Análisis de El Señor de los Anillos: Leyendas de la Tierra Media (Android, iPhone)

Ya sea en forma de películas, cómics o libros, si hay un universo rico detrás y una mitología sólida, es muy probable que haya sido adaptada -o se haga pronto- en clave de videojuego. Hay puntos de partida y caldos de cultivo excelentes para los videojuegos, y las películas de Peter Jackson y las novelas de Tolkien centradas en El Señor de los Anillos, son una muestra. A lo largo de los años, las aventuras de Frodo, Bilbo y los pueblos libres que luchaban contra el Anillo Único y mal que se erguía desde el este, han tomado las más diversas encarnaciones y formatos -hace unos meses repasamos en en un especial todos los títulos centrados en la Tierra Media hasta la fecha-, contando con muy pocos títulos decentes en su haber hasta hace bien poco.
La mayor cantidad de ellos, sin ir más lejos han sido algo mediocres, sin saber captar de forma correcta el espíritu de la Tierra Media o los escritos del amado Profesor, centrándose demasiado en la acción y en los aspectos más banales. En cualquier caso, para que no os llevéis un chasco: Leyendas de la Tierra Media es bastante malo, y bebe más de los aspectos más nocivos de los free-to-play que de las características y bondades que tanto destilaban en el libro original y en las películas del cineasta neozelandés.
Un aburrido paseo por la Tierra Media
El Señor de los Anillos: Leyendas de la Tierra Media intenta abarcar mucho, y no termina de culminar ni sorprender en nada. Por una parte, la aplicación se nos presenta como un juego de rol y aventuras, y por otra, como una suerte de título de gestión y táctica de corte fantástico. Nada más comenzar, todo aquello que pudiéramos esperar de un juego con semejante carta de presentación, se desvanece automáticamente mediante un rutinario y aburrido tutorial que deja en evidencia las poco agradables mecánicas de las que hace gala.
Para empezar, no esperéis tener ningún control real sobre la aplicación: no existe. Seguido a esto, tampoco vislumbréis esperanza alguna a encontrar una historia o un pretexto entretenido que nos haga avanzar en el juego: no lo hay. Así pues, ¿qué queda? Nada. El Señor de los Anillos: Leyendas de la Tierra Media nos intenta inmiscuir en un interminable y casi infinito paseo a través de la región de Eriador, que está siendo azotada por la sombra que crece en el este. Nuestra misión no es otra que la de reclutar héroes de diferentes razas, y entablar un combate continuo hasta llegar a Rivendel y discutir con Elrond los planes de nuestro siguiente movimiento.

El Señor de los Anillos: Leyendas de la Tierra Media tiene dos grandes vertientes de juego. La primera -la que veremos justo después de elegir raza y afiliación para nuestro personaje principal, esto es, hombre, enano, elfo o hobbit-, es la del menú. Pasaremos gran parte del tiempo escogiendo atributos, objetos y deambulando por esta pantalla principal, como si de un juego de gestión o rol se tratase. Pese al galimatías que se esfuerza por mostrar, El Señor de los Anillos: Leyendas de la Tierra Media es un juego bastante simple, que engatusa al jugador con la promesa de mejores héroes y habilidades -cada dos por tres, cuando iniciemos sesión, se nos avisará con un rótulo de publicidad de los días, horas o eventos que nos faltan para conseguir al héroe de turno-.

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