MegaDrive (generado por un chip de sonido inferior al utilizado en SuperNintendo) y que servirá para rememorar las melodías clásicas que siempre han confirmado a Sonic como un juego sencillo pero muy pegadizo musicalmente hablando.

Hacer un análisis de los juegos que componen este compendio sería intentar realizar una evaluación retroactiva de una forma de entender los videojuegos y de un sistema que se llegó a consolidar como la alternativa más ambiciosa para hacer frente al popular fontanero de Nintendo. Así, mientras los juegos protagonizados por Mario se caracterizaban por ser plataformas con algún que otro componente exploratorio y de recopilación de objetos en entornos que avanzaban fluidos y al ritmo del jugador, en Sonic se optaba por una velocidad vertiginosa en la que se trataba de fomentar la sensación de ser más rápido y hábil que nadie salvando rampas y escenarios magníficamente diseñados.

Las tres primeras entregas se caracterizan por un alto colorido de los escenarios y un estudiado y divertido diseño en el desarrollo de las fases en las que Sonic debía recolectar monedas y ayudar a sus amigos en desenfrenadas carreras a través de scrolls horizontales. La evolución gráfica entre los tres capítulos es notable, si bien la mayoría de fans de la saga han coronado a Sonic The Hedgehog 2 como el mejor de la trilogía, gracias a la incursión de Tails, al lanzamiento con giro y a un entorno gráfico que aportó notables mejoras a la primera entrega.

Sonic & Knuckles continuaba la línea de las tres primeras entregas incorporando la posibilidad de poder manejar a Knuckles, mientras que Sonic 3D constituía un atrevido intento de acercarse a las tres dimensiones apostando por un juego en perspectiva isomètrica con algún que otro componente de exploración que probablemente pasará a la historia como uno de los Sonics con menor aceptación por parte del público.

Sonic Spinball se apartaba de la temática tratada en los juegos anteriores y básicamente se centra en un juego donde el erizo es una bola que corre por un tablero de pinball y donde debemos buscar contacto con las palancas a fin de desbloquear nuevas zonas y poder seguir avanzando, en otro de los juegos que pasó bastante desapercibido a pesar de su intento por ampliar el foco de acción y temática del erizo de Sega.

Por último, Dr.Robotniks Bean Machine, un título divertido en el que el objetivo era ir creando líneas con bolas de diferentes colores y destruirlas, en un sistema de juego bastante similar a Puzzle Bubble o Columns, y que se convertía en un juego especialmente adictivo en su modo para dos jugadores.

La jugabilidad de todos y cada uno de los títulos es incuestionable. El mando de GameCube se adapta a la perfección a las exigencias de cada juego. Y es que la saga Sonic siempre se ha caracterizado por una excelente jugabilidad en la que deberemos ser rápidos y hábiles a la hora de sortear enemigos, recolectar monedas y salvar a nuestros amigos a través de los amplios y geniales escenarios donde se desarrolla la acción.

Además de la incursión de cinco juegos secretos, Sega ha optado por incluir un buen número de extras que sin duda sirven para completar la recopilación, aunque como suele suceder, cada usuario podría aportar una idea que añadir a esos extras para completar una colección que no ha colmado del todo las expectativas generadas. Para empezar, se ha incluido un genial cómic protagonizado por Sonic, así como el acceso para navegar a través de los manuales de instrucciones originales utilizados en los juegos de MegaDrive. Con el mando de juego podremos ampliar el zoom de acción y observar con todo detalle los textos e ilustraciones que componen los mencionados manuales, así como podremos contemplar la portada de la colección, otro elemento distintivo incluido en los extras. Otro de los elementos que se han incluido es la incursión de determinados videos entre los que destacan el de la Intro de Sonic Mega CD (¡qué contradicción!).

Se echa en falta algún vídeo a modo de entrevista con los miembros del Sonic Team, alguna versión mejorada de los juegos que presenta la colección, el impagable Sonic Mega CD o una presentación más trabajada (al estilo de la impresionante edición especial de Sonic Adventure 2 para Dreamcast, que incluía 2 monedas y un libreto con las portadas de todos los Sonics de la historia). A pesar de todo, la aportación de los extras mencionados son sin duda un buen complemento a la colección de títulos presentadas en este recopilatorio.

Sonic Megacollection es un título ideal para los nostálgicos, para todos aquellos jugadores que crecieron con MegaDrive y pueden recuperar parte de las sensaciones generadas en la época de los 16 bits, aunque también es un juego indicado para los jugadores más jóvenes para que de esta manera puedan conocer las bases de muchos de los juegos actuales. Su grado de diversión es muy elevado, así como la variedad presentada en la colección. Sin embargo, se echan de menos algunos elementos que no han permitido coronar a esta colección como la excelente recopilación que podría haber sido. Por ello, es más que probable que Sega presente en un futuro no demasiado lejano un segundo volumen incluyendo más capítulos de la saga y añadiendo algunos de los extras que más demanda tenga por parte de los aficionados.

Parece que Sega está decidida a convertir a Sonic en un fenómeno mediatico al más puro estilo Pokemon, por lo que esperamos que en adelante, los títulos que lleguen, sean conversiones o juegos nuevos, mantengan un alto nivel de calidad y no caigan en una sobreexplotación de la mascota de Sega. Sonic Megacollection, de momento, es un buen argumento para volver al pasado y mirar al futuro.