Análisis de NBA 2K (Dreamcast)

Introducción
Puedo decir tranquilamente y sin miedo a equivocarme que NBA2K es el mejor juego de baloncesto de la historia, cosa en la que coincidiréis conmigo los que lo habéis probado y ya coincidirán los que no, cuando lo compren o lo jueguen. El juego, desarrollado por Visual Concepts y publicado por Sega, es la mejor simulación de baloncesto que haya pasado por plataforma doméstica alguna.

NBA 2K nos deja elegir entre los típicos modos de juego: Exhibición, temporada, play-off... además, entre las opciones podréis elegir entre 3 niveles de dificultad y 2 modos de juego: Arcade y Simulación. Por si eso fuera poco podremos modificar las normas de la NBA a placer, pudiendo activar o desactivar faltas, fueras, reglas de posesión, campo atrás y todo lo que queráis. Y aún hay más: Podréis traspasar los jugadores que queráis de equipo a equipo, crear equipos nuevos con los jugadores que deseéis, y crear tus propios jugadores de mil formas diferentes. La filosofía es “Tú has comprado el juego, tu tienes todo el control”.

Antes de continuar con el comentario es preciso decir que el baloncesto no es mi deporte favorito, así que cuando digo que NBA2K es una maravilla lo digo de forma completamente objetiva. NBA2K te permite hacer todo lo que ves en un partido de basket de la NBA. La sensación de realismo es total. Los jugadores están modelados uno a uno como los originales y son fácilmente reconocibles. Hasta las caras son iguales. Los jugadores se mueven como en la vida real, hasta tienen expresiones faciales, al tirar, al fallar, al meter canasta... El público grita, ovaciona, se mueve, se levanta. El entrenador y los jugadores del banquillo, igual. Los comentaristas hablan sobre todo lo que ocurre en el partido y sus comentarios (aunque están en inglés) son acertados y realistas. Los mates, algunos tiros, las entradas... son espectaculares

En definitiva, que NBA2K es el mejor simulador de baloncesto que hay, y una compra casi obligada para todos los usuarios de Dreamcast.

Gráficos:
Como ya os hemos dicho antes, los gráficos del juego son como en la vida real. El juego va a 60fps sin ralentizaciones, utiliza una perspectiva frontal que cambia según el equipo que esté en posesión de la pelota (siempre mira a la canasta donde hay que encestar). Las repeticiones son espectaculares y vale siempre la pena verlas, te las ponen cuando la canasta ha sido espectacular. Un aspecto prácticamente perfecto.

Sonido:
Los efectos de sonido también son excelentes. El ruido de las zapatillas al deslizarse por la cancha, el bote del balón, los gritos del público, los comentarios, la música que ponen cuando el equipo local gana... todo se mezcla muy bien y consigue un apartado sonoro impecable.

Jugabilidad:
Al principio puede que te cueste un poco hacerte con el control, pero en cinco minutos ya lo dominarás. El único movimiento que presenta cierta dificultad son los alley-hops, pero todo lo demás es sencillo de hacer (si consigues librarte de la pegajosa defensa contraria, claro). Los pases largos, por ejemplo, tienen un gran riesgo de irse fuera, no como en otros juegos muy arcade en que los pases son siempre perfectos. Aquí hay un margen de error, como en el baloncesto real.

Diversión:
El juego es adictivo, aunque los partidos son un poco largos (5 minutos por cuarto en general) pero emocionantes. Las míticas remontadas del baloncesto son posibles. Por ejemplo, yo empecé una vez el tercer cuarto perdiendo de 18 y lo acabe ganando de 5 puntos, pero por supuesto eso te hará sudar. Los equipos entran en racha de vez en cuando, lo cual hace al juego mucho más movido, porque cuando el equipo contrario está “emocionado”, tendrás que sudar la gota gorda en defensa para romperles la racha.

Veredicto:
El mejor simulador de baloncesto para cualquier plataforma, y uno de los mejores juegos de Dreamcast actualmente. Un título obligado para los amantes del basket, y muy pero que muy recomendado para los que no lo son. El único defecto que le encuentro es que requiere 198 bloques de memoria libre en el VMS, que equivale a casi uno entero, pero por lo demás, es una maravilla de juego.