10 años de Sonic
Cuando puse por primera vez el ya mítico Sonic the Hedgehog en mi flamante Sega Megadrive, allá por el mes de Octubre del año 1991 (desde entonces, ya ha llovido), uno, que por aquella época ya se había enfrentado a todo tipo de jueguillos bien fuera en mis ya algo vetustos Spectrum 48k o Commodore 64 o incluso en mi mas reciente Amiga 500, supe desde mismo instante que la compañía nipona había hecho algo grande, muy grande...Y es que no había que ser un experto en la materia para darse cuenta ipso-facto que Sonic era una de esas raras piezas de software que salen muy de vez en cuando y que sólo puede ser catalogado como una obra maestra de la ingeniería lúdica destinada a convertirse en un clásico y en referencia obligada cada vez que hubiera que hablar del género que trataba: en este caso en concreto Sonic abordaba ni mas ni menos que el sagrado género de las plataformas. Sí amigos, Sega de la mano de un desconocido joven que rebosaba talento por los cuatro costados y que respondía al nombre de Yuji Naka (sin olvidarnos de Naoto Ohsima como padre artístico de la criatura) había creado un nuevo personaje, Sonic, un chispeante erizo azul que tenía la habilidad de poder alcanzar velocidades de vértigo. La VELOCIDAD (así con mayúsculas) era sin duda la clave del juego, lo que lo diferenciaba radicalmente de todos los plataformas típicos aparecidos hasta la fecha y que convertía cada partida –ver a Sonic desplazarse por la pantalla a toda pastilla- en un puro espectáculo. Eso unido a unos gráficos alucinantes con un diseño de las fases verdaderamente original, un scroll lateral soberbio (fundamental para el desarrollo del juego), unas melodías totalmente pegadizas y por supuesto una jugabilidad increíble conformaban un título que supuso toda una revolución...y un éxito descomunal en ventas. Desde entonces, las maravillosas praderas verdes con sus exuberantes palmeras y azuladas cascadas de la mítica Green Hill Zone forman ya parte inseparable de la historia dorada de los videojuegos y permanecerá grabado para siempre en la memoria de todos aquellos que tuvimos la inmensa suerte de poder jugarlo.
El retorno a Dreamcast
Obvia decir que el azulado erizo pasó a convertirse en seguida en el emblema y mascota de la compañía (relegando un poco al clásico pero tal vez algo agotado WonderBoy y al denostado Alex Kidd a un segundo plano) y pasando a competir directamente con cierto fontanero italiano, mascota a su vez de la compañía rival por antonomasia. Así nacía una nueva leyenda de los videojuegos, así nacía Sonic the Hedgehog. Ahora 10 años después de su nacimiento y tras pasar por la práctica totalidad de los sistemas-plataformas Sega, coin-ops y hasta Neo-Geo Pocket (mención especial para Sonic 2 de Megadrive y el genial Sonic de MegaCD), nuestro querido puercoespín de brillantes zapatillas rojas vuelve a la que tal vez sea, casi con total seguridad -para nuestra desgracia y lamento- su última aventura, su última andanza, en definitiva su última carrera por los circuitos de una consola Sega... aunque al menos nos queda el consuelo de poder afirmar que este Sonic Adventure 2 constituye (y lo digo desde ya) uno de los mejores Sonic de todos los tiempos y por supuesto el mejor Sonic “3D”, dejando muy pero que muy atrás la que fue su primera incursión en Dreamcast.
Robotnik quiere el mundo
Sonic Adventure 2 retoma la historia justo donde la dejó la primera parte: el siempre malvado e incansable Dr. Ivo Robotnik (por cierto, aunque en el juego se le llama todo el tiempo Dr. Eggman, ya sabéis, nombre con que se le conoce en Japón, a mí me sigue gustando mas Robotnik) ha vuelto a las andadas y sigue empeñado en hacerse con las Chaos Emeralds a toda costa. Estas bellas gemas atesoran en su interior un inmenso poder capaz de destruir el mundo entero. En esta ocasión, la historia gira en torno a un arma secreta militar que fue creada hace años por el Dr. Gerald (abuelo de Robotnik). Esta arma es ni mas ni menos que un misterioso e inquietante erizo negro de nombre Shadow. Esta criatura conoce el enorme poder de las Chaos Emeralds y conduce a Robotnik hasta ARK, una colonia espacial deshabitada desde hace mas de 50 años y que esconde en su laboratorio central una demoledora arma masiva de destrucción, el cañón Eclipse, el cual para funcionar requiere de una poderosa fuente de energía...y para tal fin, nada mejor que las Chaos Emeralds. Así, el archienemigo de Sonic junto a su nuevo aliado Shadow y la caza-tesoros Rouge – una extraña chica murciélago- comenzarán la búsqueda de las gemas con las que abastecer de energía al cañón Eclipse y tener al mundo entero bajo los dominios de un hipotético “Imperio Robotnik”. Aquí es donde entra en acción nuestro erizo favorito para impedir por enésima vez que el maligno doctor lleve a cabo sus planes.
Tres tipos de fases
Precisamente, una de las novedades mas significativas de esta nueva entrega radica en la eliminación del Modo Adventure como tal para dar paso simplemente a una serie de fases de acción consecutivas. Pero vayamos por partes: si recordáis, el modo principal de juego de la anterior entrega (el mencionado Modo Adventure) fue criticado por muchos ya que entre fase y fase de acción como tal teníamos que ir visitando vastos escenarios en el llamado Adventure Field en los que teníamos que buscar determinadas cosas o pistas, hablar con algunos personajes o ir a un determinando lugar, lo cual terminaba a la larga haciendo el desarrollo de las partidas algo monótono y sobretodo cortaba constantemente la acción entre las distintas fases plataformeras. Así, en su lugar ahora existe un Modo Historia en el que nada mas comenzar se nos dará a elegir entre dos bandos distintos al que unirnos: Hero y Dark o lo que es lo mismo, los “buenos” –encabezados por Sonic, Knuckles y Tails- y los “malos” –Dr. Robotnik, Shadow y Rouge-. Una vez elegido el bando, comenzará de verdad nuestra aventura en la que iremos, fase tras fase jugando alternativamente con cada uno de los personajes que componen dicho bando. Este es el otro punto clave del juego, los personajes, los cuales en base a sus características, determinan el devenir de las distintas fases que componen Sonic Adventure 2 (SA 2). Sólo en algunos momentos, entre fase y fase se irá desarrollando y se nos mostrará por medio de pequeñas secuencias FMV o generadas por la propia DC la trama del juego.
Por explicarlo de forma breve y sencilla: SA 2 tiene mas de una treintena de fases repartidas entre los dos bandos. Las fases que jugaremos con Sonic/Shadow (según el bando elegido) son las clásicas fases de velocidad endiablada que todos los fans del erizo azul adoramos, repletas de enrevesados loopings, aceleradores, muelles, rampas, pistas, calzadas y túneles interminables con las que coger mas y mas velocidad, y por supuesto, toneladas de anillos para recolectar; eso sin contar con la inclusión de alucinantes elementos nuevos como barandillas o barras por las que deslizarnos (una gozada) o lianas a las que agarrarnos. Sin duda alguna, estas son las fases con las que mas disfrutaremos y jugaremos una y otra vez...¡es Sonic en estado puro! Luego están las fases protagonizadas por Knuckles/Rouge, que son fases de exploración en las que, al igual que en el primer Sonic Adventure, deberemos encontrar con la ayuda de un radar localizador fragmentos de Emeralds y llaves. Tanto uno como otro cuentan con las habilidades de poder planear, excavar la tierra y escalar paredes. Son, digamos, las fases mas aventureras del juego. Y por último, están las fases de Tails/Robotnik que son un shooter 3D –en tercera persona- en toda regla siendo idénticas en desarrollo a las que jugamos en el primer SA con el robot E-102 Gamma; en estas fases bien jugando con Tails, bien jugando con Robotnik a lomos de sus últimas invenciones iremos arrasando todo bicho viviente que se nos cruce en nuestro camino.
Acción y aventura
Para introducir aún mas variedad en las diversas fases, aparte de la ingente cantidad de secretos, items y atajos que existen, en determinados momentos deberemos realizar determinadas acciones (según el personaje). Acciones que van desde encontrar y accionar un interruptor para abrir una puerta que nos cierra el paso, encontrar la salida a un laberinto, excavar en muros concretos para pasar a otra habitación o inundar una estancia para acceder a nuevas zonas de exploración. Además, una vez que consigamos determinados power-ups en niveles posteriores, podremos volver a fases anteriores para descubrir nuevas áreas que antes nos eran inaccesibles. Y hablando de variedad, tampoco quisiera pasar por alto dos detallitos (de los cientos que tiene el juego) que a mi particularmente me han maravillado y que están presentes en las dos últimas fases de Sonic: los originales interruptores de gravedad de “Crazy Gadget” y sobretodo “Final Rush” (si, si la fase entera, la cual es una genialidad) en la que deberemos irnos deslizando-grindando por toda una serie de barras o barandillas en mitad del espacio con la Tierra como escenario de fondo. Impresionante.
Jefes finales que te harán pensar
Por supuesto, como todo buen plataformas tampoco podían faltar los clásicos Final Bosses que aparecerán en momentos clave durante el transcurso del juego y que habrá que acabar ellos de una determinada manera usando originales estrategias (con mención especial para Egg Golem, Biolizard y King Boom Boom), sin olvidarnos de los inevitables duelos entre los respectivos rivales Sonic-Shadow, Tails-Robotnik y Knuckles-Rouge.
Pero aún hay mas; como extras en SA 2 tenemos el modo Kart Race, un simple aunque entretenido minijuego de carreras de Karts por un circuito en el que podremos disputar divertidos duelos a bordo de nuestro bólido contra el resto de personajes y un modo para dos jugadores realmente impactante y muy conseguido. Además una vez que acabemos el juego con cualquiera de los bandos, nos aparecerá el Modo Boss Attack en el que podremos volver a vernos las caras con todos los jefes finales del modo Historia.
Vuelven los chaos
Los Chaos vuelven a hacer acto de presencia en esta segunda parte, y aunque en esencia se mantiene el mismo esquema que en el primer juego: irlos criando poco a poco para luego hacerlos competir con otros en un circuito, ahora, en base al trato que les demos desarrollarán diversos tipos de personalidad. Incluso tendremos una especie de guardería en donde llevar a nuestra criatura para ir educándolo y que cuenta con una enfermería en la que poder atender adecuadamente a nuestro Chao. Personalmente, nunca me ha gustado demasiado la inclusión, desde que la saga dio el paso a las 3D, de todo el tema este de cuidar de los Chaos al mas puro estilo Tamagotchi y similares aunque indudablemente alarga bastante mas la vida del juego y habrá gente a la que le encante. Cuestión de gustos.
Geniales gráficos
En cuanto a los aspectos técnicos, Sonic Adventure 2 verdaderamente merece todo un capítulo aparte dedicado al tema. La saga Sonic siempre ha destacado por poseer un apartado gráfico deslumbrante. Esa extraña combinación de parajes exuberantes (selvas, playas, bosques, acantilados...) repletos de llamativa vegetación unido a zonas o elementos ultra tecnificados (bases enteras acorazadas, ciudades futuristas repletas de luces de neón, fortalezas metálicas volantes o los propios artefactos del omnipresente Dr. Robotnik) a mi siempre me ha fascinado. Esta ha sido desde siempre una de las características de la saga y SA 2 no iba a ser una excepción. En esta secuela, Dreamcast y el Sonic Team han llegado a tal punto de sinergia que todo lo que diga en estos renglones no sirve absolutamente de nada. Hay que verlo en movimiento. Para empezar todo transcurre a 60 fps constantes y sin pegar un solo bajón el frame rate en todo el juego. Si encimas lo pones en el modo 60 Hz es ya de infarto. El entorno 3D es majestuoso, con un brillo y un colorido de ensueño que recrea fases ambientadas en el antiguo Egipto, extraños templos, detalladas selvas tropicales, mega-ciudades nocturnas con autopistas y puentes interminables, misteriosas minas abandonadas o bases y laboratorios totalmente hi-tech. Pero si el entorno 3D posee una suavidad perfecta que mas quisieran la mayoría de recreativas de última generación, a mi (y a mas de uno, fijo) lo que realmente más me ha llamado la atención han sido las texturas que recubren cada polígono de cada escenario. Son sencillamente soberbias. No he visto en mi vida semejante calidad, brillo, realismo y resolución de texturas en ningún juego ni sistema alguno (incluyendo coin-ops), destacando en este aspecto por méritos propios las fases del equidna Knuckles en la que abundan formaciones rocosas, montañas, etc. Los efectos de luz y demás efectillos gráficos tampoco le van a la zaga ¿Fallos?, por decir algo, un poquillo de popping en determinados momentos (no hay ni habrá consola ni máquina en el mundo entero que aguante la velocidad del erizo) y alguna nimia ralentización en momentos muy puntuales (sobretodo en el jardín Chao cuando hay gran acumulación de elementos). Poco mas.
Fantástico sonido
Respecto a los FX y músicas del juego constituyen un acompañamiento a nuestras aventuras verdaderamente de lujo. Los FX tienen un gran nivel: desde explosiones, disparos, rotura de elementos del decorado hasta el chirriante sonido de nuestras zapatillas rojas grindando barras sin olvidarnos del clásico e inconfundible FX que suena cuando vamos recolectando anillos. Las voces de los personajes podemos seleccionarlas para las secuencias de los diálogos entre el idioma inglés o el original japonés. Y que decir de la música. La banda sonora es genial. Pocas veces escucharemos en un videojuego tanta variedad y riqueza de composiciones musicales con canciones rockeras muy cañeras con guitarreo a mansalva (ya sabéis que Naka-san es un rockero empedernido) para los niveles de Sonic/Shadow, temas tipo hip-hop y funky mas tranquilos para las fases de Knuckles/Rouge y temas muy animados para las fases shooters de Tails/Robotnik. No sé vosotros pero yo ya tengo mi tema favorito: “Follow Me” (el tema que suena en nuestro recorrido por la fase Escape from the City). Alucinante.
Jugabilidad, discutida
La jugabilidad ha sido siempre uno de los aspectos mas discutidos en todos los Sonic y ha dado lugar a eternas discusiones sobre el control del erizo azul –la manida frase de que te pasas medio juego viendo como Sonic va “solo”, a su aire- . Todo por la dichosa manía de muchos de comparar hasta la saciedad los Sonic con la “otra” mejor saga de plataformas de la historia, Mario. A ver si aclaramos de una vez que Sonic es Sonic y Mario es Mario. Punto. Sega no pretendía cuando creó a su mascota que fuese un simple clon del Mario BROS. Y aunque ambos tiene en común, lógicamente, una serie de conceptos básicos plataformeros (recolección de objetos, eliminar enemigos saltando sobre ellos, etc.) realmente difieren en muchos aspectos. La clave de todo radica en la velocidad, característica que confiere a Sonic una personalidad y un estilo de juego radicalmente distinto del resto de plataformas existentes. Y si bien es cierto que a veces el erizo, en medio de una partida entre tantos loopings, giros y muelles se le va a uno de las manos esto entra dentro del propio concepto de juego. Sonic siempre ha sido, es y será así... y hay que aceptarlo tal como es. En SA 2, aunque parezca increíble Sonic es aún más rápido que en la primera parte y posee un control mejorado sobre los personajes. A pesar de ello, sigue habiendo problemillas con los ángulos de las cámaras que no se han solucionado del todo y que en mas de una ocasión nos darán un quebradero de cabeza. Este un problema que arrastran todos los plataformas 3D desde sus comienzos y que parece bastante difícil de solucionar. Eso sí, ahora este problema es muchísimo menor que en el primer SA y no pasará muy a menudo. También habría que mencionar que no todas las fases tienen la misma intensidad ni a todo el mundo les gustará igual. Mientras que las fases Sonic/Shadow son una gozada y las de Tails/Robotnik bastante divertidas, las de exploración que corren a cargo de Knuckles/Rouge tal vez sean algo mas aburridillas y la acción decae un poco –si os digo la verdad, lo que a mi me habría gustado que todas las fases estuvieran protagonizadas por Sonic... con eso yo ya sería feliz.
Un grandísimo juego
En definitiva Sonic ha vuelto a nuestra amada consola blanca de Sega en un juego realmente soberbio, de perfecta, genial e impecable factura técnica, una jugabilidad y diversión fuera de toda duda que por un lado vuelve a poner el algo olvidado género de las plataformas en el lugar donde realmente se merece y mostrando a las claras la superioridad de Dreamcast sobre cualquier otro sistema actual, haciéndolo como se debe hacer: por la calidad, variedad y superioridad de sus juegos como este Sonic Adventure 2. Lo que me entristece mucho es que seguramente esta la última vez que veamos corretear al puercoespín en un sistema Sega (su casa, su hogar) pero a fin de cuentas, si lo pensamos detenidamente, lo que realmente importa es que la saga perviva, continúe, aunque sea en otros sistemas (próximamente GBA y puede que GC)... porque ¿¡Qué sería de este mundo sin nuestro querido y veloz erizo azul!? Hasta muy pronto Sonic the Hedgehog, nos vemos en GBA...