Pikmin. Aquellos pequeños personajes que se han convertido en el icono de Nintendo para esta generación. Viven en el jardín y son especialmente serviciales, listos para ofrecer cualquier tipo de ayuda a quien lo requiera. En este caso el afortunado es el Capitán Olimar, quien gracias a las decenas de Pikmin pudo reparar su nave espacial y regresar a su hogar en su aventura inicial. Precisamente con esta temática fue desarrollado el primer juego, que fue el primer contacto con estos seres. Este contacto fue bien recibido por los jugadores del mundo, quienes concordaban en una cosa: el nacimiento de una nueva saga. Claro está, nadie sabía el futuro que tendría el juego y si es que tendría secuelas. Ya en el tercer año de la consola hace su aparición la segunda parte de este título. La espera tuvo recompensas, y hay razones para afirmarlo.
La gran deuda
Después de que Olimar recibió la ayuda de los Pikmin, quienes recolectaron las piezas que hacían falta de la nave Dolphin, pudo repararla por completo. De este modo abandonó el planeta salvaje y se dirigió a su hogar, Hocotate. Cual sería su sorpresa al encontrar otro problema: la compañía está en bancarrota. Así que ni corto ni perezoso, Olimar, junto a su compañero Louie, se apuntan para esta nueva misión que consiste en recuperar la deuda que posee esta compañía. Para esto tendrán que recolectar diversos tipos de elementos, desde frutas hasta latas de gaseosas. Y es aquí donde aparecen nuevamente los Pikmin, quienes ayudarán para que la labor de recolectar se haga mucho más rápida y efectiva, considerando además, que el planeta a donde se dirigen no es un paseo por el campo, sino más bien un antro de los seres más repulsivos que se puedan ver en un jardín.
Una saga evolutiva
El juego viene bajo las mismas premisas que el anterior. Juntar un gran ejército de Pikmin, utilizarlos para acarrear elementos y destruir a los enemigos que nos impidan tal labor. Para esto se tendrá que ser hábil con el control y la mente, poder organizar a nuestro ejército, enviar a unos por allá a otros por acá, organizar todo de tal manera que las bajas sean pocas y que los objetos recolectados sean muchos, respetando el transcurso normal del día. En esto supera con creces a su anterior versión. Ya no se limita a buscar piezas de la nave, sino a encontrar distintos artilugios para apalear la deuda. Estos objetos son demasiados, nos encontraremos con baterías, protectores labiales, tapas de botellas, frutas, vestimentas de humanos, etc. Cada uno de estos nos da un cierto valor que se irá sumando hasta alcanzar la cifra de la deuda.
Otra gran diferencia, la más notoria, es la aparición de dos nuevas razas de Pikmin: Púrpura y Blanco.
Pero repasemos más a fondo las distintas razas y cada una de sus características especiales.
Pikmin Rojo: hábiles guerreros. Resistentes al fuego.
Pikmin Azul: pequeños submarinos. Resistentes al agua.
Pikmin Amarillo: grandes saltadores. Pueden acarrear bombas y resistir la electricidad.
Pikmin Púrpura: fuertes y poderosos. Su peso y su fuerza son más del doble de lo normal.
Pikmin Blanco: pequeños tóxicos. Resistentes al veneno, pueden descubrir objetos escondidos bajo tierra.
Lo principal es lograr combinar las habilidades de cada uno de ellos para lograr el propósito. Los tres primeros colores pueden ser creados a partir de las pastillas o de los cadáveres de nuestros enemigos. Los dos nuevos no, tienen la particularidad de ser creados bajo tierra, en las cuevas, en donde tendremos que arrojar Pikmin normales para obtener estos nuevos colores y sus respectivas habilidades.
Aparte de todas estas nuevas adiciones, nos encontramos con opciones muy interesantes, especialmente para aquellos que buscan de completar todo lo que propone el juego. La Piklopedia, que es donde se guardan todos los detalles de los enemigos y los objetos que encontremos durante la travesía. Aquí se pueden visualizar con calma, realizar acercamientos, jugar con el enemigo para ver como reacciona frente a las zanahorias que se pueden arrojar e incluye la respectiva descripción para conocer más la flora y fauna de este mundo salvaje. También se pueden ver las piezas importantes que se hayan recolectado, las cuales sirven para dar nuevas opciones de juego, como el tener un mapa más detallado o un censor que alerte cuando estamos cerca de algún tesoro.
Con la inclusión de un segundo personaje se tiene la opción de poder guiar dos grupos de Pikmin. Por ejemplo, con Olimar se podrá ir hacia un lugar, matar a ciertos enemigos, romper muros, mientras que con el equipo de Louie se podrá acceder a otro sector para llevar tesoros o recolectar fichas y acrecentar el ejército. Con esto se evita la monotonía de viajar grandes distancias, ya que al contar con dos equipos todos e reduce a la mitad. Aunque claro, también se pueden llevar a los dos personajes juntos y todos los Pikmin detrás.
El doble de diversión
Teniendo dos personajes en mente, era casi por defecto un modo de dos jugadores. Y no podría ser de otro modo. El juego incluye un modo de batalla, en donde competiremos con el rival por ver quién es el más hábil en recolectar bolitas amarillas. Es simple, el que logra tener 4 bolitas en su nave gana. Las cosas se ponen divertidas al ver las opciones con las que se cuentan. Hay unos frutos que servirán para activar una ruleta. Esta ruleta contiene elementos favorables como son el tener invisibilidad por un momento, enviar enemigos para que visiten a nuestro contrincante (esto sin duda es lo mejor), aumentar en 10 nuestro número de Pikmin y un sin fin de cosas más. Hay muchos niveles a elegir, desde la clásica cueva hasta niveles repletos de enemigos que harán de nuestra vida un infierno. Así que la diversión a 2 jugadores por lo menos está cubierta de forma grandiosa.
Dentro de la historia principal, nuestra misión será recolectar el máximo número de tesoros que posee cada nivel. Al encontrarlos iremos avanzando hacia otros sectores del mundo. Estos enormes niveles están compuestos por diferentes puzzles, desde algunos sencillos hasta verdaderos quebraderos de cabezas. Y no solo la dificultad radica en eso, sino que también las diferentes criaturas que habitan el lugar harán un festín del ejercito Pikmin si no se actúa a tiempo. Por esa razón es necesario conocerse el lugar como la palma de la mano, y encontrar los puntos débiles de los molestos enemigos. Esto no será tan difícil por no tener la limitación de los 30 días, por lo que se podrá tomar bastante tiempo sin que eso afecte nuestro juego. Aunque sigue presente el transcurso del día. Una delicia.
Y si eso no fuera poco, cada nivel cuenta con cuevas (sub-niveles), en donde, sin la limitante de la hora, se encontrarán más tesoros escondidos, y un jefe al final de la última cueva que esconde un gran tesoro. Dentro de estos se podrá grabar, todo un alivio al evitar la espera del transcurso completo del día. Es necesario recordar que dentro de estas cuevas es donde se deberán obtener los nuevos Pikmin (Púrpura y Blanco) en una especie de trueque. Se lanzan los Pikmin comunes en unas flores que entregarán de regreso a estos Pikmin especiales. Al final de cada día ellos ingresan en nuestra nave por no tener una nave madre para su propio color.
Un verdadero jardín
Los gráficos siguen dando ese aire a jardín, con representaciones idénticas a cualquier flor que se puedan ver desde nuestra ventana. El entorno que nos rodea es sublime, con diferentes plantas que proyectan sombras, pequeños riachuelos con efectos de agua de los mejores, enormes macetas, flores de todos los tipos. Un verdadero espectáculo visual. Eso sí, las texturas son un poco borrosas, aunque si mejores que las de su primera parte. Agregado a esto y cuando llevemos 100 Pikmin a nuestras espaldas, los gráficos no muestran resentimiento alguno, incluso en situaciones tensas de batalla. El juego cuenta con preciosas presentaciones en video, que a pesar de no ser muchas, si ayudan para contar la historia de manera muy bonita. Todo esto no destacaría si no fuera por el sonido que nos rodea. Existen melodías tranquilizantes, de acuerdo al juego, con efectos de la naturaleza adecuados. Llama la atención la capacidad que tienen estas pequeñas criaturas de poder tararear, cosa que sorprende y que logra sacar una risa dentro de los jugadores. Lo justo y adecuado para la ocasión.
Son Pikmin...
Sin duda este título es uno de los abanderados en la consola de Nintendo. Su primera parte fue muy bien recibida, con algunas cosas criticables que fueron mejoradas en esta segunda parte. Todo esto aunado a la multitud de nuevas opciones y modos de juego evitan que sea una expansión de su primera parte. Es un nuevo juego, una secuela digna, e incluso supera con creces a su anterior versión, que incluso pecaba de corta duración. Y esto fue arreglado evitando el límite de tiempo y la adición de múltiples mundos, cuevas y más enemigos, que logran una friolera de 30 horas aproximadas de juego. Los pequeños seres están de regreso, ya han hecho estragos en Japón y América, y esperan poder dominar la lista de ventas de la consola. Si la primera versión del juego era un imperdible, este con más razón lo es, e incluso recomendable para aquellos que huyeron de su precuela. Es un juego redondo, digno de Nintendo, la segunda parte de su saga, de la saga de esta generación, que poco a poco se va abriendo camino e identificarse plenamente con su empresa creadora. No llega hasta la popularidad de Mario o Zelda, pero se va haciendo camino hasta algún día llegar a ser la saga referencial de la compañía nipona. Son pequeños y viven en un jardín, pero juntos pueden desbaratar lo que se les ponga al frente. Aunque eso depende de tu estrategia y de cómo eres capaz de criarlos y controlarlos. Los Pikmin te esperan. Ve por ellos. Guíalos y conviértete en uno más.