El regreso del tablero
Mario Party –recordemos, Nintendo 64- fue el primer juego que nos daba la oportunidad de recrear un juego de tablero, con sus casillas y sus dados. Y qué mejor forma de empezar que protagonizándola la familia Mario. Pronto hubo una continuación que mejoró a su antecesor y durante el último periodo de vida de la consola salió la mejor entrega hasta ahora de los juegos de tablero, Mario Party 3. No obstante el género no se quedó solo en esta saga, ya que aprovechando también las licencias más jugosas de cada compañía, Sony y Sega pusieron en marcha Crash Bash y Sonic Shuffle, para PlayStation y Dreamcast. No obstante ninguno de esos títulos llegó a ser lo mismo que Mario Party. Veamos que tal el estreno de la saga en la 128 bits de Nintendo, de la mano de Hudson.
Gráficos made in Nintendo
Como ya digo, Nintendo ha preferido no salirse de lo normal y nos muestra la cuarta entrega de la saga con el mismo estilo de gráficos pastelosos a los que estamos tan acostumbrados en los títulos de Mario. Aunque claro está, muy mejorados respecto a Nintendo 64, con un número de polígonos bastante más elevado y unas texturas de mayor calidad. Los tableros resultan muy saltones, con muchos efectos a la vez –cataratas, volcanes...- y moviéndose a la velocidad adecuada. Y luego están los minijuegos, en los que hay de todo. En muchos de ellos podemos ver un agua muy bien realizada, aunque después de Super Mario Sunshine no impresiona; y en general podemos ver efectos conseguidos y variados gracias a la gran cantidad de minijuegos. No obstante hay cosas poco cuidadas en este apartado (la escena del genio de la lámpara...), aunque no es que importe mucho a la hora de jugar.
Melodías animadas
El apartado sonoro tampoco es que sea algo destacable, con músicas siempre iguales en los tableros, que son bastante repetitivas cuando llevas algo de tiempo jugando. Las de los menús cumplen su función, y tanto éstas como las demás tienen siempre un toque festivo. Y si nos metemos en los sonidos como tal, son de bastante más variedad que las melodías, y además los hay en cantidad.
Cada minijuego es un mundo...
No se puede hablar de la jugabilidad de Mario Party 4 en general, ya que cada minijuego tiene sus pros y sus contras y sus características. Por tanto solo decir que en general todo se controla de maravilla, y que hacerse con el sistema de juego al principio es muy fácil, pero para luego dominar todos los minijuegos a la perfección, os llevará tiempo y práctica. Un defectillo del juego es que todos los personajes se controlan igual y tienen las mismas propiedades. Una pena.
Durante el tablero no hay problemas alguno de control, y todo es muy intuitivo. Y por si en los minijuegos no nos aclaramos con los controles, tenemos la opción de practicarlo antes de jugarlo "en serio".
Tres modos de juego dan para mucho
Tres, muy parecidos entre sí, son los modos que podemos elegir. El clásico –y el mejor, para que engañarnos- modo fiesta, el modo historia y el modo de los minijuegos. En el primero jugaremos un tablero a elegir (entre cinco, no muchos) solos o con
amigos. En él podremos elegir todas las opciones posibles respecto a la forma de jugar, ya sea con más rondas, con algunos minijuegos en especial o con ventaja inicial de algún jugador. He dicho que este es el mejor modo, porque es donde el multijugador entra en acción, y es la parte más divertida de todo el juego. Todos los minijuegos están hechos para picar directamente a los oponentes, y eso a la hora de jugar divierte, y mucho. Robarle a un amigo una estrella con el objeto apropiado o bien cambiarle el sitio y mandarle atrás son escenas que harán que estés satisfecho de la compra del juego.
Luego tenemos el modo historia, para un solo jugador, en el que tenemos que ir recolectando regalos (a modo de trofeo en Super Smash Bros. Melee) por los tableros, ganándolos todos y venciendo a sus jefes finales en un minijuego especial.
Este modo pierde atracción respecto al anterior, pero para los que no tengan hermanos o amigos -¿alguien no tiene?- está muy bien.
Y para terminar: el modo de los minijuegos, donde podremos jugar a absolutamente todos los minijuegos que hayamos desbloqueado en los anteriores modos. Viene muy bien para practicar algunos que se nos dan mal, o simplemente para divertirse o mejorar tus tiempos en algunos.
La misión de todos los tableros consiste en hacerse con el máximo número de estrellas, siéndose repartidas al final de la partida la estrella de los minijuegos, al que más juegos ha ganado, la de las monedas, al que más tiene y la de los eventos (al que ha caído en más casillas de evento). Y en el tablero siempre habrá una estrella en una casilla, pudiéndola comprar con las monedas que ganemos en los juegos o en las casillas de +3.
Antes he mencionado los ítems o objetos, parte importantísima del juego. El tablero se divide en casillas (como es obvio, la verdad) y en la mayoría de ellas ganaremos o perderemos tres monedas según la casilla, pero en algunas otras podremos tener la opotunidad de comprar objetos. Entre ellos se destacan la lámpara mágica, que te lleva a la estrella, la bola de cristal de Boo, con la cual robaremos monedas y estrellas dependiendo del dinero que tengamos y los champiñones, que aumentaran o disminuirán nuestro tamaño dándonos unas propiedades que nos permitirán acceder a otros lugares, o aumentar nuestra velocidad. Estos champiñones también los podremos obtener en algunas casillas. Algunas casillas más a destacar son la casilla de la estrella, donde compramos la estrella del tablero, las de Bowser, en las que nos robará dinero, las de evento, que dependerá su uso en función del tablero, las sorpresa, donde algun jugador dará algo a otro... o quién sabe, etc.
Aparte de estos modos de juego que he mencionado, en todo momento en el menú podemos acceder a la sala de los regalos, donde están los regalos obtenidos y a la sala extra, en la que hay juegos totalmente distintos a los de los tableros.
Minijuegos a tutiplén
Aunque por desgracia, y como defecto del juego a mejorar para siguientes entregas, no solo no tiene más que Mario Party 3, ¡sino que encima tiene menos! Serán 50 el número de juegos a los que podremos jugar, mientras que en la ultima entrega de Nintendo 64 eran 80 los disponibles. Y 30 menos se notan demasiado, tristemente. Se repiten bastante y en algunas ocasiones te puedes encontrar el mismo minijuego dos veces en el mismo tablero. Una pena otra vez.
Y otra cosa a comentar es que podremos elegir entre los siguientes personajes para jugar: Mario, Luigi, Peach, Donkey Kong, Yoshi, Wario, Daisy y Waluigi. Aunque no son muchos, no son necesarios más muchos más.
Una opción recomendable
Si no has podido disfrutar de la última versión de Nintendo 64 te recomendamos ampliamente la adquisición de este título, siempre y cuando te guste el género y tengas siempre amigos a mano. Si has tenido Mario Party 3 y no tienes compañeros de juego piénsatelo antes de comprarlo, dado que mejora poco de la tercera parte y jugando solo no es tan bueno como en multijugador. Añádele a eso que está totalmente en castellano y tiene dos slots de memoria, para guardar diferentes partidas. Resumiendo, un buen título de Hudson que disfrutarás sobretodo en compañía.