Análisis de Final Fantasy IV (Game Boy Advance, Android, iPhone)
A estas alturas, es muy posible que una buena parte de la gente interesada en este juego ya lo haya jugado, tanto de importación como en la reedición que se hizo para PlayStation, algo que ya sucedió hace un par de años cuando salió Dawn of Souls, que recopilaba las dos primeras entregas de la saga Final Fantasy. Por supuesto, jugarlo en la minúscula portátil de Nintendo y hacerlo en nuestro idioma es un incentivo más que tentador, y la principal baza de este juego.
Final Fantasy IV Advance es la reedición del juego de rol por turnos que Super Famicom (la SNES en Japón) recibió en 1991, siendo publicado posteriormente en EE.UU. como Final Fantasy II. En 1997 tuvo su adaptación a PlayStation y en 2002 a la portátil WonderSwan, que nunca se comercializó fuera de tierras niponas.
En cualquier caso, cuando salió a la venta a principios de la década de los 90, se desveló como uno de los mejores juegos del género, y es éste un calificativo que sigue vigente hoy en día.
Se ha tomado como base la versión original japonesa (pues hubo una segunda, más fácil, basada en la edición estadounidense) y se han corregido muchos errores de todo tipo que había, incluyendo (para quienes lo prefieran en inglés) una nueva traducción mucho más fiel al original y sin incongruencias.
El protagonista del juego, Cecil, un caballero oscuro, ha recibido la orden directa del Rey de Baron de hacerse con todos los Cristales. Los motivos no han sido desvelados, pero una orden del rey es incuestionable… hasta que lo es. La violencia derivada de su misión hace que Cecil se plantee qué se esconde detrás de las motivaciones del monarca, un claro signo de insubordinación que Cecil sea degradado y dstinado al pueblo de Mist, donde empezará la aventura.
Una de sus principales virtudes reside en el desarrollo de la historia, con un buen guión lleno de giros argumentales que gracias a la eficiente caracterización de sus protagonistas huye en la medida de los posibles de la historia genérica de un juego de rol. De hecho, varios fans de la serie no tendrán reparos en afirmar que ciertos personajes de este juego son, simplemente, algunos de los mejores aparecidos en cualquier entrega de la serie. En cualquier caso, gracias a su cuidado guión y una música compuesta por Nobuo Uematsu que lleva al jugador a través del devenir de sus protagonistas, se consigue una gran implicación del jugador en el desarrollo del título, atrapándolo en su guión. Lo cierto es que Final Fantasy IV no es demasiado largo de acuerdo a los estándares actuales, pero para una portátil está más que bien y no cae en situaciones planteadas únicamente para alargar artificialmente su duración.
Los gráficos del juego han sido readaptados a la resolución de la pantalla de la portátil, con texto más grande y legible, retratos de los protagonistas rediseñados, y modificación de algunos entornos para que sean mucho más claros tanto en la pantalla de la GBA como en la Game Boy micro. Técnicamente, ésta es la gran novedad del juego, aunque mantiene el aspecto sencillo del original, pero no menos importante es la inclusión de la opción de salvado rápido, algo esencial en un juego portátil y que se agradece en un juego de rol.
El título cuenta también con nuevo contenido añadido, como el bestiario (que ya vimos en la anterior entrega para esta portátil), de manera que podremos repasar los datos referentes a cualquier criatura con la que nos hayamos enfrentado en este menú. Por último, el gran añadido son las dos nuevas mazmorras y los nuevos jefes finales, un incentivo más para un juego que, la verdad, ya ofrecía buenos alicientes por sí mismo para ser jugado más de diez años después de su creación.
El juego propone un excelente sistema de batalla, pudiendo escoger entre el sistema por turnos clásicos y el Active Time Battle, opción que da más agilidad a los combates, haciéndolos más tensos y dinámicos. En líneas generales toda la jugabilidad ha sido retocada aquí y allá para mejorar la experiencia de juego. Así, por ejemplo, se han incluido habilidades especiales a los personajes… que estaban en realidad presentes en la versión japonesa, pero no en la estadounidense.
Final Fantasy IV Advance cuenta con muchísimos combates aleatorios, pero por suerte gracias a su sistema de lucha la resolución de estos es rápida y ágil. Contaremos con cinco personajes en nuestro grupo, y habrá que escogerlos con cuidado en función de sus habilidades y, también, teniendo muy en cuenta su velocidad para poder aprovecharnos del sistema de batalla active time battle, ya que la velocidad de nuestros personajes en relación con sus enemigos decidirá cuándo pueden atacar, defenderse, etc.
Los combates tienen un cierto factor estratégico dada la filiación a los elementos de la mayoría de las criaturas a las que nos enfrentaremos, algo que tendremos que averiguar y tener en cuenta para poder realizar ataques que sean realmente efectivos, buscando un equilibrio entre el desgaste de usar los conjuros más poderosos y buscar un nivel de daño equilibrado obtenido a través de la ventaja de explotar las debilidades de los enemigos.