Análisis de Golden Sun (Game Boy Advance)

Más vale tarde que nunca, que dicen. Ya han pasado algunos meses desde que Golden Sun apareciera en nuestro país, y muchos son los jugadores que ya han disfrutado de esta genialidad en forma de juego. Y no es para menos, pues se trata de uno de los mejores RPGs creados para cualquier portátil, incluso consola de sobremesa. Así pues, este análisis está dedicado a todos aquellos que no lo han jugado todavía o aún permanecen indecisos. Para ellos: dejad de pensar en Grandia, olvidad Final Fantasy, obviad incluso cualquier juego de rol de cualquier portátil hasta ahora: el juego de Camelot Planning Software (Mario Tennis/Golf) es uno de los mejores cartuchos de GBA, así como el que, junto con Super Mario Advance 2, de mejor manera rememora la época dorada de los 16 bits. La época por excelencia de los RPGs, y que promete renacer con la cada vez más sorprendente GBA. Golden Sun es el primer paso, pero le seguirán muchos más –su secuela sin ir más lejos, que está a punto de aparecer en Japón-. El primer RPG de GBA… pero que maravilla. ¡Entra en el universo de Golden Sun! No te arrepentirás. Todo empieza un nublado día –previa selección del nombre del protagonista llamado a priori Hans-. Una violenta tormenta cubre el cielo de Tale, un pequeño pueblo que esconde más secretos de los que en un principio cabría esperar. Según dicen, la roca del Monte Aleph, que preside la aldea y la protege, está a punto de ceder, y destruirá el pueblo entero si no se evita. Tu madre te levanta advirtiéndote que debéis partir antes de que sea demasiado tarde, y tú lógicamente le haces caso. Pero en ese momento no puedes imaginar las consecuencias que este día provocará en tu vida… Los resultados, desastrosos. Las secuelas, imprevisibles. La acción nos sitúa tres años después de la catástrofe, cuando aún los daños están reparándose y las heridas restan sin cicatrizar. Tomamos el papel de Hans, que ya no es el niño de entonces y que, junto a su amigo de la infancia Garet, además de Nadia, se verán conducidos a la vivienda de Kraden, un sabio amigo de los muchachos que los ha citado. Dicho encuentro provocará el primer enfrentamiento con los que serán los enemigos a batir, así como el inicio de la usual historia "debemos abandonar la aldea porque tenemos que salvar el mundo" a la que nos veremos sometidos. Y como siempre, a partir de entonces… ya nada será igual.

Explicar algo más de la historia de este Golden Sun sería absurdo, pues la trama es uno de los pilares básicos sobre los que se sostiene el juego, y que más atraerá al jugador a medida que se vaya descubriendo magistralmente, gota a gota. De esta misteriosa y hasta trágica manera empieza esta enorme epopeya épica que nos mantendrá pegados a la pantalla durante las cerca de 35 horas que tardaremos en completarla. Aunque como en todo juego de rol que se precie la historia es tan solo el punto de partida, y obviamente aparecerán sub-tramas, nuevos personajes que se unirán a nuestro grupo, que nos ayudarán o nos trabaran el avance, que nos premiarán o alertarán…; así como misiones y tareas a completar, enemigos a los que vencer, y algunos puzzles que resolver. Todo esto aderezado por un aspecto gráfico de ensueño, una música prodigiosa, una historia envolvente, y decenas de horas de juego aseguradas. En otras palabras, todos los elementos que conforman un gran RPG y que ayudarán a alzar al que nos ocupa como uno de los mejores jamás creados.

Será a partir de la primera, llamémosle mazmorra, del juego cuando la historia empezará a tomar forma cohesionada y las preguntas surgirán. Dichas preguntas nos llevarán a abandonar nuestro Tale natal, junto con nuestro compañero Garet, en busca de los malvados que han huido con nuestros amigos. Por ello, recorreremos multitud de ciudades y pueblos extranjeros, todos ellos dentro del extenso mapa de Angora –nuestro continente/mundo-, muy al estilo de los Final Fantasy, y que nos permitirá movernos con rapidez salvando las distancias existentes entre todas las poblaciones a visitar. A la vez que vayamos completando tareas o mazmorras en dichos pueblos, iremos encontrando nuevos amigos que se unirán al equipo, a la vez que iremos perfeccionando nuestras técnicas de lucha, psinergías, y recolectaremos las simpáticas mascotas denominadas Djinn. Y es que será al principio de la trama, mientras la historia se va gestando, cuando entraremos en contacto con dos de las novedades –conceptos- que Golden Sun añade al desarrollo usual de un juego de rol. Los combates, aleatorios y por turnos, estarán presentes a lo largo de la aventura, aunque su desarrollo será más dinámico que el de cierta archiconocida saga de rol, y lo cierto es que la espectacularidad no estará ausente en ninguno de ellos. Pero las mayores novedades serán las psicoenergías (psinergías), que vendrían a representar el sistema de magias y poderes especiales, y los Djinn, unas simpáticas criaturas que debemos recolectar, que nos ayudarán y nos sacarán de más de un apuro. En el caso de la psinergía, se trata de poderes mentales que solo dominan los habitantes de Tale, y que debe ser guardada como el mayor de sus secretos. Los orígenes de la psinergía son inciertos, y es la ciencia de la alquimia la que se dedica a indagar en ella y en las relaciones entre sus elementos. Dejando a un lado su peso en el argumento del juego –que cada jugador ya apreciará en la historia-, las psinergías serán elementos clave para tanto los combates como para resolver determinados puzzles o cumplir ciertas tareas. Dentro de este "arte" encontramos los cuatro elementos –agua, tierra, viento y aire-, siendo cada uno de nuestros protagonistas especialista en uno de ellos. Garet, por ejemplo, es maestro en los elementos de la tierra. En cuanto a los Djinns, son entrañables criaturas que encontraremos durante nuestro camino y representan los cuatro elementos, por lo que también habrá diferentes tipos. Dependiendo de cual se trate, potenciarán nuestras habilidades y ataques considerablemente, y en un determinado punto podremos invocarlos al más puro estilo Final Fantasy. A su vez el juego adopta en este aspecto un cierto aire a esa saga tan famosa llamada Pokémon, puesto que hay hasta 28 de ellos y debemos capturarlos después de haberlos vencido. Una curiosidad como cualquier otra.

Pero lo que sí producirán tanto los Djinn como los psinergías son que nos quedemos pasmados ante la pantalla de nuestra GBA.

Y es que, al basarse en conjuros mágicos, estarán representados por magníficos efectos de luz, que rayarán a un nivel encomiable, y dejarán a todo aquel que los vea sin habla.

Porque sólo de increíble podemos describir el apartado gráfico de Golden Sun. Si a las múltiples ciudades recreadas fantásticamente con sus casas, posadas y habitantes, diversidad de paisajes, abundantes y muy diferentes personajes, le sumamos las simplemente alucinantes batallas con sus espectaculares efectos gráficos, así como un magnífico uso de la paleta de colores de GBA, tenemos uno de los juegos que mejor se ven en nuestra portátil, colocando al juego a la altura –incluso algo por encima- de prodigios como Tony Hawk’s Pro Skater 3, Ecks vs. Sever, o Broken Sword. Por no mencionar los efectos de luz, generalmente producidos por las psinergías o los Djinn, que aderezarán las batallas hasta el punto de dejar al usuario con la boca abierta de par en par. Y es que si ya son espectaculares de por sí, verlos en una consola portátil y confinados en un cartucho de dimensiones tan reducidas llena de asombro a cualquiera. Además, apenas hay ralentizaciones, y el motor gráfico es capaz además de mostrar efectos ambientales como una intensa lluvia o sonoros truenos sin perder un ápice de la calidad. Por lo que a la calidad del dibujo respecta, los personajes tienen un cierto look manga, tanto en las representaciones cuando hablan, como en su aspecto general dentro del juego. Adoptando la vista superior que tantos juegos de rol han adoptado, Golden Sun consigue recrear, en una portátil y a la vez, bellos paisajes y ciudades llenas de hasta el más ínfimo de los detalles, así como multitud de diferentes personajes y espectaculares batallas –que contarán con una trabajadísima perspectiva pseudo-3D-. ¿Alguien da más? Pero no solo de gráficos vive Golden Sun, y para ello Camelot ha explotado las capacidades también sonoras de la portátil más sorprendente de la historia. Han conseguido así deslumbrantes melodías, orquestradas en su mayoría, y perfectamente adaptadas a todas las situaciones que el juego plantea. Así es, hay una música para cada ambiente claramente diferenciado, aunque lo cierto es que quizás echemos en falta un poco más de variedad en general. Pero las melodías existentes rayan a un nivel fantástico, tanto en calidad de sonido –como siempre, con auriculares-, como en calidad musical, adaptándose como un guante a una mano al desarrollo del juego, y ayudando a crear esa atmósfera épica y mágica que a tantos ha conquistado. Y lo mejor de todo es que dicho prodigio a nivel gráfico y sonoro se podrá apreciar. Y es que Golden Sun es un juego largísimo, pero a su vez muy intenso en todo su desarrollo, lo cual siempre es de agradecer y en parte está debido al perfecto desarrollo argumental que sus creadores han ideado. Lleno de giros argumentales, nos mantendrá pegados a nuestra consola hasta que lleguemos al final de la aventura, momento en el cual aún nos quedaremos con ganas de más, y las cerca de 35 horas que habremos dedicado a diálogos, batallas, exploración y demás caerán en el mejor de los recuerdos debido a la calidad de cada segundo del juego. Aunque una advertencia: si llegáis al final, querréis volver a jugarlo. Un juego como Golden Sun no se disfruta solo jugándolo una vez. Y mejor. Lo cual seguro que atraerá a muchos usuarios que no se defiendan con el inglés y a quienes los RPG sin traducir provocan serias dificultades. Por suerte, no se trata de una traducción chapucera como algunas que hemos tenido el gusto de probar, sino una localización efectiva, y suponemos que muy costosa debido a la ingente cantidad de texto que el juego pone en pantalla por su enrevesado argumento. La verdad es que, exceptuando frases aisladas como "¡¡TOMA YOYA!!", la traducción es impecable y ayuda mucho a comprender debidamente tanto el argumento como el desarrollo del juego. Y Golden Sun también se acaba, como todo. Atrás quedan las horas empleadas en la resolución de misterios, las incógnitas planteadas y debidamente resueltas; los personajes aparecidos, los que nos han ayudado, los que hemos ayudado, los simpáticos Djinn… Todo resulta entrañable una vez terminada la apasionante aventura. Pero queda aún mucho por jugar. Por una parte, el juego –por si el modo un jugador no fuera suficiente- presenta la opción de realizar batallas contra otra persona, mediante el Cable Link, lo que seguro aumentará las horas de juego, practicando y poniendo a prueba nuevos ataques o Djinns. Y para los que aún quieren más, la secuela de esta obra maestra esperemos no tardará en llegar, puesto que como ya hemos dichos ya casi está a la venta en Japón, y los rumores de una versión GameCube de la recientemente nacida saga de rol resuenan cada vez con más fuerza. Bien por Camelot. En definitiva y ya para concluir, un juego enorme, con decenas de horas de juego aseguradas, dinámicos combates, apasionante historia… y en la portátil más pequeña de la historia. Que grande. Y menuda paradoja, ¿no? Prohibido perdérselo.