Análisis de Dead or Alive 2 (Dreamcast)

Desde la salida al mercado del genial Tekken 3 de PSX, el género de los beat’em-up 3D ha permanecido algo estancado, pocas han sido las novedades que han salido desde la obra maestra de Namco, y las que lo han hecho la mayor parte de las veces han optado ó por otro estilo de juego en el que primase la originalidad (como Ergheiz y Psichic Force 1 y 2) para no entrar a competir en el terreno de Tekken ó bien por un estilo muy arcade sin demasiadas complicaciones ni muchos botones que emplear (Rival School y Bloody Roar).

Y es que se puede decir que con Tekken 3 se llegó al techo de los juegos de lucha...

al menos en 32 bits.

Con la salida al mercado de nuevas máquinas como Dreamcast y Playstation2, se abre un nuevo campo de posibilidades gracias a la potencia de éstas consolas y han empezado a llegar nuevos pesos pesados de la lucha como Soul Calibur y Tekken Tag (ambos de Namco).

Ante esta situación, Tecmo ha decidido también lanzarse al ruedo de los one vs one con la conversión de su Dead or Alive 2, continuación de su exitoso Dead or Alive (Model 2, Saturn y PSX), uno de los pocos juegos que realmente pudieron hacerle algo de sombra a la saga Tekken.

Dead or Alive 2 en su versión Dreamcast es a grandes rasgos un gran juego de lucha, en el que llama la atención su elevado nivel gráfico y la sencillez de manejo y jugabilidad del título.
Respecto a las opciones de juego, va bien servido. Consta del clásico Modo Historia a un solo round con pequeños diálogos antes y después de los combates mostrando las vicisitudes de cada personaje (ya sabéis venganzas, odios personales, pasados turbios, etc.) todo ello con primeros planos de los protagonistas generados en tiempo real por el hardware de la consola con una calidad sublime (parecen escenas FMV). Aquí en estos primeros planos es donde se puede apreciar con todo lujo de detalles el fantástico modelado tridimensional de los personajes.

El Time Attack con un límite de tiempo menor al normal y a dos rounds, es un modo muy dinámico, ideal para jugar sin complicaciones una partida rápida.

Modo Entrenamiento, llamado aquí Sparring, para practicar contra un personaje todos los movimientos que uno quiera.

Survival en el que debes de vencer a todos tus oponentes con una misma barra de energía durante toda la partida (cada contricante que derrotes te dejará regalos a modo de items que rellenará un poco tu barra).

Modo Tag, muy de moda últimamente en el cual deberemos elegir a dos personajes para llevar a cabo combates 2 vs 2 pudiendo realizar llaves conjuntas o cambiar de personaje durante la partida (alucinante).

Team Battle en donde podemos elegir hasta cinco personajes que formarán nuestro equipo de luchadores contra los de la máquina.
Y el típico Modo Versus.

En cuanto a los aspectos técnicos, el juego es sencillamente magistral: Obvia decir que todo está a 640 x 480, a 60 fps. Personajes perfectamente modelados en 3D con un grado de realismo pocas veces visto y dotados de una animación increíble y muy, muy fluida (cortesía de la omnipresente Motion Capture); tal vez no lleguen en grado de detalle de texturas al nivel del Soul Calibur, pero cuando veáis a esas "muchachitas" en plena acción moviendo sus cuerpecitos (y determinadas partes de él, je je) con tal grado de realismo y soltura durante los combates seguro que no os acordareis para nada del juego de Namco.

Pero el verdadero punto fuerte de los gráficos (quitando lo de las atractivas "chicas guerreras") radica sin duda en los escenarios, poseyendo algunos un nivel de detalle y belleza visual poca o ninguna vez visto en un videojuego. Todos están realizados en 3D (se acabaron los fondos 2D pareciendo "fotos mal pegadas en una pared") y lo que mas impacta de ellos es la profundidad que muestran los escenarios que están al aire libre pudiéndose observar en ellos lejanos horizontes rebosantes de detalles (pese a la lejanía se percibe cada elemento a la perfección). No exagero al afirmar que es todo placer quedarte contemplando decorados como el de la cascada con el templo, el de la ópera ó el de la catedral y sus vidrieras. Y por si eso no fuera poco, la mayoría consta de varios niveles o plantas, es decir algunos pueden ser rotos o caerte de ellos pasando en tiempo real a otro escenario de lucha dentro del mismo decorado (es realmente impresionate cuando pasas de un nivel a otro del decorado, cosa que no ralentiza para nada la dinámica de los combates ni la entorpece). Los efectos de luz, agua, reflejos, transparencias y demás virguerías visuales tampoco se quedan atrás llegando a ser todo un espectáculo escenarios como el de la catedral y sus vidrieras en los cuales la luz del exterior entra por ellas proyectádose las sombras multicolores de dichas vidrieras en el suelo. Lo dicho, todo un espectáculo. Una recreativa en tu casa.

Los efectos de sonido y música cumplen a la perfección su cometido, no son demasiado llamativos pero poseen una calidad bastante alta.

Y respecto a la jugabilidad, la saga Dear or Alive siempre se ha caracterizado por poseer un estilo y detalles de originalidad propios para nada basados en el modelo Tekken. Me refiero a la extrema sencillez de manejo de los personajes (con sólo tres botones de lucha y el botón Hold) siendo éste específico para dos cosas: por un lado realizando una cierta combinación de movimientos + botón hold lograremos hacer una llave al oponente y pulsando sólamente el botón hold cuando nuestro adversario nos está atacando cogeremos su brazo o pierna de un modo muy similar a los reversal del Tekken. Estando también el movimiento Step para rotar el personaje alrededor del escenario de lucha 360 grados (ideal para situaciones de acorralamiento de nuestro luchador). Por supuesto como buen juego de lucha que se precie están los tipicos combos pero no en un número tan alto por personaje como en otros juegos de lucha. También se mantiene en esta segunda parte, otro detalle muy característico de la saga, los rings explosivos a los que lanzar a los oponentes (o que nos lanzen a nosotros!!) aunque a diferencia de la primera parte, no están alrededor de toda la zona de lucha sino localizados determinados sitios y sólo aparecen en algunas fases (vallas electrificadas, paneles láser, bidones explosivos...). Por todos estos aspectos aquí nombrados, el juego alcanza una jugabilidad bastante alta lo cual se traduce en partidas muy divertidas, adictivas y bastante intensas.

Para finalizar y a modo de conclusión, lo que todo el mundo se pregunta es: ¿mejor que Soul Calibur?. Rotundamente no, Dead or Alive 2 es una joya del género de la lucha, un gran título... pero no llega al nivel del Soul. Namco puso el listón demasiado alto (casi inalcanzable) para el resto de títulos con su juego de espadas y personalmente creo que sólo la mismísima Namco y su esperado Soul Calibur 2 (rezemos todos para que se decida a sacarlo para DC) pueden desbancar al propio Soul Calibur igual que Tekken 3 desbancó a Tekken 2. Así de simple, así de claro.

Pero tampoco hay que ser tan radicales eligiendo obligatoriamente uno u otro, pues ambos juegos apuestan por estilos de lucha 3D diferentes y pueden llegar a ser complementarios, además Dead or Alive 2 puede estar orgulloso de ocupar el segundo puesto en el disputado trono de los beat'em-up en Dreamcast, lo cual no es poco.